Primero fueron las declaraciones del técnico alemán, Joachim Low, quien prohibió a sus jugadores mantener relaciones sexuales durante el Mundial de Rusia 2018. Luego, una foto del futbolista argentino Cristian Ansaldi en el jacuzzi junto a su mujer durante un alto en los entrenamientos de la Selección. Ambos sucesos reabrieron esta semana el debate: ¿es aconsejable que los deportistas de alto rendimiento tengan sexo antes de una competencia? ¿El sexo afecta o no el rendimiento?
“Clásicamente se ha considerado que tener relaciones sexuales antes de una competencia deportiva no es recomendable. Al haber un desgaste calórico que genera una baja en el tono muscular puede afectar el desempeño del jugador en la cancha. Esta idea tiene su origen desde los Juegos Olímpicos en la antigua Grecia o en el taoísmo chino. Había una creencia de que el semen contenía sustancias que le daban fortaleza y virilidad al hombre, y que al sacarlas de su cuerpo iba a bajar su rendimiento”, explicó a PERFIL el médico deportólogo Jorge Franchella, director del Programa Actividad Física para la Salud y el Deporte del Hospital de Clínicas.
“(En la actualidad) se considera exagerado abstenerse de relaciones sexuales por más de un día. Aunque sí afectaría si se hace dos horas antes de un partido. Sin embargo, la carga física que implica el sexo es diferente en cada persona, habiendo atletas que se adaptan sin problema”.
Beneficios. Una revisión de estudios científicos realizada por investigadores iraníes y publicada el año pasado en la revista Annals of applied sport science, concluyó que “tener sexo al menos 10 a 12 horas antes de un evento deportivo no tiene impacto negativo a nivel psicológico ni en la performance atlética”. Aunque advierte el trabajo que tener sexo un par de horas antes de la competencia sí demostró tener efectos negativos.
“En relación al sexo y el deporte se han tejido infinidades de creencias y mitos que por suerte con el paso del tiempo se está revirtiendo. Hay investigaciones médicas que no solo manifiestan que no baja el rendimiento deportivo –siempre que sea con la pareja estable–, sino por lo contrario, lo mejora debido al aumento de la hormona testosterona, tanto en hombres como en mujeres atletas”, sostuvo el médico deportólogo y cardiólogo Norberto Debbag.
Para el sexólogo Walter Ghedin, son más los beneficios que los perjuicios que podría ocasionar. “Se sabe que el acto sexual quema entre 85 a cien calorías, por lo que el gasto de energía es mínimo. El ejercicio aeróbico y el sexual lleva más sangre a los tejidos, dilata los vasos sanguíneos en general y disminuye el colesterol malo (LDL), e incrementa el bueno (HDL), baja la glucemia y protege del hígado graso (esteatosis), aumenta la síntesis de endorfina, dopamina, sustancias que generan sensación de bienestar y motivación”.
Estrés y lesiones
El Mundial de Fútbol es la competencia de más alta exigencia para los jugadores, tanto física como mental. En este sentido, Jorge Franchella –jefe del Programa de Actividad Física y Deporte del Hospital de Clínicas– afirmó que “cada jugador procesa el estrés a nivel del sistema nervioso y del sistema hormonal. Si bien se trata de jugadores de elite, con características propias, tanto en la destreza en el deporte como en el manejo de la tensión y los factores ambientales podemos encontrar distinto tipo de rendimiento y diversas formas en las que la presión va a repercutir a nivel orgánico”. El modo en que impacta el estrés es difícil de medir. “A menudo se dice que las lesiones se generan primero en la cabeza y después en el cuerpo; sin embargo, estos casos son excepcionales”.