PROYECTO EDUCATIVO

Con una película sobre salud mental, dos colegios ganan premios en festivales internacionales

El largometraje “Las escaleras de Luli”, producido por el Instituto Milenio de Villa Allende y el Nuevo Milenio de Unquillo, fue galardonado este año en Italia, India y Rusia. Utilizan el cine como herramienta pedagógica.

SEIS MESES DE RODAJE. Tanto en el elenco como en la producción, participaron alumnos, familiares, equipo docente y administrativos de ambas escuelas. Foto: GENTILEZA

La comunidad educativa del Instituto Milenio de Villa Allende y el Instituto Educativo Nuevo Milenio de la ciudad de Unquillo cosecharon este año tres distinciones internacionales. Lo lograron con el largometraje de ficción, de producción comunitaria, “Las escaleras de Luli”, que aborda el tema de salud mental y los adultos mayores. 

El filme fue dirigido por Cristian Salas, producido por la Fundación Josefina Valli de Risso y realizado de manera colectiva por miembros de la comunidad educativa, sin experiencia actoral.

Salas regresó días atrás de Rusia, donde la película ganó el Premio de la Prensa en el XXIII Festival Internacional de Cine y Teatro Amur Autumn Blagovéshchensk

“Fue una convivencia maravillosa y extraña en Rusia. En un marco de guerra, un evento cultural de tremenda magnitud hablando sobre la vida. Fue una experiencia surrealista”, dice Salas, autor del guión, actor y cineasta cordobés.

La película de género fantástico había recibido, meses antes, el primer premio al Mejor Largometraje en el Festival Internazionale d’Arte Cinematografica di Chia, en Italia, y seis premios en el IV Rani Durgavati International Film Festival, de Jabalpur, en India.

La película narra el recorrido onírico de Luli que para entregar con urgencia su libreta firmada, atraviesa tiempos y espacios donde lo real se mezcla con lo soñado. Se trata de un recorrido involuntario por distintos estadíos de la conciencia humana donde los personajes interactúan en universos distorsionados. 

La película, explica Salas, invita a reflexionar sobre el universo de los sueños, la salud mental y la vejez.

Poético y humano, el largometraje de 116 minutos, fue realizado colectivamente por más de 200 personas entre estudiantes, familias, docentes y administrativos de ambos colegios de las Sierras Chicas.

Salas explica que la investigación previa sobre este tema tan sensible derivó en debates filosóficos que permitieron construir un guión complejo. “Es una historia que intenta hacer varias preguntas respecto a la demencia, a los adultos mayores”, cuenta el director.

La película se rodó en 40 locaciones de la provincia de Córdoba: escenarios naturales, edificios antiguos y de relevancia histórica, en el paisaje urbano y turístico de la ciudad de Córdoba, de Sierras Chicas, de Punilla y en Miramar de Ansenuza, entre otros. El paisaje es un personaje. 

“Se convirtió en una obra de ingeniería gigante, que demandó muchísimo tiempo”, explica el director. 

Con una cámara de cine pequeña se embarcaron en un trabajo que duró tres años, con seis meses de rodaje. 

Una vez listo, iniciaron el camino de la presentación en festivales internacionales.

“Participar ya es un premio. Ganar un premio en un festival es superlativo. Estamos viviendo un sueño”, asegura Salas.

La producción general de la película es de Lucía Guillamondegui y la producción ejecutiva de Cecilia Bertone y Guillermo Risso. El equipo técnico también contó con participación cordobesa en todas sus áreas, desde la dirección de arte hasta la música original y el montaje.

 

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Una propuesta educativa

El Milenio y El Nuevo Milenio tienen orientación en Comunicación. El colegio de Villa Allende comenzó este camino de producción audiovisual a gran escala en 2012, con  “El silencio después de las bombas”, al cumplirse los 30 años de la Guerra de Malvinas (declarada de interés por el Ministerio de Educación de la Nación) y prosiguieron con otras sobre el general San Martín y Calderón de la Barca, entre otras.

Salas explica que “Las escaleras de Luli” no es sólo una experiencia cinematográfica colectiva sino una propuesta educativa y cultural que trasciende los formatos tradicionales. Esta experiencia, agrega, es también una apuesta a la formación artística en la escuela y al cine comunitario.

“Empezamos a organizar producciones lo más profesionales posibles para que los alumnos tuvieran una práctica real”, detalla. 

