ANTES DE LAS ELECCIONES

Ricardo Arriazu habló sobre el dólar, las bandas de flotación y los escenarios post electorales

Uno de los economistas que más respeta Javier Milei señaló hace unas horas en un evento privado que es crucial para el gobierno mantener el tipo de cambio a raya. “Si se les va, pierden las elecciones rotundamente”, aseguró. También se refirió a los posibles escenarios post elecciones y al Presupuesto 2026.

Ricardo Arriazu Foto: CeDoc

El economista Ricardo Arriazu volvió a marcar distancia con la política cambiaria del Gobierno y advirtió que el actual esquema de bandas de flotación es una fuente de inestabilidad más que un ancla de previsibilidad. En una disertación ante un auditorio de ejecutivos en IEB Banca Privada, uno de los economistas más escuchados por Javier Milei, defendió la necesidad de “un sistema cambiario coherente con la estructura real de la economía argentina”.

“Estoy completamente en contra de las bandas de flotación”, lanzó sin rodeos. “Argentina es un país bimonetario: el peso sirve para pagar sueldos e impuestos, pero todo lo importante —ahorro, inversión, transacciones grandes— se hace en dólares. Por eso, cada vez que el tipo de cambio se mueve, tiembla todo”.

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Para Arriazu, el esquema actual no corrige las distorsiones, sino que las posterga. “Las bandas son un intento de controlar expectativas con un instrumento que no tiene poder real de control. Mientras el mercado perciba que hay techo y piso, los agentes van a jugar con eso. Es un sistema que invita a especular”, explicó.

“Si se les va el dólar, pierden las elecciones”

La advertencia política no tardó en llegar. Según Arriazu, el Gobierno está decidido a mantener el dólar dentro de la franja acordada, aun a costa de intervenir. “Van a hacer lo imposible para que no se les vaya el tipo de cambio”, sostuvo. “Si se les escapa, pierden las elecciones rotundamente.”

El economista describió la actual coyuntura como una combinación de expectativas frágiles y decisiones inconsistentes. “Cuando sube el dólar por razones estacionales, la respuesta es comprar reservas con recursos del Tesoro. Después eliminan instrumentos como las LEFIs y liberan pesos que presionan sobre la demanda de divisas. Es la misma historia: política fiscal, monetaria y cambiaria que no se hablan entre sí.”

Contra la ilusión del control

Más adelante en su charla, el economista comparó el esquema vigente con “una represa de papel”: sostiene el flujo mientras no haya presión. “Las bandas transmiten la ilusión de que hay control. Pero cuando las reservas son bajas, la inflación persiste y la brecha se amplía, lo que hacen es fijar el momento exacto en que se rompe todo.”

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A su juicio, el desafío del equipo económico no pasa por mover los límites de la banda, sino por redefinir el régimen. “Mientras no haya confianza, el mercado no flota: se hunde o se dispara. Para flotar se necesita equilibrio, y Argentina todavía no lo tiene”, subrayó.

Escenarios políticos y confianza

En su análisis político, Arriazu fue igual de categórico. “Después de las elecciones hay dos alternativas: o el Gobierno consigue un tercio en alguna cámara, o no. Si no lo logra, volvemos a la Argentina de siempre: parálisis, bloqueo y desgaste. Un presidente sin poder no aguanta mucho”, evaluó.

El economista sostuvo que la recuperación dependerá más de la consistencia institucional que de los instrumentos técnicos. “Podemos tener bandas, crawling peg o dolarización, pero si no hay credibilidad, nada sirve. La confianza es la única política económica que no se imprime.”

“No tengo esperanza de que vayamos a cambiar”

Aun con su diagnóstico crítico, Arriazu dejó una última reflexión sobre el potencial del país: “Argentina podría crecer al 5% anual si corrigiera sus errores de diagnóstico y coordinara políticas. Pero somos tan tontos razonando que no tengo esperanza de que vayamos a cambiar.”

Con ese cierre, su exposición se transformó en algo más que una clase de economía: fue una advertencia política y técnica a la vez.

En un contexto donde el Gobierno busca mantener la calma cambiaria a toda costa, Arriazu recordó que las bandas, más que un escudo, pueden terminar siendo una trampa.

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