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Defensor de los Lectores

Los medios deben ser cautos al informar sobre las vacunas

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Campañas. Hay que estar atentos a la validez de lo que se dice y detectar manipulaciones. | afp

A fines de 2020, cuando se ponía en marcha la inédita (por lo urgente, por lo inquietante, por lo angustiosa) campaña de vacunación contra el covid-19, la Organización Mundial de la Salud (OMS) planteaba la necesidad de tratar el tema con rigurosidad, de manera responsable y sin caer en la trampa absurda de los cuestionamientos a las características de cada vacuna por su origen, su marca, su confiabilidad.

En nuestro país, el periodismo ha actuado inicialmente de manera dispar, según los intereses editoriales, las afinidades políticas, el particular punto de vista de quienes ejercemos este oficio. Algunos medios saltaron la valla entre lo correcto y lo peligroso, lo ético y lo violatorio a principios básicos de la profesión. Con el paso de estos meses, las posiciones han ido variando para bien, aunque quedan aún vestigios de mala praxis. 

En diciembre, la OMS difundía doce consejos para una buena comunicación de las informaciones vinculadas a las vacunas. Algunos de ellos:

No informar leyendo solo el titular o resumen de los estudios ni comunicados de prensa.

No confiar automáticamente en los datos (“Solicite los datos sin procesar cuando sea posible y siempre incluya los detalles de los métodos de investigación en su noticia o reportaje”).

Utilizar siempre fuentes confiables (“Al informar sobre una nueva vacuna o estudio, consulte con el centro de medios científicos de su país para obtener evaluaciones de expertos sobre los últimos avances”). 

Nombrar la fuente de la información “para mostrar credibilidad y permitir a los lectores buscar más datos sobre el tema”.

“Aunque ciertas palabras científicas pueden usarse con frecuencia al informar sobre covid-19 y vacunas, es importante definir términos científicos en cada artículo, o enlazar a un glosario de términos que permitirá al lector educarse”.

“Declarar claramente los posibles efectos secundarios de cualquier vacuna ayudará a informar al público y aliviará sus reservas”.

Hablar sobre las vacunas covid-19 potencialmente efectivas es vital para informar a aquellos que ya planean vacunarse, pero dada la desinformación existente durante la pandemia, “no olvide informar a los lectores sobre la importancia de todas las vacunas”.

En general, los medios argentinos responden positivamente a las recomendaciones de la OMS, que no son otra cosa que apelaciones al sentido común y al buen ejercicio de esta profesión. Sin embargo, siguen apareciendo, de cuando en cuando, notas en las que no se respetan algunas de ellas, generando en la opinión pública desorientación, inquietud, desinformación o información sesgada o engañosa. El jueves, La Nación reprodujo parcialmente una entrevista realizada en uno de los espacios de su sitio La Nación+ a un dentista, decano de la facultad de Odontología de la Universidad del Salvador, quien relativizó la efectividad de la vacuna Sinopharm tras la aplicación de la primera dosis y la presunción (no confirmada) de que podría postergarse por meses la segunda. El medio indicó que la misma postura tuvo “un grupo de médicos” a los que no identificó. 

Hasta ahí, los datos concretos del artículo en cuestión. Sin embargo, el título elegido fue cuanto menos inexacto o engañoso: “Sinopharm: médicos denuncian que la vacuna china no inmuniza lo suficiente. Personal de salud que se aplicó una dosis advierte que en los test de anticuerpos encontraron una protección por debajo de lo regular”. 

No se trata de “médicos” sino de un profesional de la salud especializado en odontología. Uno. Tomar lo particular por general es una grave falla en la edición periodística. 

Este ombudsman propone a los lectores de PERFIL vigilar atentamente lo que publica su medio preferido, pero no ignorar lo que publican otros. Así, la recomendación de la OMS en materia de empleo de fuentes y sujeción a las opiniones científicas no quedará arrumbada en un rincón.