Yannick Constantin, profesor de cine y fotografía, asistente de dirección en la película, sostiene que el largometraje  trastoca el rol pedagógico y aborda los vínculos desde otro lugar. 

“La dinámica de trabajo de un rodaje permite transmitir in situ, y desde la práctica, aquello que enseñamos en las aulas. Además nos permite conocer y compartir jornadas de trabajo y disfrute con familiares y allegados de nuestros estudiantes y compañeros de trabajo. Eso fortalece los lazos y profundiza los aprendizajes a través de lo vivencial”, asegura.

Salas remarca que la producción audiovisual es un recurso que puede realizar cualquier escuela, aún con un celular. “Si una escuela se capacita  en cómo utilizar los recursos cinematográficos, puede contar historias. No será la de Hollywood, pero lo puede hacer. Ojalá que lo que hacemos sirva humildemente de inspiración para aquellos que piensan que es imposible con los recursos que  tienen”, opina.

Para Salas, el impacto de esta experiencia en la comunidad educativa fue “tremendo”. “La verdadera película es lo que pasa detrás de cámara. Cualquier obra requiere que le des el cuerpo y el alma,  te tiene que atravesar; la actuación artística es eso: dar desde lo más profundo de tu ser”, dice. “No somos los mismos después de eso y nos unifica de una manera hermosa: un alumno, un juez, personal de mantenimiento de la escuela, todos a la par. Nos pone en la misma línea, ya somos sólo personajes de la película, eso empapa en pertenencia”, agrega.

El director explica que este tipo de trabajo crea un buen clima de convivencia. “Suceden cosas personales y espirituales que salen de lo común en una escuela, pero a la vez la completan. Nos da plenitud porque sentimos que estamos haciendo un aporte a la sociedad porque las temáticas que tocamos son complejas, trascienden el aula”, dice.

 

 

Un proyecto escolar que se convirtió en vocación 

Simón Canziani Gigena (18 años) participó en el área de sonido del rodaje. Señala que fue una gran experiencia de trabajo y aprendizaje con una historia profunda. “Para el ámbito escolar, esta ‘peli’ significó y significa un proyecto muy grande, en el que se vieron involucradas muchísimas personas (...) Sobre todo para los que ya terminamos el ‘cole’, significa dejar una huella, un ‘algo' de nosotros, para la escuela”, opina.

Joaquín Lencina (18), con 16 durante el rodaje, participó en el área de fotografía y en el filmado del backstage. Cuenta que la película tuvo un impacto significativo en su vida: hoy estudia Cine y TV.

“El primer día los profes nos enseñaron las técnicas básicas que se necesitan en una filmación (luces, micrófonos, cámaras) y a gran velocidad nos fuimos adaptando. Esa experiencia me sirvió muchísimo porque son cosas que uso ahora en el desarrollo de mi carrera”, relata.

Milagros Villanueva (19) participó en el área de utilería y maquillaje. Tiene los mejores recuerdos. “El filme demuestra que se puede salir de una estructura tal vez más ortodoxa de trabajos escolares, los alumnos pueden aprender de otras formas. Además, visibiliza una temática muy cercana a todos, como es la llegada de la adultez, los temas que llegan con la vejez”, piensa. 

Maria del Mar Manrique (15) era Luli “En las escaleras de Luli”. Su protagónico ganó como mejor actriz en el festival de la India.  “Fue una actividad diferente y una oportunidad única. Compartí y conocí a muchas personas desde otro punto, fuera de lo escolar y fue enriquecedor. Me divertí mucho y gané aprendizajes para mi vida”, dice.  Agrega que nunca olvidará el día que le anunciaron que sería la protagonista de esta historia. 

Alejo Gingins (19) trabajó como asistente de cámara y eléctrico en el rodaje de la primera mitad de la película. “Me mostró un tipo de producción dentro del audiovisual que me gustó y me llevó a elegir Cine como carrera cuando egresé (...) Espero seguir colaborando con la comunidad que me prestó toda esa experiencia tan hermosa”, dice.

 

Trailer

La película aún no se puede ver en plataformas o en salas ya que está siendo exhibida en el circuito de festivales. El trailer puede verse ingresando a https://youtu.be/R0EcwFVi4wo?si=VKjXvRsYFpjZ9BTh