El economista y exsecretario de Energía, Daniel Montamat, aseguró en diálogo con Canal E que el sector energético argentino atraviesa una fase estratégica para consolidar su perfil exportador.
En este sentido, sostuvo que “el sector energético es uno de los sectores puntales en una transformación productiva”, subrayando el cambio de paradigma respecto de años anteriores, cuando el objetivo principal era el autoabastecimiento interno.
Expansión petrolera y oportunidad exportadora
Montamat explicó que el país consolida una estrategia exportadora sustentada principalmente en el desarrollo acelerado de Vaca Muerta. En esa línea afirmó que “la Argentina está exportando más de 300.000 barriles diarios de petróleo” y que la producción nacional ya alcanzó picos históricos. Según detalló, en octubre se registraron “850.000 barriles diarios de producción”, cifra que atribuyó al avance de obras de infraestructura orientadas a evacuar mayores volúmenes hacia mercados externos.
El analista remarcó que el contexto internacional abre condiciones favorables para profundizar esta expansión. Por eso insistió en que “tenemos que aprovechar la oportunidad, la ventana de oportunidad que nos da el mundo para consolidar esta estrategia exportadora”. A su criterio, la clave es sostener reglas estables y generar condiciones competitivas que permitan a las empresas planificar inversiones de largo plazo.
RIGI, inversiones y competitividad interna
Consultado sobre el Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI), Montamat descartó prejuicios y consideró que “en un país normal, debería ser un régimen general para todas las empresas”. Sin embargo, aclaró que el sector hidrocarburífero necesita marcos específicos debido a que se trata de inversiones de miles de millones de dólares que requieren previsibilidad prolongada.
Destacó que el régimen “ha sido beneficioso para desencadenar grandes procesos de inversión”, sobre todo en infraestructura orientada a la exportación, y que también contribuye a mejorar la ecuación fiscal. No obstante, advirtió que la variable determinante para que los proyectos prosperen es la estabilidad macroeconómica: “lo más importante es la estabilidad macroeconómica y que siga bajando el riesgo”, aseguró.
Montamat también señaló que Argentina necesita ajustar costos internos para competir mejor, dado que los precios internacionales no dependen del país: “somos tomadores de precios del mercado internacional”, afirmó, y sostuvo que la microeconomía local aún enfrenta desafíos en eficiencia, especialmente en servicios asociados al sector.
Sobre los aumentos en combustibles, explicó que responden a la inflación y a componentes impositivos que se actualizan con retraso. Remarcó que “los combustibles siguen referencias internacionales que se traducen a pesos a partir del tipo de cambio”, por lo que es natural que, con una inflación mensual del orden del 2%, ese ajuste se refleje en los surtidores. También mencionó reacomodamientos tributarios y costos vinculados a los biocombustibles como factores adicionales.