River impuso su jerarquía en Varela

Cuando se cruzan dos de los mejores equipos del último lustro, es raro que el partido sea apagado como tantos otros en el fútbol argentino. Por suerte existen el River de Marcelo Gallardo y el Defensa y Justicia de Sebastián Beccacece. El resultado de ese encuentro siempre será atractivo, y la mejor muestra es lo que sucedió anoche en Florencio Varela: River ganó 2-1, pero más allá del resultado, lo que estuvo bien fue el partido.  

Fue un choque de estilos colectivos y también de individualidades. Porque los aceitados funcionamientos de ambos muchas veces se rompieron por una genialidad o una buena intervención de un jugador específico. El primer gol de River, a través de un tiro al primer palo de Enzo Fernández (¿podría haber hecho algo más el arquero Unsain?), o el segundo, con un remate a colocar y esquinado de Santiago Simón, pusieron en elocuencia eso. 

Del lado de Defensa y Justicia, por presupuesto e historia, quizás falla justamente esa jerarquía individual que puede destrabar un partido. Es entendible y hasta lógico. ¿Otro ejemplo para graficar porque se impuso River en la noche de Varela? Las diagonales y la movilidad de Merentiel complicaron a toda la defensa de River. El delantero iba de izquierda a derecha y de derecha a izquierda, y lograba filtrarse entre la última línea del equipo de Gallardo. Claro que todo ese trabajo impecable que hacía sin la pelota, no lo podía trasladar a lo que hacía con la pelota en los pies: en el primer tiempo, Merentiel erró tres mano a mano contra Armani. Le faltó ese último toque para decorar un gran trabajo, a veces invisible.

Quizás, si Merentiel hubiese sido más efectivo, el desenlace hubiera cambiado. Porque Defensa apenas logró descontar con un gol de Walter Bou de carambola que homologó el VAR y a partir de allí amagó con el empate, como River amagó con estirar la ventaja.

Lo dijo su entrenador al término del partido: Defensa estuvo a la altura de este River, y eso ya concede cualquier atisbo de elogio.  

Y en ese ida y vuelta final, todo terminó como estaba: con el equipo de Gallardo festejando y subiéndose al segundo puesto de la tabla, a apenas dos puntos del líder Racing. Ahora, solo queda seguir así.