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“Este lunes no existirá más economía”

Antes de ayer regresé de Estados Unidos y mi primera sorpresa fue observar cuánto mayor espacio como tema de conversación ocupa la crisis económica aquí en la Argentina que en el país desde donde se genera.

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La primera mujer de EE.UU. que preside la Cámara de Diputados, Nanci Pelosi, al firmar el plan de los 700 mil millones y, días después, en la Asociación de Editores.

Antes de ayer regresé de Estados Unidos y mi primera sorpresa fue observar cuánto mayor espacio como tema de conversación ocupa la crisis económica aquí en la Argentina que en el país desde donde se genera. Si bien hay un porcentaje de la población altamente informada y educada, la mayoría de los ciudadanos norteamericanos no lee diarios, no escucha radio –sólo música– y usa la televisión para entretenerse. A pesar del gran interés popular que despiertan candidaturas como las de Obama y Sarah Palin, en medio de la crisis financiera la última tapa de Newsweek fue justamente la controvertida gobernadora de Alaska. En Estados Unidos va a votar porcentualmente menos gente que en la elecciones de Irak post Saddam.

Me tocó exponer en la conferencia anual de la Asociación de Editores de Estados Unidos, junto a Tarum Rai, director de The Times of India –el diario en lengua inglesa de mayor circulación del mundo– y el director general de las publicaciones que la BBC de Inglaterra tiene en decenas de países, Peter Phippen, sobre el exagerado tema “Qué pueden aprender los editores norteamericanos de los editores extranjeros”.

Lo importante no fue lo que pudimos aportar los extranjeros, sino lo que los propios norteamericanos expusieron en la conferencia. Entre ellos, la presidenta de la Cámara de Diputados de ese país, Nancy Pelosi, quien abiertamente nos confesó que cuando se comprometió a hablar en este foro, hace un mes, nunca hubiera imaginado lo que terminaría sucediendo con la economía. Dio detalles del viernes en que la llamó Ben Bernanke, presidente de la Reserva Federal y experto en la gran depresión de 1929, para pedirle que reúna al Congreso durante el fin de semana para votar “sí o sí” la ley de rescate financiero de 700 mil millones de dólares, porque de lo contrario “este lunes no existirá más la economía norteamericana”.

“No nos gusta privatizar ganancias y nacionalizar pérdidas –agregó–, pero fue una situación del tipo ‘llévelo o déjelo’”. Dijo estar a favor de la indulgencia para los morosos con sus hipotecas, estableciendo un sistema de copropiedad y una reforma salarial para los ejecutivos de Wall Street que elimine sus “paracaídas dorados” (compensaciones ante despidos). Todo indica que Pelosi, la primera mujer en presidir la estratégica Cámara de Diputados, continuará en su cargo tras las elecciones, porque su partido, el Demócrata, ganaría entre 10 y 20 diputados más, que se sumarán a los 235 que hoy tiene, contra los 199 diputados republicanos.

Pero en la Argentina la pregunta que se repite la gente es otra: “¿Por qué aumenta el precio del dólar, si es la economía de Estados Unidos la que está en problemas?”. No sólo en la Argentina, sino también en todos nuestros países vecinos: desde el 1º de agosto, el dólar aumentó 55% en Brasil, 20% en Chile y 32% en México. Una explicación le atribuye la corrida cambiaria a la necesidad de no pocos extranjeros de sacar sus inversiones de países periféricos para fortalecer sus amenazadas posiciones en los centrales, sumado esto a la imitación que el miedo genera en los inversores locales. Pero eso no explica que el dólar se haya revaluado frente al euro en alrededor del 15% durante estas mismas semanas.

Una explicación más amplia podría ser que, a pesar de todas las críticas que se le realizan a la economía norteamericana, los inversores de todo el mundo continúan confiando más en la fortaleza económica de Estados Unidos, además de en la seguridad de sus leyes. Durante este año, la Bolsa de Estados Unidos bajó 38%, pero –en dólares, hasta la mañana de ayer– la de Malasia 39%, Taiwán 40%, Canadá y Chile 41%, Argentina 42%, España y Dinamarca 44%, México y Singapur 45%, Nueva Zelanda 46%, Inglaterra como Francia y Hong Kong 47%, Suecia con Sudáfrica y Polonia 48%, Alemania y Pakistán 49%, Indonesia y Filipinas 50%, Italia y Portugal 51%, Perú y Bélgica 52%, Holanda como Corea y Australia 53%, Finlandia y Hungría 54%, Brasil con Noruega y Lituania 55%, China y Turquía 57%, India y Grecia 58%, Austria 60%, Irlanda y Vietnam 61%, Rusia 65% e Islandia 73%.

Sólo las Bolsas de Israel, Suiza y Japón bajaron menos que la de Estados Unidos, pero en porcentajes no muy distintos: 30%, 35% y 39%. Quizás esto explique por qué, a pesar del tembladeral, el dólar continúa siendo –no sólo para los argentinos– el mejor refugio monetario. Y por qué el norteamericano medio –no Bernanke, claro está– se desespera menos.