PBI BAJO LA LUPA

Crecen las dudas sobre cuánto crecerá la economía

El ministro Martín Guzmán calculó que el PBI de este año estará en un rango de entre el 2,5% y 4,5%, pero algunas consultoras hablan de un modesto 3% debido a la sequía y a la restricción en el acceso a los dólares.

Actividad. El Gobierno espera crecimiento pero el FMI revisó hacia la baja el crecimciento mundial. Foto: cedoc

La actividad económica creció durante el año pasado un 10,3% y recuperó gran parte de lo perdido en 2020, cuando el Producto Bruto Interno (PBI) bajó un 9,9%, informó el pasado miércoles el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec).

Sin embargo, el Estimador Mensual de la Actividad Económica (EMAE), que reúne varios de los indicadores que conforman el PBI, mostró en diciembre una suba de solo el 0,9% respecto a noviembre, y del 9,8% respecto a igual mes de 2020, cuando se salía de la pandemia.

El Ministerio de Economía destacó, en base a los datos del Indec, que comparado contra diciembre de 2019, es decir antes de que asumiera Alberto Fernández, crecieron 11 de 15 sectores. Las mayores subas se dieron en construcción, con el 17,3%; la industria, 15,3%, y el comercio, con el 13,8%.

La mirada está puesta ahora sobre cuánto crecerá la economía este año en medio de la falta de dólares, que afecta la compra de insumos para la industria, y la sequía, que reducirá la producción de maíz y soja, principalmente.

Según el borrador del acuerdo que el Gobierno intenta firmar con el Fondo Monetario Internacional (FMI), el PBI crecerá este año entre un mínimo del 2,5% y un máximo del 4,5%.

Pero lo cierto es que las cosas no comenzaron bien. Solo en enero, la industria habría mostrado una caída del 3% interanual debido a “paradas técnicas”, el ausentismo por el covid-19 y los cortes de energía, según las primeras estimaciones oficiales.

Con las arcas exhaustas del Banco Central como telón de fondo, el presidente de la Unión Industrial Argentina (UIA), Daniel Funes de Rioja, se quejó a comienzos de febrero por las nuevas restricciones que enfrentan las empresas para hacerse de dólares y comprar insumos.

“No estamos pidiendo nada que no merecemos, no estamos acumulando stock para 2023, sino para producir ahora”, dijo Funes de Rioja y advirtió que sin esos insumos “podríamos comenzar a tener paradas en las líneas de producción”.

De manera similar, el Centro de Estudios Económicos y Sociales Scalabrini Ortiz (CESO) apuntó que, “dada nuestra estructura productiva dependiente de las importaciones de bienes de capital e insumos intermedios, que el PBI crezca un 1% implica importaciones adicionales por US$ 2 mil millones; por lo tanto, para crecer un 4% (este año) se necesitan unos US$ 8 mil millones”.

El problema, según destacó el CESO, es que esos dólares “hay que conseguirlos con las limitadas fuentes” con las que cuenta el país.

“Si lo que se necesita para achicar el déficit (fiscal) manteniendo el gasto primario es que crezca la economía”, como propone el Gobierno ante el FMI, “para poder concretar ese crecimiento lo que se van a necesitar son dólares”.

Por su parte, la consultora Ecolatina estimó que “la economía moderará su crecimiento, avanzando menos del 3% promedio durante el año, en línea con el arrastre estadístico que dejó 2021”.

Incluso “evidenciamos una dinámica de la actividad todavía insuficiente para que se alcancen en términos del PBI per cápita los niveles previos a la crisis del covid-19”, dijo la consultora.

Un crecimiento del 3% también resultó el promedio que estimaron las consultoras que participaron del último Relevamiento de Expectativas del Mercado (REM) que realizó el Banco Central.

A la falta de divisas y la precaria situación financiera, se les agrega la sequía que afecta los cultivos de invierno.

En ese marco, la cosecha de soja podría llegar este año a los 40,5 millones de toneladas, por debajo de los 44 millones del año pasado, y de lo que se obtenga, un 28% estará en condiciones regulares a malas, según estimaciones de la Bolsa de Comercio de Rosario.

La fuerte sequía de diciembre y hasta mitad de enero y las escasas lluvias en el centro de Argentina hacen temer que la actual campaña de soja sufra un “desastre productivo” como el de 2018, cuando la cosecha no superó los 37,8 millones de toneladas, dijo en su informe la BCR.

Para tener una dimensión de la importancia de este cultivo, el año pasado Argentina exportó productos por US$ 78 mil millones, y de esa facturación, un tercio correspondió al complejo sojero, con semillas, harina, aceite y “desperdicios”, en un contexto de elevados precios y una gran cosecha.