CIENCIA
centro espacial de guayana francesa

El satélite Arsat-1 ya está ensamblado al cohete que lo lanzará al espacio

A dos días del lanzamiento, se llevan a cabo los últimos preparativos en el centro espacial de la Guayana Francesa.

La presidenta Cristina Fernández de Kirchner.
| Télam

Cuando, en dos días, el satélite Arsat-1 se separe del cohete Ariane 5 a 250 kilómetros de distancia, quedará en manos del jefe de operaciones Juan Aurelio, quien coordinará desde la estación terrena Benavídez, en Buenos Aires, las maniobras para que llegue con éxito a 36 mil kilómetros de altura y en la posición 71,8° de longitud Oeste, desde donde prestará servicios de telecomunicaciones para el país. Si las condiciones climáticas lo permiten, el lanzamiento será el próximo jueves a las 18 desde Kourou, en Guayana Francesa. Hasta allí viajará una comitiva argentina que encabezaría el ministro de Planificación, Julio De Vido.

“Desde la estación Benavídez, el equipo estará monitoreando el lanzamiento y después de cuarenta minutos de vuelo quedará en la posición de inyección, y ahí el satélite se desprenderá del cohete y lo empezaremos a dirigir desde Argentina”, explicó con entusiasmo el ingeniero, de 37 años. El Arsat-1 tendrá una órbita geoestacionaria; es decir, que se mantendrá sobre un punto del planeta con un movimiento sincrónico con el de rotación de la Tierra. “Luego del lanzamiento, tenemos unos diez días de órbita de transferencia hasta llegar a la geoestacionaria”, aclaró Aurelio. Durante este período, los ingenieros y expertos harán una serie de maniobras y cálculos para lograr que el satélite se mantenga en su posición y a 36 mil kilómetros de altura de manera constante.

A partir de ese punto, se repetirá en órbita una serie de pruebas realizadas en tierra para verificar que el Arsat-1 funcione en forma correcta. Después del lanzamiento, se estima que “en aproximadamente un mes y diez días estará listo para prestar servicio”, afirmó el jefe de operaciones.

El satélite ya está ensamblado con el cohete Ariane 5 y durante el lanzamiento tendrá que soportar vibraciones acústicas hasta diez veces mayores a las que produce una turbina de avión. El trabajo del equipo de la estación terrena Benavídez se intensificó 72 horas antes del lanzamiento para hacer todos los chequeos necesarios. “Hay procedimientos para verificar tres días antes y otros en dos o en uno. A partir de las 12 horas antes del lanzamiento, empieza la famosa cuenta regresiva”, contó Aurelio.

Durante el lanzamiento serán alrededor de treinta personas las que tendrán sus ojos fijos en distintas pantallas. “Estaremos con gente 24 horas, todo el grupo de ingeniería más el de expertos analizando la salud del satélite”, detalló Aurelio. “Falta poco, estamos tranquilos con el trabajo que hicimos. Va a salir todo bien y si llega a ocurrir algo estamos a la altura de las circunstancias para resolverlo”, aseguró el jefe de operaciones. El satélite fue especificado por Arsat y diseñado e integrado por Invap. Brindará servicios de televisión, acceso a Internet y servicios de datos y de telefonía sobre IP a todo el territorio nacional y países limítrofes.