Los críticos acérrimos de Theresa May desplegarán sus demandas para el brexit el lunes, precisamente cuando la líder conservadora se prepara para el que podría ser un choque final con sus principales ministros.
El estado en el que emerja la primera ministra de sus batallas domésticas –más debilitada o cojeando- será clave, después de la dura reunión con los líderes de la Unión Europea la semana pasada. Su postura desafiante le ha dado poco respiro, en medio de especulaciones sobre una maniobra para desafiar su liderazgo del gobierno e informes del periódico Sunday Times sobre un plan para la convocatoria a elecciones adelantadas en noviembre.
May reunirá varias horas a su gabinete, después de que su exministro de Relaciones Exteriores, Boris Johnson, y el exsecretario para el brexit, David Davis, apoyaran un plan alternativo para una salida más radical del bloque europeo. El Instituto para Asuntos Económicos publicará un documento en el que argumenta que el Reino Unido debería buscar un tratado de libre comercio similar al que Canadá acordó con la UE.
Es un momento poco apropiado para May, quien el viernes acusó a la UE de faltarle el respeto y ofrecer opciones inaceptables para Reino Unido. El tono fue bienvenido por los defensores más duros del brexit en su partido, pero todavía demandan ver más señales de un cambio de postura.
“Su conmovedor discurso no convierten un mal plan en algo bueno, pero demuestra que tiene el poder para presentar algo mejor”, afirmó Jacob Rees-Mogg
“Su conmovedor discurso no convierten un mal plan en algo bueno, pero demuestra que tiene el poder para presentar algo mejor”, afirmó Jacob Rees-Mogg, presidente del Grupo de Investigación Europeo que apoya el brexit, en un comentario publicado en el Mail el domingo.
En el norte. Mientras tanto, en Liverpool, el opositor Partido Laborista está creando un problema diferente para May al abrir la puerta a un segundo referéndum sobre la partida de la UE. Es una pregunta que May enfrenta frecuentemente y que rechazó tajantemente el viernes.
El líder laborista, Jeremy Corbyn, repitió el domingo que él preferiría tener una nueva elección, pero varios activistas quieren que adopte una línea más dura. Corbyn agregó que aceptaría lo que la conferencia del partido decida esta semana.
“Preferiríamos una elección general”, dijo Corbyn en el Andrew Marr Show de la BBCE. “Estoy ahí como líder electo de este partido, para fomentar la democracia en este partido. Obviamente debo obedecer a las decisiones democráticas de nuestro partido”.
Casi medianoche.Los delegados emergieron tras una reunión de cinco horas y media poco antes de la medianoche del domingo, con un bosquejo de moción que será presentada a la conferencia el martes.
“Si no podemos lograr una elección general, el laborismo debe apoyar todas las opciones posibles, incluida la campaña por un voto público”, dice la moción.
