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Biblia mata calefón

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Diarios, noticieros y programas periodísticos repitiendo sin pausa los superdichos de un arzobispo de la provincia de Salta al presidente Macri.

Para ubicarnos en situación: el presidente de los argentinos viajó a Salta el domingo último para hacerse presente en la celebración de la Festividad del Señor y la Virgen del Milagro.

El arzobispo local de Salta, Mario Cargnello, luego de agradecer su visita al Presidente, le dedicó “una serie de rosarios” de alto impacto.

Así, el clérigo le recordó al Presidente que cuando comenzó su mandato manifestó que iba a luchar por la pobreza cero. Y le preguntó sin rodeos “¿Qué le puede decir a Salta ahora?”. Prosiguió sentenciando el arzobispo: “Por eso, Mauricio, has hablado de la pobreza, llévate el rostro de la pobreza. Son dignos, son argentinos, son respetuosos y merecen que nos pongamos de rodillas ante ellos”. Sin piedad, el religioso continuó con sus dichos: “Los pobres no son una molestia… son una oportunidad” para el crecimiento del país.

¿Se entiende que el arzobispo local de la provincia de Salta le dijo al Presidente de los argentinos que se lleve de la provincia de Salta el rostro de la pobreza? ¿Y que el impacto de estas manifestaciones se hizo escuchar hasta Roma?

Seguro que sí.

Más difícil de comprender es que el único contacto que tuvo Mauricio Macri con el gobernador de la provincia de Salta, Juan Manuel Urtubey, fue cuando comenzó la misa en el marco de la sagrada celebración, y el presidente de la República junto a su flamante esposa fueron ubicados a pocos metros del gobernador de la provincia salteña, también junto a su mujer.

La separación de la Iglesia y el Estado no es más que un concepto legal a partir del cual las instituciones del Estado y la Iglesia deben mantenerse por separado, así, la Iglesia no puede intervenir en los asuntos públicos.

En Argentina, no existe tal separación; si bien el Estado argentino es laico y garantiza la libertad de culto, el Estado de la República Argentina mantiene la obligación de sostener el culto católico apostólico romano, establecido en la Constitución Nacional.

No se trata de objetar si eclesiásticos indignados le cuestionan al presidente de los argentinos sobre las penurias que hoy padece un importante sector de la población, se trata de poner de relieve el peso específico que tiene la institución religiosa frente a la civil.

Argentina está atravesando la más grave crisis financiera, socioeconómica y política de los últimos años, a menos de cuarenta días de las próximas elecciones generales, y el gobernador de la provincia visitada no recibió al presidente de los argentinos por “cuestiones de agenda”, mientras la Iglesia se encargó de poner los puntos, las comas y los acentos a como diera lugar.

*Politóloga y profesora UBA.