Murió Daniel Pliner

Daniel Pliner tipo exquisito, tierno, criticón leal

El director de Arte de Editorial Perfil recuerda a Daniel Pliner.

Daniel Pliner por Pablo Temes Foto: cedoc

Tuve con Daniel Pliner una breve pero intensa amistad, Comenzó allá por 1997 cuando se sumó al proyecto de Diario Perfil. Recuerdo que en ese momento dirigía Perfil Libros y luego conformó el equipo de arranque dirigido por Jorge Fontevecchia. Estábamos Edgardo Martolio, Jorge Fernández Díaz, Carlos Lunghi, Daniel y yo a fines de ese año.

Compartí con Daniel la avanzada europea de Perfil a España. Allí compartimos una semana donde ambos nos conocimos mejor. Nuestras visitas a el diario El País y El Mundo fueron casi cotidianas buscando expertise técnico para luego incorporar a Diario PERFIL.

Daniel tenía un gran sentido del humor. Un tipo muy observador y punzante. Mucho humor negro y a la vez una gran experiencia periodística, fruto de muchos años de trabajo en importantes redacciones.

 

Queremos tanto a Pliner, el irónico hombre del moñito

 

Tengo una hermosa anécdota de aquellos días en Madrid. En uno de nuestros ratos de ocio, fuimos al Museo Thyssen. Daniel era un exquisito para las artes visuales y me pidió que al recorrer el museo le fuese haciendo de guía artístico frente a cada obra en la que nos deteníamos. Preguntaba, escuchaba atentamente y asentía ante cada análisis. En una de las galerías, había unos chicos de enseñanza secundaria que visitaban el Museo. Se acercaron tímidamente a nosotros y creo que hicieron alguna pregunta al respecto.
Allí Daniel les dice: "Pregúntenle a él, los va a guiar y les enseñará quien es Rembrandt, Hopper...’ o cualquier otro cuadro de los 300 que había colgados. ‘ Pregúntenle..."

Me quedé atónito, adiviné en él una mueca socarrona, ácida. Se apartó del grupo, dejándome a cargo de toda la estudiantina; que no se me despegó de la ‘visita guiada’ y frustró la mía al Museo.... ( hoy lo recuerdo con humor).

Tenía su oficina frente a mi escritorio, en el piso 13 de la calle Chacabuco. Debatíamos diariamente sobre el proyecto que tomaba forma día tras día. Sus puntos de vista, sus apreciaciones, sus dudas. Eran charlas muy intensas y enriquecedoras. Mezclaba su agresividad a veces ante algunos personajes que no estaban a la altura de las cosas, pero siempre con una cierta ternura. Muy leal, noble y derecho.
Recuerdo el día que supo que el Diario no iba a seguir saliendo. Tenía una gran bronca; inaudita hasta entonces. Se encerró en su oficina y no salió más en todo el día.

Unos meses antes de salir diario Perfil, Daniel tuvo un serio problema cardíaco. Fue sometido a una importante cirugía que lo mantuvo postrado creo que más de un mes. Pero volvió. Volvió antes del 8 de mayo, fecha de salida del primer ejemplar de PERFIL y se sumó a la dirección del diario.

Gracias, Daniel ha sido un placer trabajar con vos.