Día Mundial de la Donación de Órganos

Qué órganos y tejidos se pueden donar y cómo es el proceso médico

En Argentina, cada donante puede salvar o mejorar la vida de hasta diez personas. Bajo la coordinación del INCUCAI y la Ley Justina, el sistema nacional de trasplantes garantiza transparencia, equidad y respeto por la voluntad individual.

Donación de Órganos Foto: Freepik

Un gesto puede salvar muchas vidas. En Argentina, la donación de órganos y tejidos está regulada por ley y forma parte de un sistema médico coordinado que busca garantizar la equidad, la transparencia y el respeto por la voluntad de cada persona. El procedimiento, que involucra equipos especializados, protocolos estrictos y una cadena logística precisa, permite que miles de pacientes accedan cada año a una nueva oportunidad.

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El Instituto Nacional Central Único Coordinador de Ablación e Implante (INCUCAI) es el organismo que dirige este sistema, en conjunto con los organismos de salud provinciales y los hospitales públicos y privados. Los donantes pueden ser tanto personas fallecidas, en condiciones médicas específicas, como donantes en vida en casos determinados. Todo el proceso se realiza bajo la normativa nacional vigente y con supervisión médica constante.

En el país pueden donarse órganos vitales y tejidos biológicos. Entre los órganos más comúnmente trasplantados se encuentran el riñón, el hígado, el corazón, el pulmón, el páncreas y el intestino. En tanto, los tejidos que pueden ser implantados incluyen córneas, piel, huesos, válvulas cardíacas, vasos sanguíneos, tendones y membranas amnióticas. También se contempla la donación de células progenitoras hematopoyéticas, comúnmente conocidas como médula ósea.

El proceso médico comienza dentro de un hospital, generalmente en unidades de terapia intensiva, donde se identifica a un posible donante que cumple los criterios clínicos establecidos. En la mayoría de los casos se trata de personas que han sufrido muerte encefálica y mantienen la función orgánica gracias a soporte vital. Esta condición permite la conservación temporal de los órganos hasta su ablación.

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Una vez confirmada la muerte encefálica y la aptitud del donante, los equipos médicos realizan una serie de estudios clínicos y de laboratorio para determinar la viabilidad de los órganos y tejidos. Se analizan factores como compatibilidad sanguínea, ausencia de enfermedades transmisibles y estabilidad hemodinámica. Si los resultados son favorables, se activa el operativo de donación.

El INCUCAI, a través del Sistema Nacional de Información de Procuración y Trasplante (SINTRA), coordina la búsqueda de receptores compatibles en la lista nacional de espera. La asignación se define por criterios médicos, urgencia, compatibilidad y tiempo de espera. Cada decisión se toma siguiendo protocolos estandarizados que aseguran igualdad de oportunidades y transparencia en el proceso.

La extracción quirúrgica, conocida como ablación, se realiza en quirófanos especializados por equipos de cirujanos de procuración. Durante el procedimiento se preserva la integridad del cuerpo del donante y se actúa con el máximo respeto. Los órganos y tejidos son inmediatamente trasladados al centro donde se efectuará el trasplante, bajo estrictas condiciones de temperatura y tiempo.

En paralelo, el equipo de trasplante prepara al receptor. La cirugía puede durar entre cuatro y doce horas, según el tipo de órgano y la complejidad del caso. Una vez finalizado el implante, se inicia una etapa de control intensivo para garantizar la adecuada función del órgano trasplantado y prevenir episodios de rechazo.

El proceso continúa con el seguimiento médico a largo plazo. Los pacientes trasplantados deben cumplir tratamientos inmunosupresores y controles periódicos para asegurar la estabilidad del órgano. La adhesión al tratamiento y la supervisión médica son fundamentales para el éxito del trasplante.

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En Argentina, más de 7.000 personas esperan actualmente un trasplante. Un solo donante puede salvar o mejorar la calidad de vida de hasta diez pacientes. Por eso, la promoción de la donación y la concientización social resultan esenciales para sostener y ampliar el sistema.

A pesar de los avances, aún existen desafíos: la falta de infraestructura en algunos hospitales, la escasez de donantes en ciertas regiones y la necesidad de fortalecer la capacitación del personal sanitario. Expertos coinciden en que la donación es un acto solidario que requiere del compromiso institucional y ciudadano para alcanzar su máximo potencial.

Donar órganos y tejidos es una decisión que trasciende la vida y se transforma en un legado de humanidad. Cada persona puede expresar su voluntad en el registro del INCUCAI o al momento de tramitar el DNI. En un país donde miles esperan una oportunidad, esa elección puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte.

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