El boom de las tierras raras
China domina el 80% del mercado de los 17 minerales necesarios para fabricar misiles, radares, aviones, satélites, tecnología médica y -también- los centros de datos que procesan inteligencia artificial. Washington pone el ojo en los yacimientos latinoamericanos, por “una cuestión de seguridad”.
¿Te diste cuenta? El mundo está raro, bien raro. Tan raro que las grandes potencias se pelean por algo llamado “tierras raras”.
Pero, ¿desde cuándo algo tan común como la tierra se volvió raro? Confieso que la primera vez que escuché a esas dos palabras juntas fue de la boca de la Generala Laura Richardson, la Jefa del Comando Sur de Estados Unidos. Laura, a quien -como su cargo indica- siempre le tocan los mejores dados, habló hace un par de años sobre el valor estratégico que tienen los recursos naturales de América Latina; a los que consideró “una cuestión de seguridad” para Washington.
En ese paquete, además del litio, Richardson mencionó a las tierras raras.
Desde entonces tenemos la certeza de que buena parte de la batalla geopolítica actual pasa por el control de los minerales que garantizan la fabricación de los “fierros” más cotizados del momento: las computadoras que levantan temperatura en los centros de datos donde se cocina la magia de la inteligencia artificial.
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Pero resulta que China tenía los dados marcados y se dio cuenta antes que la Generala, por lo que tomó ventaja en la explotación y procesamiento de estos minerales. Hoy controla alrededor del 80% del mercado. Esa es una posición dominante inaceptable para Estados Unidos que no puede depender de su adversario para fabricar elementos tan estratégicos para la guerra fría tecnológica.
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Las tierras raras son minerales críticos con características físico-químicas que los hacen imprescindibles en el proceso de producción de celulares, tablets, radares, satélites, turbinas eólicas, misiles y equipos médicos. Son la llave que abre las puertas de un futuro dominado por las tecnologías emergentes.
Tierras raras: Lantano, Cerio, Praseodimio, Neodimio, Prometio, Samario, Europio, Gadolinio, Terbio, Disprosio, Holmio, Erbio, Tulio, Iterbio, Lutecio, Ytrio y Scandio.
Tierras Raras. Esos 17 elementos químicos estuvieron siempre en la tabla periódica de química que estudiamos en el colegio secundario. ¡Y los dejamos pasar!
Lo más raro que tienen las tierras raras son sus nombres: Lantano, Cerio, Praseodimio, Neodimio, Prometio, Samario, Europio, Gadolinio, Terbio, Disprosio, Holmio, Erbio, Tulio, Iterbio, Lutecio, Ytrio y Scandio. Son 17 elementos que están en la tabla periódica que estudiamos en las clases de química. Imposible acordárselos de memoria.
Su proceso de extracción deja la típica huella de la minería contaminante. Cuando los yacimientos se agotan y las máquinas se van, quedan los residuos: materiales radiactivos que traen consecuencias ambientales graves. Ahí es cuando la tierra se vuelve verdaderamente rara.
Mientras Trump y Xi Jinping se pelean por este recurso estratégico, podés hacer click en el video y ver de qué se trata esto de las tierras raras.
*Periodista, productor audiovisual y creador de contenidos sobre ciencia y tecnología
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