Cómo es el nuevo de dinosaurio carnívoro hallado por los científicos del Conicet y cuál es su importancia
El equipo de la “Expedición Cretácica I” del Conicet encontró un huevo de dinosaurio carnívoro en perfecto estado de conservación cerca de General Roca, Río Negro. Conocé más.
El huevo hallado por los investigadores del Conicet durante la “Expedición Cretácica I” pertenece a un dinosaurio carnívoro similar al Bonapartenykus y data de hace aproximadamente 70 millones de años, ofreciendo información inédita sobre la reproducción y desarrollo de estas especies. Su hallazgo fue realizado en la provincia de Río Negro y se transmitió en vivo a través de streaming, generando asombro tanto entre los científicos como en miles de espectadores que siguieron la expedición.
“La ciencia puede llegar a mucha gente que antes no llegábamos”, destacó Federico Agnolín, jefe científico de la expedición, en referencia a la transmisión en vivo que permite a los espectadores observar en tiempo real el trabajo de los paleontólogos. La campaña también busca continuar el trabajo iniciado en 2024, cuando el equipo había descubierto la garra de un Bonapartenykus ultimus, un dinosaurio carnívoro argentino aún no descrito por completo.
El descubrimiento tiene relevancia científica y educativa, ya que los huevos de dinosaurios carnívoros son extremadamente raros en Sudamérica. Además, podrían contener embriones en su interior, lo que permitiría estudiar el desarrollo de estas criaturas desde sus etapas más tempranas. Como explicó Celeste Giardinelli, influencer y divulgadora científica presente en la expedición: “Hasta hoy prácticamente no se conocen huevos ni nidadas de dinosaurios carnívoros en toda América del Sur. Además, como están enteros puede que adentro tengan un embrión. Esto es un descubrimientazo”.
Cómo es el huevo de dinosaurio carnívoro hallado por el Conicet y cuál es su importancia
El huevo, atribuido a un dinosaurio carnívoro similar al Bonapartenykus, se destaca por su calidad de preservación. Según los paleontólogos, sus características externas se asemejan a los huevos de aves actuales, aunque conserva ornamentación típica de dinosaurios. “No es un huevo de ñandú. Cuando veníamos caminando nos encontramos con un nido que es increíble, nunca vimos nada así. Nunca vimos un huevo tan bien preservado. Esto es de un dinosaurio carnívoro, muy parecido al Bonapartenykus, tiene alguna diferencia en la ornamentación. No hay manera de describir esto, es una locura”, afirmó Agnolín.
El hallazgo fue realizado durante una de las recorridas por la estepa patagónica, en un nido que a simple vista parecía común. “Es el huevo más espectacular que hemos encontrado en todas nuestras campañas. Se trata de un animal que no es un saurópodo. Es un huevo muy delgado, seguramente de un dinosaurio carnívoro. Es increíble, es una belleza. Encima para arriba hay muchos más”, agregó Agnolín.
El objeto, de textura rocosa y fosilizada, confirma la presencia de dinosaurios carnívoros en la región y complementa hallazgos previos del equipo, como la garra del Bonapartenykus ultimus. La forma, textura y preservación del huevo permitirán a los científicos estudiar su estructura interna y compararla con nidadas halladas en otras partes del mundo. Esto representa un aporte clave para entender la reproducción y desarrollo embrionario de estos dinosaurios.
Según los especialistas, el huevo posee características únicas que lo diferencian de otros fósiles conocidos en América del Sur. Su conservación permite estudiar detalles microscópicos de la cáscara, revelando cómo estos animales protegían a sus crías y el tipo de incubación que llevaban a cabo.
Además, el hallazgo abre la posibilidad de encontrar más huevos en el mismo sitio, completando un rompecabezas paleontológico que permitirá reconstruir la vida de estas especies hace 70 millones de años. La preservación casi perfecta del fósil hace pensar a los científicos que aún podría contener restos embrionarios fosilizados, un hallazgo extremadamente raro y valioso para la ciencia.
La Expedición Cretácica I: ciencia en vivo desde la Patagonia
La “Expedición Cretácica I”, liderada por el Conicet en colaboración con la Fundación Azara y la National Geographic Society, comenzó el pasado 28 de septiembre y se extenderá hasta el 15 de octubre. Su objetivo principal es recuperar restos fósiles de dinosaurios carnívoros inéditos y continuar el trabajo iniciado en 2024, cuando se descubrió la garra del Bonapartenykus ultimus. El yacimiento cerca de General Roca, Río Negro, tiene una antigüedad de 70 millones de años y es uno de los sitios más ricos del mundo para estudiar la fauna prehistórica del Sur de América.
El equipo, compuesto por 14 investigadores encabezados por Agnolín, realiza prospecciones, excavaciones y extracción de fósiles con técnicas de alta precisión. Cada hallazgo se documenta meticulosamente y se prepara para su análisis en laboratorio. Matías Motta, becario del Conicet, explicó: “Nuestro objetivo sería recuperar piezas clave no solo de uno, sino de dos dinosaurios carnívoros de los que en años anteriores encontramos garras y huesos de la cola, conocerlos más, ver si son especies nuevas y entender qué valor tuvieron dentro de este ecosistema”.
El yacimiento ha entregado hasta ahora los restos más completos de mamíferos, reptiles, lagartos y nidadas de varios dinosaurios, lo que permite reconstruir un ecosistema completo previo a la extinción masiva causada por la caída de un meteorito. “Vamos a regresar a un yacimiento clave, donde años atrás se identificaron al menos diez especies nuevas de animales aún no nombradas”, aseguró Agnolín.
La expedición también tiene un fuerte componente de divulgación científica. La campaña se transmite en vivo a través del canal de YouTube y las redes sociales del LACEV, permitiendo interacción en tiempo real con los científicos. “Nuestro streaming va a ser diferente al del fondo del mar, porque nuestro viaje no es geográfico, no es que vamos a un mundo nuevo, sino que vamos a un mundo más bien temporal. A través de los huesos que encontremos, vamos a mostrar un mundo nuevo a través del tiempo”, explicó Agnolín.
Vuelve el streaming del CONICET para descubrir dinosaurios
Además, remarcó la importancia de acercar la paleontología a la sociedad: “Los espectadores van a poder vivir cómo es hacer ciencia en el medio de la nada con nosotros. Creemos que se está abriendo una nueva manera de comunicar ciencia, donde la gente vive exactamente lo que vive el científico”. La experiencia permite además fomentar vocaciones científicas y destacar la labor del Conicet en investigación paleontológica.
La logística de la expedición incluye prospecciones diarias, excavación manual, selección de capas sedimentarias y embalaje de fósiles para su transporte seguro. El uso de internet satelital de alta velocidad posibilita la transmisión en vivo de cada paso del proceso, desde la prospección hasta la extracción, haciendo que el público pueda seguir en tiempo real cómo se descubren y preservan los fósiles.