España registró 514 muertes por el coronavirus el martes, el mayor incremento diario hasta la fecha, ante las dificultades para contener la propagación del virus pese a las estrictas medidas que impiden que las personas salgan de sus hogares.
La cifra de fallecidos en las últimas 24 horas se había elevado a 2.696, frente a 2.182 el día anterior, según los datos más recientes del Ministerio de Salud. El número de casos confirmados aumentó desde los 33.089 a 39.673.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, había advertido durante el fin de semana que lo peor estaba por venir, y pidió a los españoles que fueran fuertes.
El país ya se encuentra en la segunda semana de un confinamiento que continuará hasta el 11 de abril, con severas restricciones a la movilidad, la policía patrullando las calles y el Ejército ayudando en las labores de traslado de pacientes.
En Madrid, la región más afectada por la crisis, los gobiernos regionales y municipales han instalado hospitales provisionales en hoteles y en el principal centro de convenciones para aliviar la presión a un servicio de salud pública que funciona a plena capacidad.
La situación en España no es tan grave como la de Italia, el epicentro del brote en Europa, pero el país ibérico se convirtió el sábado en el segundo país europeo en registrar más de 1.000 muertes por la enfermedad.