ELECCIONES LEGISLATIVAS 2025

García Elorrio explica su alianza con Carrió y López Murphy y su meta por la novena banca

El líder de Encuentro Vecinal defendió la alianza “de parejos” con la Coalición Cívica y Republicanos Unidos, apuntó a la novena banca y adelantó una Ley de Políticas Públicas, “agenda de los débiles” y cambios sobre aborto y pymes.

Aurelio García Elorrio en los estudios de Punto a Punto. Foto: Cedoc Perfil

Aurelio García Elorrio contó los detalles de la alianza de Encuentro Vecinal con la Coalición Cívica y Republicanos Unidos, defendió la fidelización del voto como estrategia para disputar la novena banca y cuestionó el “abuso” de listas en Córdoba en plena campaña.

En el marco de la ronda con candidatos de Punto y Aparte, Punto a Punto Radio (90.7), García Elorrio planteó que el acuerdo “de parejos” combina republicanismo, economía y trabajo territorial, y que los votos genuinos le darán agenda para impulsar una Ley de Políticas Públicas y su “agenda de los débiles”.

¿Cómo se armó la alianza con Lilita Carrió y con López Murphy?
— Arrancó con un llamado de Lilita. Me conocía por Gregorio Hernández Máqueda y me planteó que su partido en Córdoba quería hacer una alianza con nosotros. Después vino Juan Teruel, de Carlos Paz, y en paralelo Republicanos Unidos, de López Murphy se acercó también. Juntos por el Cambio se disolvió y ellos estaban buscando otro horizonte. Para nosotros fue grande: veníamos de ir solos a elecciones para consolidar papeles y votos. Esto es una alianza de parejos. Ellos son partidos nacionales, pero, en Córdoba, estamos en la misma envergadura. Nosotros tenemos desarrollo en capital y Gran Córdoba; en el interior es más bravo, es otra pelea.

¿Qué aporta cada espacio y qué los cruza?
— Nosotros somos más de principios: la familia, la vida. Los de Lilita son muy claros en republicanismo y división de poderes. Los de López Murphy saben economía de verdad; con cualquiera que hablo te discute un programa. Y hay un denominador común: ética e instituciones. Además, cuando dependés de megaestructuras, te olvidás del territorio. La política es hablar con la gente y detenerse con la gente. Eso no lo arregla un Zoom ni lo tapa un TikTok.

Meta: disputar la novena banca con voto fidelizado

¿Cuántos votos se necesitan para entrar?
— Para las primeras bancas el piso es alto. La novena muchas veces entra por saldos. Ahí está la chance de las fuerzas medianas. Si los dos primeros polarizan y se van arriba, atrás queda poco. Pero con un caudal consistente se pelea. No es magia: es entender que el reparto no es lineal y que la polarización te corre el arco.

Si representan valores claros, ¿por qué cuesta crecer masivamente? 
— Habrá errores nuestros y condiciones del sistema. Mucha gente busca voto útil; si no te ve en la conversación, se va. Yo aprendí que el secreto es fidelizar. El que llega a un piso firme en Córdoba se vuelve actor. Capaz no gobernás, pero nadie gobierna sin vos. Eso es voto duro: el que se queda. Fuera de las grandes maquinarias, la izquierda y nosotros ponemos esos votos siempre. Queremos crecer un poco más para tener agenda.

¿Van a venir Carrió o López Murphy a reforzar la campaña?
En principio, no. El 7 de octubre me junto con López Murphy para conocernos; a su gente en Córdoba la conozco. Lilita tiene limitaciones para viajar. Y hay un punto político: si te apoyás en el voto que baja de arriba, después no sabés cuáles son tuyos de verdad. Nosotros queremos que nos cuenten los votos genuinos y fidelizados para poder exigir agenda.

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Dijiste que “salieron de pobres” en esta elección. ¿Cómo están financiando?
— Con los aportes nacionales que corresponden. Asociarte con partidos que jugaron en primeras ordena los recursos. Antes, con la boleta de papel, muchos se financiaban con lo que sobraba de impresión. Nosotros devolvíamos; en 2021 devolvimos una cifra grande. Ahora, al ir en sociedad, lo que nos toca es decente y alcanza para afiches, redes y aire. Y seguimos igual: no le pedimos un peso a nadie.

Hay dieciocho listas. ¿Ves estructuras “armadas” desde el oficialismo?
— Es absolutamente anormal. Algunas se han hecho desde la Casa de Gobierno. Se va a ver cuando rindan cuentas y se compare cartelería en la calle con lo que recibieron. Esta vez se les fue la mano sponsoreando. No juegan las dieciocho en serio. Es un abuso.

La irrupción de Natalia de la Sota, que aparece tercera, ¿mueve el reparto?
. Va a beber de tres corrientes: peronismo por el apellido, voto K y voto independiente que la mira como novedad. No me extraña que pase los diez puntos. Con ese número mete uno y puede pelear otro por saldo, según cómo se acomoden los de atrás.

Ley de Políticas Públicas; agenda frente a narco, aborto y pymes

Si llegás al Congreso, ¿cuál es tu primer proyecto?
— Una Ley de Políticas Públicas. Cuando una ley consigue dos tercios, va a un catálogo que es parte del orden público: el que gobierna cumple y la oposición controla. Acá vivimos de la grieta: si no existe, la inventan. No vas a sacar un gran pacto de entrada, pero sí acuerdos puntuales, semana tras semana, que reconstruyan cultura de encuentro. Un ejemplo concreto es el CONICET que no puede quedar atado a los vaivenes del gobierno de turno; y en minería tiene que haber reglas ambientales unificadas para proyectos de litio, oro o cobre. Eso no puede depender del humor del día.

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Mencionaste la “agenda de los débiles”. ¿De qué se trata?
— Cuando Milei dio vuelta todo y Sturzenegger sacó la motosierra, Rodrigo Agrelo nos dijo: “Pónganse al lado de los más débiles y no se van a equivocar”. Eso es lo que hacemos. En los barrios hay chicos que si no encuentran un proyecto de vida a tiempo, el narco se los lleva. Hay que trabajar al lado de la escuela, mostrar oficios, fábricas, universidades, cultura, ponerlos en contacto con la belleza de Córdoba. Eso lo pensó Don Bosco hace dos siglos: prevenir, no llegar cuando ya es tarde.
Y está el tema del aborto. En Córdoba hay miles de prácticas por año entre el sistema público y el privado. La ley que se aprobó es muy salvaje porque permite interrupciones tardías por salud o violación con declaración jurada; en San Francisco vi un caso de 32 semanas donde el Gobierno mandó una brigada de médicos. Eso hay que retocarlo. Si la gente supiera cómo se hace un aborto de ocho meses, se arma un lío enorme: lo descerebran para que nazca muerto. Eso no puede seguir así.
Y me preocupa el mundo pyme: el pequeño empresario y el trabajador quedan débiles por los juicios que te pueden fundir una empresa. Si un emprendedor frena porque no quiere arriesgarse a una demanda, perdemos empleo real. Hay que ordenar eso para que se anime a tomar gente.

¿Dónde se ven en el mapa inmediato?
— En 2023, con la polarización, Agrelo sacó un número que nos ubica. De ahí queremos subir y competir por la novena banca. Siempre aparecen cisnes que cambian el clima, pero seguimos creciendo. Lo que buscamos no es figurar: es tener voz y agenda. Cuando Córdoba elija gobernador, quiero que vengan y pregunten cuál es nuestra agenda. Hace trece años que espero eso.