Peso político y jurídico

Por qué se cataloga como “narcofemicidio” el triple crimen de Florencio Varela

La coordinadora del Observatorio de Violencia de Género bonaerense, Laurana Malacalza, explicó que la figura de narcofemicidio permite visibilizar cómo las violencias de género se entrelazan con la narcocriminalidad y adquieren rasgos específicos en contextos de narcomenudeo.

Malacalza Foto: CEDOC

“La importancia de cómo nombramos las violencias no es menor”, sostuvo Laurana Malacalza, coordinadora del Observatorio de Violencia de Género de la Defensoría del Pueblo bonaerense. La funcionaria explicó que el gobernador Axel Kicillof “no solo reafirmó la carátula de femicidio de Lara, Morena y Brenda, sino que la enmarcó como un narcofemicidio”, una categoría que busca dar cuenta de las particularidades que adquiere la violencia de género “cuando acontece en contextos de narcocriminalidad o de narcomenudeo”.

Según Malacalza, este tipo de crímenes requieren ser nombrados con precisión, ya que “no todos los asesinatos de mujeres se enmarcan como femicidios”: para que así sea, deben probarse relaciones de poder y dominación que revelen un contexto de violencia de género explicó en Modo Fontevecchia, por Net TV y Radio Perfil (AM 1190).  

Luciana Malacalza es licenciada en Historia e investigadora en proyectos de género y derechos humanos. Actualmente es coordinadora del Observatorio de Violencia de Género de la Defensoría del Pueblo de la provincia de Buenos Aires.

Me gustaría entender, desde su perspectiva, la importancia que tienen los términos cuando se utilizan, casi en un sentido bautismal de lo que se está representando. Por ejemplo, la palabra femicidio, tan discutida por el gobierno nacional… No sé si estoy equivocado, pero el gobernador creo que tampoco la utilizó. En el caso de este triple nosotros llamamos narcofemicidio.

El gobernador, precisamente, lo que hizo ayer en la conferencia de prensa fue no solo reafirmar la carátula de investigación del femicidio de Lara, de Morena y de Brenda, sino establecer que, además de ser un femicidio, lo enmarcaba como un narcofemicidio. Ese fue el sentido político más importante. Porque muchas veces las categorías, como la de femicidio, que primero es una categoría que se construye para los estudios de género, para las ciencias sociales, después fue convirtiéndose, de alguna forma, en una manera de nombrar las violencias extremas contra las mujeres.

Y, además de ser una categoría de estudio, una categoría política, fue también una categoría jurídica. En nuestro Código Penal fue incorporada en el año 2012 como una categoría jurídica. Antes de conversar, me parece importante señalar que yo estoy a cargo ahora de la Subsecretaría de Políticas contra las Violencias de Género del Ministerio de las Mujeres y Diversidad de la provincia de Buenos Aires, y porque me parecía que también se enmarca desde dónde conversamos en esta entrevista.

Yo me refería a la primera vez que se refirió el gobernador, no a la de ayer. La primera vez él no usó la palabra femicidio.

Bueno, lo que pasa es que también, no todos los asesinatos de mujeres se enmarcan como femicidios. De hecho, hay homicidios dolosos. El homicidio o el asesinato de una mujer en un contexto de robo no es un femicidio, porque el femicidio lo que pone en evidencia es un contexto de violencia de género.

Entonces, hasta que no avanza la investigación y no se da cuenta de ese contexto de violencia de género, no se puede enmarcar. Es incorrecto nombrarlo como femicidio hasta que no hay elementos en la investigación que dan cuenta de que hay una relación de poder, de dominación de un varón hacia las mujeres. Entonces, a partir de ahí sí se empieza a utilizar esta categoría en términos jurídicos, en términos de análisis y en términos políticos también.

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Por eso era mi pregunta: qué importancia tiene, en el sentido de que la palabra cómo califica en un primer momento y ahora. O sea, ¿usted cree que en el primer momento no era claro un femicidio?

Siempre todos somos muy respetuosos de, cuando aparece el asesinato de una mujer, hasta que no hay elementos que den cuenta de que hay un contexto de violencia de género, no nombrarlo como femicidio. Cuando aparecen esos elementos, sí se empieza a nombrar como femicidio. Y la importancia que tuvo ayer, del gobernador, de nombrarlo como narcofemicidio, es dar cuenta de qué características particulares adquiere la violencia de género, y el contexto de violencia de género, cuando acontece en contextos de narcocriminalidad o de narcomenudeo. Las violencias son dinámicas, van cambiando, y se van dando en distintas circunstancias. No es lo mismo un femicidio en el marco de una relación de pareja o de expareja que un femicidio en el marco de un contexto narco, sea de narcocriminalidad o de narcomenudeo.

Usted aclaraba recién que además es parte del Ministerio de la Mujer de la provincia. A su juicio, que exista un Ministerio de la Mujer nacional, que hoy no lo existe, ¿es una falta que contribuye a este tipo de hechos? Y esos argumentos de Patricia Bullrich, de que los femicidios finalmente, a pesar de que no había Ministerio de la Mujer, habían descendido. Me gustaría su reflexión sobre las contradicciones, en este sentido, de la ministra de Seguridad y la falta de un ministerio a nivel nacional, que sí tiene la provincia.

Mire, un ministerio a nivel nacional lo que hace es jerarquizar presupuestariamente políticas a nivel nacional para prevenir la violencia de género, para acompañar a las personas en situaciones de violencia de género y para fortalecer el acceso a la justicia. Esas políticas a nivel nacional, cuando desaparecieron, delegaron en las provincias ese esfuerzo presupuestario. Y definir políticas públicas, o continuar, como la provincia de Buenos Aires,  implementando políticas públicas a nivel provincial.

Las políticas desde un ministerio, en materia de género, no solo están enfocadas a la reducción de los femicidios, porque, como todo fenómeno, no es un fenómeno que se pueda modificar en un año, en dos años, o en tres o en cuatro. Necesita de políticas que se sostengan en el tiempo, con presupuesto, que puedan llegar a cada uno de los rincones del país, que puedan fortalecer a las áreas de género municipales. No todas las provincias tuvieron un ministerio como el Ministerio de la provincia de Buenos Aires. Entonces, las políticas a nivel nacional fueron centrales para acompañar a las provincias y a los municipios, a las organizaciones sociales, en materia de prevención y de acompañamiento de las situaciones de violencia.

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La existencia de políticas públicas lo que hace es, precisamente, darse en el mediano y largo plazo respuestas para fenómenos sociales muy complejos, que no podemos evaluar que, con la existencia de un ministerio durante cuatro años, cambien todas las condiciones estructurales que hacen que las mujeres sean asesinadas. Eso se tiene que sostener en el tiempo. Y desde la Nación, fortalecer los espacios que aparecen a nivel provincial.

Y, por supuesto, la Nación hoy, lo dijo ayer el gobernador,  necesita también darse una política a nivel federal de lucha contra el narcotráfico. Porque también el narcotráfico afecta a los jóvenes, afecta a las mujeres, a las adolescentes, afecta a los lazos sociales y comunitarios. Y no se puede pensar en respuestas, con un fenómeno tan complejo, solo a nivel local o provincial, sino que tiene que tener una articulación a nivel nacional.

Entonces, no es solo la desaparición de un Ministerio de las Mujeres a nivel nacional, sino también la desaparición, del gobierno nacional, de proponer políticas de prevención y de combate contra el narcotráfico, como otras políticas vinculadas a la salud, a la educación. Eso es central. Un gobierno nacional tiene que impulsar que haya espacios de articulación y acompañamiento de las definiciones que hacen las provincias.

 

RM/ff