COLUMNISTAS

Faltan pasión e ideas

Tenemos democracia estabilizada. Antes existían amenazas de los golpes, etapa superada. Positivo, no es un logro propio en la medida que es universal. Muchos años para pocos logros.

default
default | Cedoc

 

Tenemos democracia estabilizada. Antes existían amenazas de los golpes, etapa superada. Positivo, no es un logro propio en la medida que es universal. Muchos años para pocos logros.

Alfonsín fue el primer gobierno y el más vapuleado por los actores del pasado, el poder militar y financiero. Terminó débil pero digno, es sin duda el que mejor será visto por la posteridad. Menem no enfrentó a los enemigos de la democracia, se asoció a ellos con Cavallo y nos llevó a retroceder como sociedad integrada con la pérdida del patrimonio por las privatizaciones, el aumento de la deuda externa y la expulsión de millones de personas a la marginalidad. La más nefasta de las democracias.

De la Rúa fue sólo la intención de ejercer un poder que nunca logró entender dónde se encontraba y qué características tenía. Si Menem y Cavallo fueron decadencia y corrupción, De la Rúa y Chacho fueron ignorancia del más mínimo ejercicio de sus funciones.Duhalde nunca dejó el lugar de continuador de Menem sin componentes agresivos.

Y finalmente, Kirchner, con plena conciencia del poder y sus resortes, carente en su origen de objetivos políticos, termina encontrándolos por casualidad en los restos de la juventud de los setenta.

Unos son débiles por ignorar el ejercicio del poder, otros se exceden, seducidos por sus límites difusos y enfermos con la sed de eternidad. Veinticinco años y no pudimos crear una clase dirigente. La coordinadora radical y la renovación peronista fueron efímeras promesas. Menem y De la Rúa eran de la generación anterior y llenaron el vacío que dejaron los jóvenes.

¡Cuántas imágenes promisorias consumió este proceso! Individuos que parecían nacidos para el bronce, tan efímeros como flores de verano. Al fallar los partidos recurrimos a los hombres y, frente a su fracaso, transitamos el escepticismo. La sociedad, abrumada por carecer de dirigencia y de futuro, descree de la política sin comprender todavía que sólo a través de ella encontrará su salida.

Mientras el Gobierno desprecia a la oposición y la oposición odia al Gobierno, la sociedad suele devaluar a ambos.

Hay más pobreza y más miseria que hace 25 años; más obligaciones deben ser la exigencia de más necesidades.

Si la desidia y la inocencia nos llevaron a perder el rumbo, la pasión y las ideas nos permitirán recuperarlo. No importan las opiniones acertadas o confusas, sirve que vayamos asumiendo el desafío.

Es difícil festejar logros tan escasos, pero más lo es imaginar cercana la salida. Es mucha y dolorosa la experiencia acumulada, tanto como la madurez que tiene hoy la mayoría de las opiniones.

Aún sobreviven enfermos de soberbia que se sienten dueños de la verdad, enfermedad que la convivencia debe transformar en dudosa certeza sobre la opinión propia y escucha respetuosa de la del adversario.

Fueron etapas de enseñanza. No es que hayan muerto las ideologías, es que sólo son viables cuando están en manos de la cordura y son proclives a la convivencia. Tenemos demasiados odios y escasas ideas; necesitamos madurez, propuestas y respetuosa convivencia. Falta poco, aunque aún no se vea la salida.


*Titular del Comfer de 2003 a 2008.