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Consumo privado: cuáles son los sectores que más impulsaron el crecimiento que celebra el Gobierno

El análisis del crecimiento de 11,8% interanual en el consumo privado durante el primer trimestre muestra diferencias según los rubros.

Consumo Foto: CEDOC

En el primer trimestre de 2025, el Producto Interno Bruto (PIB) registró un crecimiento 5,8% con respecto al mismo período del año pasado y de 0,8% en comparación con el último trimestre del 2024.

Uno de los datos que más llamó la atención y celebraron desde el Gobierno, es el de consumo privado, que aumentó 11,6%. En términos desestacionalizados, el primer trimestre de 2025 fue el mayor de la historia (+0,6% vs. el récord previo del cuarto trimestre de 2017), resaltaron desde el Ministerio de Economía.

El presidente Javier Milei no dejó pasar la ocasión hacer un posteo al respecto desde su cuenta de la red social X: “FIN DEL RELATO DE PERIODISTAS BASURA (90%) Y ENSOBRADOS. Parece que un crecimiento del 11,6% del consumo privado con un PIB que lo hizo al 5,8% es un tremendo dato. Pero el consumo cae ñañañañaña… Fin”.

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Desde la consultora LCG señalan que el crecimiento trimestral “perdió fuerza respecto a la dinámica previa y, por indicadores paralelos a los de cuentas nacionales, cabe pensar que la expansión del consumo no es generalizada sino más bien concentrada en bienes durables apalancada por el rol creciente de los créditos”.

También destacan que dentro del consumo privado se incluyen bienes y servicios nacionales e importados y, obviamente, estos últimos no cuentan como PBI. En ese sentido, señalan que en el primer trimestre de 2025, el 80% de la suba del consumo se explicó por demanda de consumo importado (+37% interanual) y apenas 20% por consumo nacional (+3,1%interanual). 

“Esta dinámica no deja de ser un reflejo de las tensiones que suelen surgir con la restricción externa en períodos de crecimiento, máxime si el tipo de cambio luce atrasado”, indica el reporte de la consultora.

"El dato la verdad es que fue muy bueno, mejor al esperado y es entendible la euforia del gobierno porque era justamente algo que se le venía criticando mucho, diciendo que el consumo no arranca o que está por el piso. Esta medición es mucho más grande que la del consumo masivo, donde el supermercado representa el 5% del consumo total", afirmó Daniel Schteingart, director de Fundar, ante la consulta de PERFIL.

Para el economista, surge la duda de "qué tan sostenible un aumento del consumo basado en importaciones, y eso te mete presiones sobre los dólares".

Los más beneficiados en el aumento del consumo

Por otro lado, Schteingart sostuvo que, aunque los consumos que más crecieron son los asociados con los ingresos más altos, como turismo al exterior,  electrodomésticos, auto 0 km, no se puede establecer un aumento de la desigualdad. "Eso cerraría perfecto si los ingresos o la inflación del 10% de los más ricos hubieran subido mucho más con respecto al 10% de los más pobres, pero no ocurrió ninguna de las dos cosas con claridad".

"Sin embargo, el hecho de que esté creciendo más el consumo de cierto tipo de productos que se asocian más a hogares de ingresos altos, da la pauta de que, en teoría, quienes están pasándola mejor son los más beneficiados por el modelo de Milei, es decir los estratos más acomodados", añadió.

En ese sentido, el economista teorizó que aunque los ingresos mensuales no hayan crecido más para los ricos, sus activos sí lo hicieron, ya que bonos y acciones (más comunes en los sectores altos) duplicaron su valor. "Por ejemplo, alguien que tenía bonos por US$ 50.000 en 2023 ahora puede tener US$ 100.000. Esa ganancia patrimonial podría estar traduciéndose en consumo extraordinario, como un viaje o la compra de un electrodoméstico".

Perspectivas para el consumo

Con respecto a las perspectivas para el segundo trimestre, el director de Fundar sostuvo que “marzo fue un mal mes por la inflación de 3,7%, pero abril y mayo con desaceleración esa inflación y una recuperación de por adquisitivo que debería reflejarse en consumo, me imagino un segundo trimestre estable, con respecto al primero”

Leo Anzalone, director del CEPEC, consideró que "la recuperación del consumo observada en los últimos meses no está garantizada ni consolidada. Su continuidad dependerá de una serie de factores que, de no mantenerse estables o en mejora, podrían revertir la tendencia positiva. En primer lugar, el proceso de desinflación debe sostenerse. Si los precios vuelven a acelerarse, especialmente en alimentos o servicios regulados, los hogares podrían volver a retraer sus decisiones de compra".

Otro de los factores que considera es la recuperación de los ingresos reales, por paritarias, políticas de ingresos o mejoras en la productividad laboral. "Sin poder adquisitivo real, no hay margen para una expansión sostenida del consumo. Por otra parte, el financiamiento al consumo  también necesita estabilidad macroeconómica y regulatoria para seguir expandiéndose. Cualquier sobresalto cambiario, suba abrupta de tasas o restricción crediticia puede interrumpir ese canal de recuperación", señaló Anzalone.

Y agregó: "El consumo es altamente sensible a la expectativa futura. Si se reinstala el clima de incertidumbre, las familias tenderán nuevamente a postergar compras, mantener liquidez y retraer consumos durables. La clave será, por tanto, consolidar una percepción de estabilidad económica sostenida".

 

LM