Nos encontramos en medio de la tormenta más poderosa que ha sacudido a nuestro Teatro Colón en cien años, consecuencia de la incapacidad e irresponsabilidad de muchos, pero también de nuestra falla colectiva de entender que el mundo ha cambiado y que las estructuras obsoletas requieren nuevos diseños.
Los desafíos que estamos enfrentando son reales. Son problemas serios y son muchos. No se solucionan fácilmente ni en un breve período de tiempo. Pero podemos asegurar que los problemas están siendo enfrentados porque debemos terminar con la frustración a la que nos han llevado tantos años de errores propios y ajenos.
Decidimos entonces recuperar el Teatro y devolverlo a la ciudadanía para que en 2010 podamos regresar a casa. Esta es nuestra prioridad.
Conviene recordar que este gobierno encontró un teatro cerrado, que había dejado de cumplir con su misión, con el personal sin incentivos, con una estructura orgánica inadecuada y sobredimensionada y con una reducción importante en su producción.
En 2008 el Gobierno impulsó la Ley de Autarquía del Teatro Colón que permitió su fortalecimiento institucional. También en ese año se reiniciaron las obras de remodelación del edificio, que en tiempo y forma está realizando el Ministerio de Desarrollo Urbano del Gobierno de la Ciudad.
Al comienzo del año en curso recibí del Ing. Mauricio Macri el ofrecimiento de hacerme cargo de la conducción del Teatro Colón, que acepté agradecido y entusiasmado por la tarea que significa contribuir con la recuperación de una institución tan importante para la cultura.
Inmediatamente después, designamos la nueva conducción artística y escenotécnica con maestros y profesionales del propio Teatro Colón, cada uno de ellos con carrera y prestigio internacionales. También lanzamos la Temporada 2009, con producciones argentinas y artistas nacionales y extranjeros.
Ahora estamos avanzando un paso más: la implementación de la nueva estructura de personal cuyos objetivos son volver al teatro de producción y de calidad que supimos tener, de acuerdo con los mejores estándares internacionales, y fortalecer los cuerpos artísticos y escenotécnicos. Además, luego de décadas, este cambio permitirá el ingreso de jóvenes que hace años esperan que se abran las vacantes necesarias para acceder a través de concursos públicos y abiertos.
El Teatro Colón cumplió cien años en 2008. Durante un siglo su producción se redujo casi a la mitad mientras que el número de empleados se multiplicó más del 400%, hasta llegar a 1.237 agentes que teníamos antes de la reforma que estamos encarando, muy superior al de los otros grandes teatros del mundo.
La nueva estructura del teatro tiene ahora 808 empleados, todos ellos de planta permanente, luego de haber sido invitados a jubilarse 259 que cumplen con los requisitos que ordenan las normas vigentes, y con la disolución de algunas áreas y la creación de otras.
Ningún empleado pierde su trabajo. Los de planta permanente, cuya estructura se mantiene, conservan sus cargos en el Teatro sin necesidad de concursar, y las vacantes que se generen por jubilación y por creación de nuevas áreas serán cubiertas por concursos públicos y abiertos durante este año. El personal del Teatro que concurse para los nuevos cargos tendrá un puntaje adicional. El total de vacantes es de 268.
Finalmente, los empleados de las áreas disueltas no pierden su fuente de trabajo; son transferidos a otras áreas del Gobierno de la Ciudad y podrán presentarse a los concursos del Teatro si así lo desean.
Para poder realizar estos cambios se requiere del apoyo de la ciudadanía y evitar la utilización política-electoral de un bien que no tiene que ver con la coyuntura sino con el arte y los valores permanentes.
Desde los mismos cimientos de un teatro que fue creado para honra de la Ciudad de Buenos Aires y para orgullo de los argentinos, recuperemos con decisión lo que nos pertenece porque nos ha sido legado por nuestros mayores, y así, nuestros hijos y los hijos de nuestros hijos podrán decir mañana que hemos cumplido con nuestra tarea.
Les aseguro que en 2010 volvemos a casa.
*Director general y artístico del Teatro Colón.