Las brasileñas siguen estando indecisas con respecto a quién apoyar en la carrera presidencial, en tanto los candidatos no las motivan y sus políticas no las representan.
La mitad de las mujeres no sabe por quién votará y otro 15 por ciento planea anular su voto, según el último sondeo de opinión de Datafolha, cifra mucho más elevada que la correspondiente a sus pares varones. Dado que las mujeres conforman el 52 por ciento del electorado, su voto determinará el resultado de una de las elecciones más impredecibles de los últimos 30 años. El voto es obligatorio para los brasileños mayores de 18 años.
La ausencia de propuestas de los candidatos en temas femeninos es una de las principales razones de esta indecisión, según Eva Bay, profesora de la Universidad de São Paulo (USP). “No hablan de la violencia contra las mujeres, no hablan de problemas relacionados con la salud reproductiva, los hijos, la maternidad, el aborto”, dijo. “Las mujeres están más empoderadas y quieren votar con certeza, no quieren tirar su voto a la basura”.
El clima político y cultural machista en Brasil también tiende a causar rechazo en las votantes. “Históricamente, la política está hecha por hombres para los hombres”, dijo Deysi Cioccari, politóloga en la Universidad Católica Pontificia de São Paulo (PUC-SP). “Los debates de campaña son un proceso agresivo, con una atmósfera principalmente masculina. Cuando surge un tema vinculado a las mujeres, como el aborto por ejemplo, la oportunidad se desperdicia”.
Si bien las mujeres votantes manifiestan un poco más de certeza desde el sondeo que se realizó en junio, persiste una brecha de veinte puntos porcentuales entre los hombres indecisos y las mujeres indecisas.
Vox populi
En las calles de la capital, Brasilia, la indecisión de las mujeres es evidente. Entre las entrevistadas, la ausencia de políticas dirigidas a las mujeres es una de las principales quejas. “No me siento representada por ninguno de los candidatos”, dijo Luzia Martins, de 43 años, empleada de una tienda. “Ninguno merece mi voto. Tendré que mirar los programas de televisión y analizar un poquito más”.
Marina Silva, la única mujer candidata a la presidencia con alguna probabilidad de ganar, dijo que es esencial para los electores entender las propuestas, las intenciones y las trayectorias profesionales del candidato antes de decidir. “Las mujeres son más sensatas y, después de tantas decepciones en la política, la cautela y el caldo de pollo no le hacen mal a nadie”, dijo a Bloomberg, haciendo referencia a un dicho popular.
Otra de las razones que explican la dificultad de las mujeres para elegir un candidato deriva de que sólo 30 por ciento de los candidatos en esta elección son mujeres, apenas el mínimo requerido por ley. Brasil ocupa el puesto 154 en el mundo en cuanto a la cantidad de mujeres en el Congreso, según la Unión Interparlamentaria, una organización para la promoción de la democracia.
Fuera de las urnas, existe un abismo entre las mujeres y los hombres brasileños en el ámbito de la vida profesional. Las mujeres estudian durante más tiempo, trabajan más y ganan menos, según el Instituto Brasileño de Geografía y Estadísticas (IBGE).
Un sondeo realizado en junio constató que, en promedio, los salarios de las mujeres son un 23,5 por ciento más bajos que los de los hombres. Datos de la oficina del ministerio público destacan la necesidad de más políticas orientadas a las necesidades de las mujeres. Desde 2016 hasta agosto de 2018, el estado registró 1,2 millones de casos de violencia contra las mujeres, femicidios incluidos.