Roberto Cachanosky: "Lo conozco mucho a Espert, siempre quiso figurar"
El candidato a diputado por Unión Liberal denunció que el Gobierno no le entrega los fondos públicos para la campaña y que buscan impedir la participación de su espacio en las elecciones. Además, habló sobre su relación con el libertario, a quien definió como “ambicioso” y con “un estilo agresivo”.
El economista y candidato a diputado por Unión Liberal Roberto Cachanosky aseguró en Modo Fontevecchia, por Net TV, Radio Perfil (AM 1190), que conoce bien al diputado nacional José Luis Espert y que “siempre quiso figurar”. A lo largo de la entrevista, repasó su relación, recordó los momentos de tensión por los primeros lugares en la lista electoral y los acuerdos económicos que le propuso, y explicó cómo esas diferencias los llevaron a distanciarse políticamente.
El economista Roberto Cachanosky es consultor, profesor, escritor y divulgador de ideas liberales. Se graduó en Economía en la Universidad Católica Argentina (UCA) y dictó cursos de posgrado en instituciones como ESEADE, donde enseñó macroeconomía y economía aplicada. Autor de libros como Economía para todos, El síndrome argentino y Por qué fracasó la economía K, fue anunciado como candidato a diputado por Buenos Aires, al frente del espacio Unión Liberal.
Tengo entendido que el Gobierno no está cumpliendo con los fondos públicos para tu candidatura a diputado en la provincia de Buenos Aires, e incluso intenta bajar la lista de Unión Liberal, el único espacio que no recibió el dinero que el Estado entrega a todos los partidos para la campaña. ¿Es así?
Exactamente. Todos los partidos ya recibieron los recursos que, por ley, se distribuyen para financiar la campaña electoral. El único que sigue sin percibirlos —a menos de veinte días de las elecciones— es el nuestro. Todavía no se acreditaron los fondos, así que estamos trabajando a pulmón. Y además, todos los demás espacios ya cobraron.
¿Creés que se trata de una decisión personal del presidente Milei?
No puedo afirmarlo, pero resulta sospechoso que yo, que soy liberal y los cuestiono constantemente, no reciba los fondos. Por eso no podemos hacer publicidad ni difundir la candidatura. Tengo que hacerlo por los medios, que me dan un espacio para hablar. Evidentemente algo molesta. Si no representara una amenaza, simplemente habrían girado el dinero.
Al Gobierno le quedan 340 millones de reservas y debe afrontar vencimientos por 313 millones hasta el 26. Todos los anuncios indican que parece poco probable que llegue sin vender los dólares del Fondo Monetario. ¿Creés que va a venderlos? ¿Cómo imaginás que seguirá el mercado cambiario en los más de diez días que quedan?
Mi impresión es que sí, que van a tener que apelar a eso, porque vienen vendiendo un promedio de 350 a 380 millones de dólares por día para evitar que suba —o más bien, amortiguar la suba— del tipo de cambio. Y ya no les queda prácticamente pólvora en la santabárbara. Así que, si quieren frenarlo, seguramente el Banco Central va a intervenir vendiendo dólares futuros o los que envió el Fondo Monetario Internacional.
Es un disparate, porque finalmente el tipo de cambio va a alcanzar en algún momento el nivel que tiene que alcanzar, y vamos a estar rifando la plata. Tomamos una deuda con el Fondo, venden esos dólares para mantener artificialmente bajo el tipo de cambio y, después, el dólar va a ir a su nivel normal. Además, nos va a quedar la deuda y sin reservas.
Volvió el ministro de Economía, Luis Caputo. ¿Cuál es tu pálpito sobre el apoyo del Tesoro? Ahora parece más reorientado, con un nuevo protagonismo de Kristalina Georgieva en el Fondo Monetario Internacional.
A mí me da la impresión de que quieren ayudar, pero ven que insisten permanentemente —tanto Kristalina como el secretario del Tesoro, y no sé si Trump también, pero por lo menos los dos primeros— en que Milei tiene que lograr acuerdos políticos para llevar adelante las reformas estructurales. De nada sirve que nos den plata si no se avanza en reformas como la laboral, la impositiva, la previsional o una política monetaria y cambiaria clara.
Los tres primeros puntos necesitan leyes en el Congreso. Si vive insultando y agrediendo a quienes incluso lo ayudaron, será difícil que consiga estas. Y cualquier apoyo crediticio del exterior será solo endeudarnos y tirar la plata a la basura.
Ahora fue un paso más allá: dijo textualmente que el éxito de la Argentina depende de que la gente lo acompañe. Es decir, del resultado de las elecciones. ¿Qué imaginás que significa eso?
