Economía y política

Zafamos la primera fase

El Gobierno esquiva usar reservas y busca aprobar la reforma laboral, aunque persisten dudas sobre las divisas.

Les tengo un presente, nefasto. Foto: Pablo Temes

Primer acto: Toto dice que puede comprar hasta 20.000 millones de dólares de reservas, dependiendo de las circunstancias. Segundo acto: el FMI le recuerda al Gobierno que debe acumular reservas. Tercer acto: Toto anuncia la emisión de deuda para pagar los compromisos de enero y, de esa forma, no tocar reservas. ¿Cómo se llama la obra? “No contaban con mi astucia”. De este modo, la administración libertaria patea el compromiso para adelante. Está agrandado: viene de ganar las elecciones por una diferencia no esperada, se convirtió en la primera minoría no peronista en Diputados después de 8 años y cuenta con el respaldo americano (aunque esta semana hubo algún ruido).

Así va terminando el año el Gobierno, entusiasmado con poder aprobar la reforma laboral durante el verano porteño. Pero, al margen de la estabilidad cambiaria y el retorno al mercado de crédito (local), no cesa el debate sobre el valor de la divisa y las amenazas que se pueden cernir sobre la economía vernácula. Esta semana se lo volvieron a marcar dos “kirchneristas” como Cavallo y Redrado, y también lo deslizó el tan mentado presidente del Banco Central peruano: sin reservas no hay paraíso. Solo una prueba: tenemos récord de turismo al exterior, el cual más que duplicará al de 2024. Parece que los campeones siguen comprando porque les parece barato (o porque, en un futuro no muy lejano, puede encarecerse mucho).

Otros detalles de la semana: 1) la OCDE corrigió la proyección de crecimiento del PBI argentino 2026, desde 4,3 a 3%; 2) si quitamos a la intermediación financiera, el EMAE de septiembre del INDEC daría negativo; 3) se cae la producción y exportación de vehículos; 4) bajó la coparticipación a las provincias en noviembre porque se cae la recaudación nacional por cuarto mes consecutivo (las provincias ajustan hacia abajo, lo cual les está trayendo dolores de cabeza a los municipios); y 5) la multinacional Mondelez, que fabrica golosinas muy populares, dejó de producir hasta enero (la calle sigue fría).

Pese a todo lo comentado, como dijimos hace dos semanas, existen suficientes datos políticos y económicos positivos como para prever que el león debería tener cierta paz hasta que empiece la segunda parte del año, cuando el flujo de divisas por exportación merme estacionalmente. Los dialoguistas en el Congreso mantienen su buena onda con el oficialismo, no por convencimiento sino por necesidad. Con el ajuste de hecho que están sufriendo las finanzas provinciales, y después del shock del resultado electoral, no les queda otra que bajar la cabeza y pedirle a “Tata Dios” que les abra alguna canilla, ya sea propia —difícil con el exigente objetivo de superávit fiscal para los próximos dos años— o ajena —la autorización a tomar empréstitos en el extranjero.

El presupuesto va a ser el primer test: ¿se cumplirán algunos pedidos de los caudillos provinciales al “Colo” Santilli? Algunos gestos de desagrado se empiezan a manifestar por estas horas. Es difícil conformar a todos los actores, sobre todo en un contexto de escasez y en un marco de fragmentación política inédito, lo cual vuelve más complejas las negociaciones. Sin embargo, por ejemplo, LLA va a extraordinarias con un texto de reforma laboral que no fue ni siquiera consensuado en el Consejo de Mayo y, más allá del desagrado sindical, tampoco terminó de conformar al empresariado industrial, uno de los afectados/necesitados de dicha ley. Uno de los industriales más poderosos del país dejó trascender cierto malestar con algunos artículos, además de estar fastidiado por la apertura a las importaciones chinas (que le pegan de lleno en su core business).

A partir de este 10 de diciembre el Gobierno estará en una mejor situación política-parlamentaria, lo cual eleva la vara respecto de lo que pueda lograr. Recordemos que arrancó como el oficialismo más débil desde 1983 y la actitud “perdonavidas” de los dialoguistas le permitió sortear los obstáculos. Después del fracaso de la Ley Ómnibus, que enmendó a mitad de 2024 con la más modesta Ley Bases, la mayor parte de este año LLA perdió casi todas las votaciones en el Congreso. ¿Habrá aprendido Chacarita? Si ahora la reforma laboral no sale, o sale escueta, ¿de quién será la culpa? Si tuviste los votos de la gente, tenés muchísimos más legisladores y, además, tenés el voto de oro de Trump, ¿qué te estaría faltando para que La Libertad Avance?

Capítulo aparte fue la conformación de los interbloques en el Congreso, particularmente en Diputados, lo cual ha traído varias novedades inestables (porque no se sabe si la foto pre 10 de diciembre se mantendrá en el tiempo, siendo lo más probable que haya idas y venidas). El gran Ignacio Zuleta dijo hace unas semanas que el resultado electoral del 26-O se iba a saber recién cuando se supiera cómo quedarían conformados los bloques. Tal cual, porque ahora tenemos un impensado “reentré” de Cambiemos, además de un Provincias Unidas con más poder de fuego del imaginado la noche del comicio. Los federales del norte están haciendo su parte y un personaje de bajo perfil como el gobernador sanjuanino Orrego decidió ser equidistante y quedarse con una estratégica minoría de dos soldados.

Axel dejó jirones en la negociación por la toma de deuda, sin la cual estaría ahogado. Ahora hay que ver si el Gobierno se lo autoriza o lo hace parir. Dentro del peronismo bonaerense se profundiza la percepción de que el personaje no tiene uñas de guitarrero para encabezar una renovación interna. El público propio, y mucho menos el ajeno, no lo ve como una figura distinta de Cristina. Por eso los adversarios internos lo aprietan: porque saben que en cualquier momento lo tienen entre la espada y la pared. La jefa sigue siendo lo más importante para el tercio pero-kirchnerista.

Gracias a las fuerzas del cielo (¿el Chiqui?) a la Argentina le tocó una fase inicial facilonga en el Mundial, pero que se puede complicar rápidamente en los 16avos de final. ¿Acaso es una analogía de lo que le podría esperar a la economía local?