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Federico Glustein: “Seguramente la inflación de noviembre cierre entre 2,3% y 2,4%”

El economista analizó la inflación de noviembre y el riesgo país en diálogo con Canal E, y advirtió sobre los factores que frenan la desaceleración inflacionaria.

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Inflación | Noticias Argentinas

En diálogo con Canal E, el economista Federico Glustein afirmó que la inflación de noviembre volverá a superar el 2% y explicó por qué el Gobierno no logra quebrar ese piso.

Inflación: estacionalidad, servicios y dolarización cultural

El economista fue categórico respecto al dato que se conocerá esta semana: "Seguramente cierre entre 2,3 y 2,4", afirmó, contradiciendo las estimaciones más optimistas. Incluso precisó que su medición personal marca un 2,5%, impulsado por aumentos en frutas, verduras, carne, carbohidratos, combustibles y servicios.

Según explicó, existe una inflación inercial que se sostiene desde hace meses: "Tenemos una inflación creciente, levemente creciente, de los últimos seis meses, pero sin poder quebrar la barrera psicológica del 2%". A esto se suma un diciembre históricamente complejo, con subas estacionales vinculadas a turismo, aguinaldo y bienes de consumo intensivo del verano.

GlusteIn detalló además que uno de los errores del Gobierno en el proceso desinflacionario fue permitir que los servicios se actualicen por encima de la inflación, afectando de manera transversal a los costos productivos. En sus palabras: "Todos los servicios públicos aumentaron por encima de la inflación", lo que empuja no solo salarios y paritarias sino también bienes afectados por combustibles, energía y transporte.

El economista agregó que la volatilidad del dólar —con una variación de punta a punta cercana al 30%— dificulta cualquier intento de desaceleración, y que la flexibilización fiscal iniciada tras las elecciones también contribuyó a sostener la presión inflacionaria.

Riesgo país: desconfianza, reservas y un mercado que espera señales

Consultado sobre el riesgo país, que se mantiene en torno a los 600 puntos, Glustein indicó que hay un factor determinante: la falta de acumulación de reservas, que los mercados leen como un riesgo estructural y que impide que el indicador baje.

Sin embargo, se mostró moderadamente optimista: una próxima licitación de bonos en dólares bajo ley argentina podría mejorar la percepción si resulta exitosa. Esto permitiría exponer mayor confianza y acercar el riesgo país a niveles regionales más normales: Uruguay y Chile por debajo de 100, Colombia bajo 400.

El economista también analizó la dificultad crónica argentina para acumular divisas. Atribuyó el problema a cuestiones culturales —"la gente está habituada a ahorrar en dólar"— y a una falta de instrumentos alternativos confiables. Además, alertó sobre los efectos del actual modelo productivo y del aperturismo: el ingreso de bienes importados desplaza la oferta local, reduce la capacidad exportadora y limita la generación de dólares frescos.

Según Glustein, la Argentina enfrenta un doble desafío: sostener el consumo sin destruir industria y, al mismo tiempo, generar divisas en un contexto donde sectores clave compiten con la dolarización del ahorro y con una economía que requiere dólares “semana a semana”.