SANTORAL CATÓLICO

Santa Isabel: la madre de Juan el Bautista cuya fe anticipó al Mesías

Mujer justa y pariente de María, su milagrosa maternidad en la vejez y su profundo reconocimiento de Jesús la convierten en un pilar del Evangelio

Santa Isabel: la madre de Juan el Bautista cuya fe anticipó al Mesías Foto: CEDOC

El 5 de noviembre, el santoral católico honra a Santa Isabel, madre de San Juan Bautista y esposa del sacerdote Zacarías. Descendiente de la línea sacerdotal de Aarón, el Evangelio de Lucas la describe como una mujer justa y piadosa, que vivía una vida irreprochable. A pesar de su devoción, su esterilidad y su avanzada edad eran motivo de aflicción, una condición considerada una desgracia en su cultura.

El gozo y la virtud de Santa Isabel

La vida de Isabel es un testimonio de la fidelidad de Dios. Siendo ya ancianos, el Arcángel Gabriel se apareció a su esposo Zacarías en el Templo para anunciar que Isabel concebiría un hijo, al que deberían llamar Juan. Este hijo sería grande ante el Señor y prepararía el camino para el Mesías, un milagro que llenó de gratitud y humilde alegría a Isabel.

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Su fe resplandece con mayor intensidad durante el evento de la Visitación. Cuando su joven pariente, la Virgen María, la saluda, el bebé en su vientre "saltó de gozo". Isabel, llena del Espíritu Santo, pronunció la aclamación inmortal: "Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre".

Este pasaje subraya su papel fundamental en la historia de la salvación, siendo la primera en reconocer a Jesús en el vientre de María y confirmando la verdad de la Anunciación. Su gozo no era solo por su propio hijo, sino por la presencia del Señor que llegaba a su casa.

La frase de Isabel, "Bendita tú entre las mujeres...", se integró en la oración del Ave María a partir de la época medieval, perpetuando su figura en la devoción católica global. Su vida enseña la virtud de la paciencia en la prueba y la humildad para acoger los planes divinos, por más inverosímiles que parezcan.

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A Santa Isabel se la considera patrona de las mujeres embarazadas y de aquellas que desean concebir, intercediendo por la bendición de la vida. Su ejemplo anima a acoger la voluntad de Dios, incluso cuando la esperanza humana parece agotada, confiando en Su misericordia.

Devoción y oraciones a Santa Isabel, la madre de Juan el Bautista

La devoción a Santa Isabel se mantiene viva en la Iglesia, que celebra su memoria (junto con San Zacarías) el 23 de septiembre en el calendario romano, aunque algunas tradiciones litúrgicas la conmemoran el 5 de noviembre.

Una oración tradicional la invoca así: "Oh, gloriosa Santa Isabel, pariente amada de María, Madre de Dios, ayúdanos a obtener el deseo más cercano a nuestro corazón... que nuestros hogares, como el tuyo, se llenen del Espíritu Santo. Santa Isabel, ruega por nosotros".

En esta jornada, la Iglesia también recuerda a otros santos como San Zacarías (su esposo, en muchas tradiciones) y a Santa Isabel de Hungría (en algunas formas del Santoral). En los días venideros, el santoral nos invitará a la reflexión con figuras como San Leonardo de Noblac (6 de noviembre) y San Ernesto (7 de noviembre), modelos de fe para la Iglesia.