El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, tiene a Brasil en la mira.
Mientras celebraba un nuevo acuerdo comercial con Canadá y México, que calificó de triunfo "histórico" que reivindica su estrategia de amenazar con aranceles a socios comerciales, Trump aseguró que Brasil trata injustamente a las empresas estadounidenses.
"Nos cobran lo que quieren", declaró el mandatario el lunes. Añadió que las compañías estadounidenses describen a la economía más grande de América Latina como una de las más complicadas del mundo.
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Sus antecesores y representantes comerciales nunca han cuestionado a Brasil por condiciones comerciales desleales, señaló el presidente. "No los llamamos para decirles ’están tratando a nuestras compañías de manera injusta’".
Brasil, que depende en gran medida de las exportaciones de soja y mineral de hierro, envía mayormente productos procesados como acero y pulpa a EE.UU., que también es su mayor comprador de café. A cambio, la nación sudamericana es un destino para los combustibles, productos químicos y medicamentos del país norteamericano.
El comercio entre los dos países totalizó alrededor de US$52.000 millones el año pasado, según datos de la Secretaria de Comercio Exterior de Brasil. El gigante sudamericano registró un pequeño déficit comercial con EE.UU. en los primeros ocho meses de 2018.