Probablemente China no podrá contar con Brasil solamente para satisfacer sus necesidades de soja mientras el país asiático rechaza los suministros de Estados Unidos en medio de la guerra comercial que dura ya un año.
Cuando Donald Trump inició la batalla arancelaria el año pasado, Brasil acababa de terminar de recolectar una cosecha excelente, lo que permitió que el mayor exportador de soja del mundo cubriera casi exclusivamente la voraz demanda de China. Pero después de enviar volúmenes récord y de una temporada de crecimiento en la que hubo problemas con el tiempo, los inventarios brasileños ahora están disminuyendo y todavía quedan meses para la próxima cosecha.
Esto podría ser un problema para China, el principal consumidor de soja. Después de que Trump intensificase la disputa comercial la semana pasada, la nación asiática suspendió las compras de productos agrícolas estadounidenses. Lo que deja pocas alternativas a Brasil. Argentina podría ser una opción, pero los agricultores actualmente están acumulando cultivos ante las próximas elecciones.
Ya hay señales de una restricción de suministro. Las existencias de soja de Brasil disminuyeron aproximadamente un 80% desde esta época del año pasado, y las exportaciones del país cayeron un 8% hasta julio, mientras que los cargamentos a China cayeron un 11%. Las primas de precios para los envíos desde el país están en aumento.
A partir de septiembre, Brasil solo tendrá aproximadamente 15,7 millones de toneladas métricas de soja para enviar hasta que comience la recolección de cultivos en enero, según Daniele Siqueira, analista de la consultora AgRural. El pronóstico se basa en el suministro total disponible, los datos de envío hasta julio y lo que se necesita para el consumo interno.
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Esa cifra no cubriría la demanda típica de China en el período. El país importó, de media, alrededor de 7 millones de toneladas al mes mes de octubre a diciembre en los últimos tres años, dijo Vinicius Ito, vicepresidente de derivados en R.J. O’Brien and Associates LLC, citando datos oficiales chinos.
Los precios en Brasil ya están subiendo por las perspectivas de una escasez de suministros. La prima pagada por los envíos de soja en septiembre ha aumentado aproximadamente un 32% este mes, pese a que los futuros de referencia negociados en Chicago cayeron un 1,7%.
Las primas aún están muy por debajo de los registros alcanzados el año pasado debido a que la demanda de China se ha reducido un poco. La propagación de la peste porcina africana en el país está diezmando las cabezas de cerdos del país, disminuyendo la necesidad de soja para alimentación de ganado.
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Por otra parte, la enfermedad del cerdo ha elevado las expectativas de que las importaciones de carne de China continuarán aumentando para cubrir el déficit de oferta. Eso está llevando a los productores de proteínas de Brasil a aumentar la producción y podría significar que se usa más soja en el país, dejando menos para la exportación.
La situación aumenta la posibilidad de una mayor demanda de suministros de Argentina, donde la producción de soja se ha recuperado después de una sequía paralizante el año pasado.
Pero a los compradores les resultará difícil separar los suministros de los agricultores argentinos, que están acaparando antes de la temporada de elecciones presidenciales que comienza el 11 de agosto. Están utilizando la cosecha, que tiene un precio en dólares, como cobertura contra la volatilidad vinculada a la votación y la posibilidad de agitación política.
"Los agricultores de Argentina seguirán acumulando cultivos antes de las elecciones y ante las perspectivas de un aumento de las primas en América del Sur debido a la mayor demanda china", dijo Ito.