Tres celulares, un rastreo y mensajes falsos: cómo se lograron las detenciones de "Pequeño J" y Ozorio en Perú
Los principales sospechosos de los asesinatos de Brenda del Castillo, Morena Verdi y Lara Gutiérrez fueron detenidos tras el trabajo de inteligencia de las fuerzas policiales peruanas. El testimonio de una novia de "Pequeño J" y el rastreo de su teléfono fueron clave en la investigación.
Tony Janzen Valverde Victoriano, conocido como “Pequeño J”, era buscado intensamente desde hace una semana tras ser señalado como el principal responsable del triple crimen narco de Brenda del Castillo, Morena Verdi y Lara Gutiérrez, ocurrido en una casa de Florencio Varela. Finalmente fue detenido este martes en Perú, gracias a la inteligencia criminal que primero permitió atrapar a su mano derecha, Matías Ozorio, y que incluyó el rastreo de celulares y una serie de mensajes falsos.
Según los investigadores, el presunto líder narco de 20 años había viajado en un camión desde Bolivia y planeaba encontrarse con Ozorio en la ciudad de Lima, capital peruana. Sin embargo, los procedimientos para dar con el paradero de ambos empezaron el miércoles 24 de septiembre, cuando la Policía Bonaerense arrestó a los primeros cuatro implicados en la causa: Magalí Celeste González Guerrero (28), Miguel Ángel Villanueva Silva (25), Maximiliano Parra (18) y Daniela Lara Ibarra (19 años).
"Pequeño J" habló tras su detención por el triple crimen: "No tengo nada que ver"
Los sospechosos más jóvenes fueron hallados limpiando la vivienda donde se cometieron los brutales asesinatos de las tres chicas, mientras que a los otros dos se los aprehendió luego de que trascendiera que vivían en ese lugar. En ese contexto, González Guerrero aportó información, direcciones y dio precisiones sobre un video de las muertes que habría grabado su esposo, vinculado a un criminal conocido con el alias de "Pequeño J".
Así iniciaron una serie de allanamientos en la Villa Zavaleta, situada en el barrio porteño de Barracas, y en otro domicilio ubicado en la ciudad de José C. Paz, donde vivía una de las parejas de Valverde Victoriano. Este medio pudo reconstruir que el acusado de ordenar el triple femicidio tiene varias novias, a las cuales utilizaba para movilizarse y esconderse en diferentes sitios.
“Llegamos tres horas después de que él se fuera del lugar. Casi lo agarramos en ese momento, no lo hicimos público porque estábamos esperando que volviera”, reveló acerca del operativo en ese complejo habitacional el ministro de Seguridad bonaerense, Javier Alonso, en declaraciones al canal TN. Como saldo, los efectivos secuestraron una pistola, municiones, ropa, el documento de "Pequeño J" y un celular que entregó la novia del sospechoso.
“Obtuvimos el teléfono que estaba usando y lo pusimos en escucha directa", señaló Alonso. A través del dispositivo, las autoridades lograron obtener la ubicación del prófugo y lograron comprobar que había emprendido un camino para salir del país. "Le fuimos siguiendo la ruta", añadió el funcionario provincial acerca de los rastreos efectuados.
Luego, descubrieron que el joven tenía otros tres celulares y establecieron comunicaciones que había realizado con otras personas. Ya en Bolivia se perdió el rastreo de los equipos, pero las fuerzas policiales de ese país y de Perú iniciaron tareas de inteligencia y, en paralelo, detectaron que Ozorio se encontraba en Lima y se había mensajeado con su jefe para concretar un encuentro en la capital peruana.
"Nuestra hipótesis es que cruzó por Bolivia, pasó a Perú por la cordillera y había interferencia por la zona rocosa. Lo encontramos en el cono norte de Lima, en un lugar que llaman Plaza Trujillo", detalló el titular de la cartera de Seguridad de la Provincia de Buenos Aires, que además señaló que por el momento no identificaron cuál fue el paso fronterizo que usó para escapar.
Triple crimen: el arresto de Ozorio y los mensajes falsos
La fuerza bonaerense brindó la información recabada y los números de teléfonos a la policía antidrogas de Perú para que continuaran con el seguimiento. "Empezaron a rastrearlos allá. A su vez, como nosotros estábamos escuchando lo que ellos hablaban, identificamos su punto de encuentro. Fue el lugar donde detienen a Ozorio”, continuó Alonso.
Al ladero de Valverde Victoriano lo ubicaron en el centro comercial Plaza Norte, entre la carretera Panamericana Norte y la avenida Tomás Valle, del distrito limeño de Independencia. Habían comprobado que se venía comunicando regularmente con Argentina y lo aprehendieron en el momento por un curioso detalle: llevaba puesta una chalina, prenda que no es común en esa zona.
Como los agentes sabían que el autor intelectual del triple crimen seguía enviándole mensajes a su mano derecha, le tendieron una trampa: se hicieron pasar por Ozorio para continuar con la reunión. Así, lo citaron en una pensión de Plaza Trujillo, en Parque Lima, lo ubicaron y finalmente lo detuvieron. El presunto líder narco estaba arriba de un camión Volvo, que los agentes interceptaron.
"Todas las personas que contactamos tenían pánico de hablar porque esta persona tiene perfil sádico. Fue difícil vencer ese cerco y por eso fuimos protegiendo a quiénes nos daban información y así cercando el círculo sobre este asesino", afirmó luego el ministro de Seguridad bonaerense a Radio 10.
En ese sentido, aseguró que lo ordenado por el joven peruano contra las chicas oriundas de La Matanza fue tan sanguinario, "que otras organizaciones empezaron a entregarlo".
Lara Gutiérrez, Brenda del Castillo y Morena Verdi, las tres jóvenes asesinadas.
Quiénes son los detenidos por el triple femicidio
La hipótesis de los asesinatos de Morena (20), Brenda (20) y Lara (15) se mantiene como se planteó inicialmente: supuestamente las chicas o al menos una de ellas tendría algún tipo de relación con uno de los integrantes de la banda y se habría quedado con algo que le pertenecía (dinero o drogas). El grupo criminal se dedicaba a la venta de "Tusi", también denominada "cocaína rosa", y "Pequeño J" habría querido dar un mensaje hacia subordinados, hacia otras bandas en Buenos Aires y hacia sus superiores.
Luego de los arrestos de Valverde y Ozorio, ya son nueve los detenidos por el triple crimen y hay al menos dos prófugos más. Se trataría de dos personas que viajaron en la camioneta Chevrolet Tracker en la que las jóvenes fueron captadas mediante un engaño (una supuesta fiesta) en la localidad de La Tablada para llevarlas a la vivienda de Florencio Varela, donde las torturaron y las mataron.
Además de González Guerrero, Villanueva Silva, Parra e Ibarra, también están bajo arresto Ariel Giménez, Lázaro Víctor Sotacuro y su sobrina, Florencia Ibáñez. Giménez es sindicado como el hombre que cavó los pozos para enterrar los cuerpos de las víctimas, mientras que Sotacuro es acusado de presuntamente conducir un auto Volskwagen Fox que habría funcionado como apoyo a la Tracker.
Tanto el hombre como su sobrina, que manifestaron que pasaron por ese recorrido "de casualidad", declararon ante el fiscal del caso, Adrián Arribas, y el Servicio Penitenciario bonaerense ya los trasladó a los penales de Sierra Chica y Magdalena, respectivamente, a la espera de que avance su situación judicial.
FP
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