Donald Trump exige prisión para el alcalde y el gobernador de Illinois y amenaza con enviar más tropas a Chicago
El presidente de Estados Unidos recrudeció su enfrentamiento con las autoridades demócratas, a quienes acusa de no proteger a los agentes federales de inmigración.
El presidente estadounidense, Donald Trump, intensificó este miércoles sus ataques contra las autoridades de Chicago al pedir abiertamente prisión para el alcalde Brandon Johnson y el gobernador de Illinois, J.B. Pritzker, ambos demócratas. A través de su red social Truth Social, el mandatario acusó a los funcionarios de “no proteger a los agentes de ICE” durante los operativos migratorios que su gobierno impulsa en la ciudad.
El enfrentamiento entre Trump y las autoridades locales viene escalando desde el inicio de la operación “Midway Blitz”, una campaña de redadas liderada por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) que busca detener y deportar a inmigrantes sin papeles. Las acciones, centradas principalmente en barrios del sur de Chicago, generaron una ola de protestas ciudadanas y denuncias por abuso de poder tras varios incidentes con heridos.
Trump señala que los funcionarios "no protegen a los agentes del ICE".
A pesar de las críticas, Trump defendió la presencia de agentes federales y tropas de la Guardia Nacional en las calles, argumentando que Chicago atraviesa un “crimen rampante”. Cerca de 500 soldados ya fueron enviados desde Texas e Illinois, y el presidente insinuó que podría recurrir a la Ley de Insurrección, una medida excepcional que le permitiría militarizar completamente la ciudad.
Sin embargo, los datos oficiales del Departamento de Policía de Chicago contradicen ese diagnóstico. Las estadísticas más recientes muestran una reducción del 28% en los homicidios respecto al año pasado y de casi un 50% en comparación con 2021, lo que debilita el argumento del Ejecutivo sobre una supuesta ola delictiva.
La respuesta de los funcionarios vía X (ex Twitter)
El alcalde Brandon Johnson y el gobernador J.B. Pritzker presentaron demandas judiciales para bloquear las operaciones de ICE, acusando al presidente de vulnerar derechos constitucionales y criminalizar comunidades enteras. Ambos remarcaron que las redadas y el despliegue militar “no buscan seguridad, sino control político”.
Las imágenes de las protestas, con detenciones violentas y helicópteros sobrevolando de noche los barrios más pobres, alimentaron el debate sobre el uso de las fuerzas federales con fines políticos. En redes sociales, la etiqueta #ChicagoResiste se volvió tendencia entre quienes denuncian el autoritarismo del gobierno republicano.
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Las respuestas a la Casa Blanca
El gobernador J.B. Pritzker fue uno de los primeros en responderle al presidente. En su cuenta de X, advirtió que “Trump ahora pide el arresto de representantes electos”, y calificó el hecho como una “señal inequívoca del camino hacia el autoritarismo”. En declaraciones recientes, incluso sugirió que el mandatario actúa movido por “una fijación obsesiva con Illinois o por demencia”.
Por su parte, el alcalde Brandon Johnson también se mantuvo desafiante. “Esta no es la primera vez que Trump intenta arrestar injustamente a un hombre negro”, escribió en un mensaje que rápidamente se viralizó. Además, acusó a las fuerzas federales de “crear miedo, separar familias y patrullar las calles como si fuera un territorio enemigo”.
Las tensiones siguen en aumento. Con las redadas en marcha y los militares apostados en la ciudad, Chicago se convirtió en el nuevo epicentro de la disputa entre el gobierno federal y los estados demócratas, en plena antesala electoral. El conflicto, lejos de apaciguarse, parece marcar el tono de una nueva etapa de polarización en Estados Unidos.
TC