San Juan Diego Cuauhtlatoatzin: el indígena elegido para recibir el mensaje de la Virgen de Guadalupe
San Juan Diego, vidente de Guadalupe, es recordado hoy en el santoral católico por su humildad, su fe profunda y el mensaje que transformó la historia espiritual del continente.
El 9 de diciembre el santoral católico celebra a San Juan Diego Cuauhtlatoatzin, el indígena chichimeca que, según la tradición, recibió las apariciones de la Virgen de Guadalupe en 1531. Su figura se ha convertido en un símbolo de fe, identidad y encuentro entre culturas, con una devoción que continúa creciendo en todo el mundo.
San Juan Diego, el mensajero de Guadalupe
Nacido en Cuautlitlán hacia 1474, Juan Diego fue uno de los primeros indígenas en recibir el bautismo tras la llegada de los misioneros franciscanos. Fuentes en inglés como la Basilica of the National Shrine of the Immaculate Conception describen su personalidad como humilde, silenciosa y profundamente espiritual, cualidades que, según la tradición, lo convirtieron en instrumento del mensaje mariano.
Según las crónicas recogidas en textos como The Story of Guadalupe y testimonios recopilados en italiano por el Pontificio Collegio Messicano, la Virgen se le apareció cuatro veces en el cerro Tepeyac. Allí le pidió que solicitara al obispo la construcción de un templo donde ella pudiera escuchar y consolar a sus hijos. Juan Diego transmitió fielmente el mensaje, enfrentando incredulidad y dudas.
El milagro más conocido, descrito en numerosas fuentes anglófonas, ocurrió el 12 de diciembre, cuando Juan Diego desplegó su tilma ante el obispo Zumárraga. De acuerdo con la tradición, la imagen de la Virgen quedó impresa de manera inexplicable en la tela. Este suceso continúa siendo objeto de estudio científico, especialmente en publicaciones estadounidenses dedicadas al arte sacro y materiales textiles.
La devoción a San Juan Diego se expandió rápidamente después de su canonización en 2002, destacada en recursos del Catholic News Agency y Vatican.va en su versión inglesa. Hoy es considerado patrono de los pueblos indígenas y un puente espiritual que une América Latina con el resto del mundo. Su figura representa la posibilidad de diálogo entre culturas y la fe expresada desde la sencillez.
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Entre las oraciones más difundidas se encuentra la invocación en inglés “Prayer to Saint Juan Diego”, publicada por la USCCB, que pide humildad, audacia en la fe y disponibilidad para escuchar la voluntad divina. Los peregrinos también rezan para que él acompañe sus procesos de sanación interior y protección familiar.
Además de San Juan Diego, el 9 de diciembre se recuerdan a otros santos como Santa Leocadia de Toledo y San Cirilo de Tesalónica, mientras que esta semana el santoral incluye figuras relevantes como la Inmaculada Concepción (8 de diciembre) y San Juan Damasceno (4 de diciembre), muy celebrados en comunidades católicas internacionales.
En la Ciudad de Buenos Aires, uno de los espacios donde se venera con especial devoción a San Juan Diego es la Basílica Nuestra Señora de Guadalupe, en Palermo. Allí los fieles se acercan durante diciembre para agradecer favores, dejar flores y rezar ante la imagen que recuerda la tradición guadalupana.