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Detrás del plan V

En plena turbulencia económica, alientan incluir a Vidal en la fórmula para 2019.

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LA BONAERENSE María Eugenia Vidal | DIBUJO: PABLO TEMES

La reasignación de funciones en el equipo técnico y político del oficialismo es parte de la estrategia electoral de 2019, donde otras dos iniciativas tienen un papel importante:
la despenalización del aborto que discute el Congreso y lo que es, por ahora, una hipótesis para la reelección de Mauricio Macri en la presidencia. Incorporar a María Eugenia Vidal en la fórmula.
Recuperar la confianza de los mercados y rectificar el manejo del cambiario luego de que el dólar superase los 28 pesos está detrás de la designación de Luis Caputo en el Banco Central y de fortalecer a Nicolás Dujovne con un Ministerio de Economía que unifica Finanzas y Hacienda. En esta crisis y en la de mayo, a Federico Sturzenegger se le reprochó impericia para intervenir en la cotización a través de la mesa de pases de esa entidad, con pérdida de reservas por 9 mil millones. Pero no todos los efectos de la devaluación serían tan gravosos.

Chance. A la Tesorería ingresarán más pesos cuando el Central licite los 7.500 millones por el primer tramo del préstamo con el FMI. Pero además, por el impacto de inflación y reajuste tarifario podría darse que los consumidores fijen el precio de los productos, como insiste el especialista Guillermo Olivetto.
Con una economía de ajuste, se invertiría la lógica del mercado: se pasaría de uno de demanda a otro de oferta, dominado por lo que los usuarios elijan comprar. Si ese fuese el contexto, inhibiría el traslado automático de inflación a precios.
Lo que no despeja un horizonte complejo. Los estudios de opinión pública de junio coinciden en destacar la inflación como la prioridad entre las preocupaciones de la ciudadanía. Explica el paro de actividades dispuesto por la CGT para el 25 y la interrupción del diálogo con el Gobierno, a quien le exigió la reapertura de paritarias, el congelamiento de despidos por seis meses, la eliminación de Ganancias en el medio aguinaldo y fondos frescos para las obras sociales sindicales.
Está claro que terminar de controlarla es la expectativa más difícil de cumplir. Lo confirman las proyecciones de las autoridades económicas para 2018: entre un 27% y un 34%. El anuncio de la salida de Sturzenegger el mismo día que la ley de despenalización del aborto tuvo media sanción en Diputados no parece casual. Tampoco que Miguel Angel Pichetto se atreviese a adelantar que lo propio podría ocurrir en el Senado.

Predicciones. En la poco conocida faceta predictiva de Pichetto incide la presencia de Cristina Fernández de Kirchner en esa Cámara. La ex presidenta pasó de su declarado antiabortismo a adelantar que votará a favor de la ley. Cristina sigue siendo un tema convocante para acercar posiciones con el Gobierno.
Con mandato hasta 2019, Pichetto está convencido de la necesidad de dar una vuelta de página al kirchnerismo, del que también intenta diferenciarse la CGT conducida por el triunvirato de Juan Carlos Schmid, Carlos Acuña y Héctor Daer.
Con ellos se reunió antes de verse con Horacio Rodríguez Larreta y María Eugenia Vidal, la semana pasada, para discutir el traspaso de Aysa al gobierno porteño y al bonaerense, con el que insisten los gobernadores peronistas para negociar con Macri el ajuste incluido en el acuerdo con el Fondo Monetario.
Es un tema que todavía no está resuelto, como confió Vidal al gabinete ampliado que reunió en La Plata el jueves y donde el tema de la ley de despenalización del aborto no fue analizado. O no, al menos, con el nivel de detalle que lo hicieron en la mesa chica del PRO y otras figuras de la oposición.
Un caso es el de Felipe Solá, que cambió y votó a favor. En la reunión con intendentes en su domicilio de General
Rodríguez del 2 de junio sinceró la disyuntiva de su eventual candidatura presidencial. No lo conocen los menores de 45 años, que en 2019 serán el 40% de los electores. En la franja de entre 15 y 29 años, más del 70% está a favor de la despenalización.
Es comprensible que esa morfología del padrón inquiete también al kirchnerismo. Los millennials serán los que definan las elecciones en las que
Macri y Cristina representan situaciones asimétricas. La ex presidenta es la preferida del kirchnerismo para 2019 con un 84% de adhesiones, seguida muy lejos por Axel Kicillof (11%) y Agustín Rossi (4%), según la medición de junio de la consultora Agora.
Si la elección se definiese solo en esa minoría intensa, CFK arrasaría a Macri por más de 25 puntos en la lectura propuesta por Synopsis. Macri se impone en los escenarios donde la política no es un valor significativo en la vida cotidiana. Hasta antes de la última corrida, la imagen positiva del Presidente se situaba en torno a los 45 puntos. Es decir, los mismos valores de mayo de 2017, de acuerdo con D’Alessio IROL.

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Ella. Mientras, Vidal vuelve a rondar los 60 puntos. La gobernadora evitó embanderarse con la ley de despenalización del aborto que por segunda vez enfrentó al kirchnerismo y a la Iglesia. La primera fue en 2015, cuando el clero promovió el voto a favor de Vidal y en contra de Aníbal Fernández.  Mérito de Cambiemos, tildado de naif cuando Macri anunció el envío de la iniciativa al Congreso durante la Asamblea Legislativa. A propósito, ¿le habrá adelantado Vidal al Papa su estrategia en su visita al Vaticano?
Quienes alientan la candidatura de Vidal a vicepresidenta insisten, precisamente, en el fenómeno de dos años atrás, cuando una perfecta desconocida le ganó a un peronismo en descomposición. Eso, para desbaratar el argumento de los que creen imprescindible a Vidal para retener la provincia de Buenos Aires. Las especulaciones son muchas.
Otros sacan cuentas desmedidas. Si acompañase a Macri en la fórmula, la gobernadora quedaría limitada a una sola reelección como candidata a presidente en 2023.
Parece un exceso de cálculo y de optimismo. Dos factores que empujaron la crisis que se intenta remediar.