Es eso que están diciendo: “Vamos a ver después de las elecciones qué hacemos”. Georgieva está diciendo, en otras palabras: “Si no lo votan a Milei, se va a complicar la cosa”. El presidente tuvo un apoyo muy grande en 2023 y gran parte de 2024, con una imagen positiva altísima, y la dilapidó de una forma fenomenal. Hoy, según el índice de confianza en el Gobierno de la Universidad Torcuato Di Tella, viene en caída: 13% en agosto y 8% en septiembre.
Además, le aparecieron todos estos casos de corrupción. Si bien no están demostrados, está el caso Libra, el del 3% y ahora el de José Luis Espert. Alguien que se paró en el púlpito y le dijo a la gente “hagan el sacrificio porque yo los voy a llevar a la prosperidad”, y que se presentó como el único puro y casto —casi la Inmaculada Concepción— mientras el resto de la dirigencia era “la casta corrupta”, ahora se enfrenta a denuncias y a una sociedad que no ve resultados.
¿A Espert lo conocías lo suficiente como para opinar? ¿Te decepcionó?
Mirá, a José Luis Espert lo conozco desde 1993 o 1994. En esa época nos juntábamos a almorzar varios economistas: Daniel Artana, Enrique Szewach, Carlos Rodríguez, yo… Éramos seis o siete y nos reuníamos todos los meses a intercambiar ideas. Lo conozco mucho. He ido a su casa, hemos tenido mucha relación, y siempre tuvo ambición de figuración, eso fue claro. Pero nunca pensé que iba a llegar a los problemas que está teniendo ahora.
En 2018 me llamó y me contó que iba a presentarse como candidato en 2019. Nos reunimos en Acassuso, éramos tres, y me pidió que fuera candidato a diputado por la provincia de Buenos Aires. Yo había nacido en Capital y preferí presentarme por la Ciudad. Entonces me dijeron: “El primer lugar para Capital Federal es para el que más plata pone”. Y yo, irónicamente —mirá cómo son las vueltas de la vida—, le respondí: “Entonces aparece un narcotraficante y te compra toda la lista”. Nunca imaginé que algo así pudiera pasar.
Tampoco quería que participara Milei. Me dijo que le acercaba votos, que no coincidía con él, pero que le sumaba. Ahí nos distanciamos. Recién ahora, al participar como candidato a diputado, voy viendo cómo se manejan estas cosas.
El empresario argentino Federico "Fred" Machado dijo que José Luis Espert, cuando lo conoció hace unos diez años, no era la misma persona de hoy. Ahora, entiendo que se refiere a un tono más agresivo y a una forma de hablar con cierta violencia verbal. ¿Era así hace veinte años?
No del calibre de Javier Milei, pero sí bastante agresivo. Por eso no puedo compartir espacio ni con Milei ni con Espert.
Si me permitís, te explico por qué me presento. Por un lado está el kirchnerismo, que vos y yo padecimos: yo con siete inspecciones de la AFIP, además de toda la corrupción que arrastra. Y por el otro, Milei, con una tendencia autocrática, casi fascista, y los casos de corrupción que están saliendo a la luz. Creo que tiene que existir un liberalismo en serio, una opción para la gente que está cansada de un extremo y del otro, y muy decepcionada.
¿Qué pensás de Provincias Unidas, donde gobernadores como Jalil, Sáenz o Schiaretti proponen combinar disciplina fiscal con justicia social, como hizo Fernando Henrique Cardoso en Brasil? ¿Te sentís identificado?
Sí, yo soy un liberal clásico. Eso significa que no creo que el Estado deba desaparecer. Tiene que haber escuela pública y hospitales públicos. Yo mismo fui a una escuela estatal en primaria y era de excelente calidad. Además, los de Milei, que viven hablando de la Generación del ’80, no saben que Roca fue quien más escuelas y hospitales construyó.
Comenzaron los allanamientos en la casa de José Luis Espert
No se trata de eliminar al Estado, sino de limitar su poder. No hay que cerrar todo, como propone Milei. El Estado debe garantizar salud y educación pública, pero sin ser omnipresente. Me ubico en una posición de liberal clásico: el Estado no tiene que desaparecer, tiene que estar limitado.
MV
LT
También te puede interesar
-
A la espera de la ayuda de Washington, sigue el drenaje de dólares para frenar el tipo de cambio
-
Giacomini: "Milei hace todo lo contrario a los economistas que le dan nombre a sus perros clonados"
-
“El aumento que se va a generar sobre los precios por los saltos del tipo de cambio va a ser dispar”, aseguró una economista
-
Argentina se queda en Miami: el amistoso ante Puerto Rico cambió de sede a última hora