Felipe VI de España volvió el viernes en Barcelona a uno de los momentos más incómodos de su reinado en el marco de los intentos de demostrar que Cataluña ha vuelto a la normalidad tras la crisis separatista del año pasado.
Felipe asistió a una ceremonia en conmemoración de las víctimas de los atentados terroristas del año pasado que dejaron un saldo de 16 muertos en Cataluña. Activistas partidarios de la independencia desplegaron una pancarta en inglés en la Plaza de Cataluña de Barcelona que decía que el rey no era bienvenido, pero la conmemoración de las víctimas de los atentados se desarrolló sin incidentes.
La última vez que el rey estuvo en el lugar, la política eclipsó la tragedia.
En esa ocasión el rey fue abucheado por separatistas que agitaban banderas proindependentistas cuando éste encabezó a quienes lloraban a los muertos. El día marcó el comienzo de una espiral de activismo en Cataluña que culminó con una frustrada declaración de independencia dos meses más tarde.
Archivo | Las desoladoras imágenes del atentado en Barcelona
Cuatro años después de ascender al trono, a Felipe, que tiene 50 años, aún le cuesta restablecer la autoridad moral de la familia real en medio de versiones periodísticas sobre los romances de su padre y un cuñado que cumple una condena a seis años de cárcel por corrupción.
Figura polarizadora
El intento de Cataluña de escindirse de España ha sido su mayor desafío, y por momentos no ha dado con el tono adecuado. Muchos catalanes rechazaron el discurso intransigente de Felipe de octubre del año pasado, dos días después de que las imágenes de la policía española que golpeaba a los votantes en centros de votación ilegales indignaran al mundo.
“El rey es una figura muy polarizadora en Cataluña”, dijo Jordi Muñoz, un profesor de Ciencias Políticas de la Universidad de Barcelona que es partidario de la independencia. “Tradicionalmente aquí el apoyo a la corona ha sido escaso”.
Esta vez Felipe tuvo una recepción más sobria en Barcelona.
Pequeños grupos a favor y en contra de su presencia en Barcelona se reunieron antes del acto y hubo abucheos aislados, así como saludos de “Larga vida al rey”. Jóvenes de diferentes religiones leyeron el poema de John Donne “Por quién doblan las campanas” y escolares cantaron “Imagine” de John Lennon y “Hallelujah” de Leonard Cohen.
Más del 60 por ciento de los catalanes no confía en absoluto en la monarquía española, según una encuesta de octubre de 2017 del gobierno regional catalán. Si bien el apoyo nacional a Felipe es mayor, sigue siendo menor que el de otras casas reales, según otra encuesta, que realizó Ipsos.
Alrededor del 37 de los españoles querría poner fin a la monarquía, en comparación con 15 por ciento de la población del Reino Unido, 17 por ciento en Bélgica y 23 por ciento en Suecia, según la encuesta de Ipsos entre 1.000 personas. Las dos terceras partes de los españoles de entre 25 y 34 años quieren un referéndum sobre el tema, algo que apoya incluso más del 40 por ciento de los mayores de 60 años.