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Defensora de Género

Coronavirus: ¿qué nos muestra? ¿qué nos oculta?

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Protección. Las nuevas formas del trabajo, con otra mirada post pandemia. | cedoc

Si algo debemos agradecerle al virus es haber desnudado las desigualdades económicas, sociales, políticas, de género y muchas que existen.Sabíamos que existían y denunciábamos pero eran ignoradas por la mayoría de los decisores. No podemos atribuir esto solo a gobiernos, agencias de ONU, o think thanks reconocidos; investigadores sociales excepto algunas honrosas excepciones, grupos empresarios y grupos de apoyo e investigación y otros no escuchaban o las relativizaban. Desigualdades que en 2019 generaron masivas protestas en muchos países y desde hace años producen la inmigración masiva a lugares con condiciones más favorables, generando problemas graves a los migrantes y a los países de tránsito y/o destino, con el consiguiente atropello a los derechos humanos. 

A esto se suman las desigualdades de género que ya vimos cómo se dispararon con el aislamiento, pero que ya existían y que costaba mucho visibilizarlas a pesar del NiUnaMenos y el MeToo. Las desigualdades económicas generadas por el modelo de desarrollo y explotación de recursos naturales y su impacto en los modelos de participación laboral de mujeres y hombres, con la profundización de la brecha en la distribución de ingresos y de condiciones laborales: aumento de la informalidad, en especial en las mujeres, sin protección social, entre otros. Ahora es imposible negarlos.  

El domingo 3, la nota de 50/50 refiere un debate organizado por Paridad en la Macro, grupo que impulsa la mayor igualdad en los debates económicos, en el que varias mujeres analizaron el impacto y cómo se modificarán las condiciones laborales y del modelo de desarrollo y de protección social. Las voces coincidieron pero no profundizaron en soluciones que modifiquen las desigualdades, excepto Corina Rodríguez, investigadora del Conicet, que habló de la necesidad de cambiar la forma de medir el progreso económico y de plantear otro modelo de desarrollo centrado en sostener la vida de las personas y el ambiente, y no como el actual, que las destruye. Además, pensar nuevas formas de consumir.

En ese sentido, la nota de Valli el sábado 2 por el Día del Trabajador, sobre el cambio del empleo después del virus, es otra contribución para profundizar qué cambiará respecto a las formas del trabajo. ¿Se ampliará el teletrabajo? Sí pero con condiciones de protección social: proveer los equipos necesarios, respetar los horarios, cubrir gastos por esta modalidad, entre otros. Y allí aparece algo que ya se habló antes sobre el crecimiento de las modalidades de trabajo en base a plataformas, que tienen su auge en los deliveries y en general en servicios, donde la desprotección social es flagrante. Es fundamental garantizar su regulación y con ello su inclusión como trabajo decente según la OIT. Tanto para el teletrabajo como para las modalidades de trabajo basado en la tecnología, es urgente se regulen y se garantice la protección social. Allí es clave la participación del Congreso con leyes regulatorias que por ahora no se ven.

Analicemos también lo que oculta el coronavirus. Ya dijimos antes que la focalización de los servicios de salud permite ignorar otros problemas y no tratarlos, como ocurrió en el caso de la joven muerta con sospecha de Covid-19 en Chivilcoy, que tenía un grave traumatismo, que recién se denunció post mórtem cuando dio negativo el hisopado y aparecieron antecedentes de violencia de su pareja. En general, oculta conductas que limitan los derechos humanos, que se aceptan o no se perciben, ante la gravedad de la pandemia. El predominio de las decisiones que adoptan los poderes ejecutivos sin la participación de los otros poderes, especialmente el Congreso, es algo que favorece la impunidad ante la falta de controles.

Ahora es particularmente necesario la activa participación del Poder Legislativo en todos los niveles. También de los mecanismos de control y del respeto a las normas de transparencia. No por la urgencia se puede aceptar que se cometan ilícitos y persista la corrupción. Para eso se necesita que se transparenten todo, difundiendo en las páginas de los ministerios y áreas ejecutivas todas las actividades, y muy especialmente las compras, la distribución de insumos y otras. 

La Justicia también debe garantizar los derechos de toda la población. La ausencia en casos de violencia ya sabemos lo que produce, aunque también muchas veces su presencia sin perspectiva de género es nefasta. Mucho se criticó la liberación de presos, pero tardó en verse la cantidad de violadores y femicidas liberados y los riesgos que esto implica. El reportaje de Fontevecchia a José Nun el sábado 2 brinda un completo panorama que abarca todo lo que oculta el coronavirus.