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Por qué están todos locos

El factótum electoral de Macri y de De Narváez, Jaime Durán Barba, me envía el viernes un mail diciendo que “hay 90% de posibilidades” de que De Narváez le gane a Kirchner en la provincia de Buenos Aires (PERFIL viene publicando que gana Kirchner).

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Kirchner se arroja al público y Carrió le arroja a Cobos descalificativos autodescalificantes.

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El factótum electoral de Macri y de De Narváez, Jaime Durán Barba, me envía el viernes un mail diciendo que “hay 90% de posibilidades” de que De Narváez le gane a Kirchner en la provincia de Buenos Aires (PERFIL viene publicando que gana Kirchner). El jueves fue Elisa Carrió quien me llamó por teléfono para decirme que en Santa Fe ellos le ganan a Reutemann porque “empatamos en el norte de la provincia, menos poblado, y le ganamos en Rosario” (PERFIL publicó que gana Reutemann). ¿Quién tiene razón? Esta pregunta, potenciada por la disparidad que arrojan las encuestas, no sólo nos la hacemos en las redacciones sino que se la hacen casi todos los ciudadanos desconcertados también por lo que nosotros mismos publicamos.

Repasemos: en la encuesta exclusiva de Management & Fit para PERFIL (ver página 2), Kirchner empata con De Narváez: 25,5% contra 25,5%, y 14,8% de Stolbizer-Alfonsín y, todavía, el 24,9% de indecisos. De ellos, el 39% está más próximo a votar por la oposición y el 18,5% por el oficialismo. Cuando se interroga sobre fórmulas, sin embargo, Kirchner-Scioli logra el 29,5% contra el 28,5% de De Narváez-Solá.

En cambio, para la encuestadora MBC-Mori, proyectando indecisos, gana De Narváez con el 35% contra 32% de Kirchner y 13% de Stolbizer. En la misma encuesta, las candidaturas testimoniales tiene un rechazo de 76%, con 16% de aprobación. También la encuesta de Universidad Abierta Interamericana (UAI) da triunfador a De Narváez con el 32,1% contra el 26,3% de Kirchner, 17,2% de Stolbizer y 16,1% de indecisos. Mori y la UAL coinciden con Poliarquía, que el domingo pasado desde la tapa del diario La Nación sorprendió con la primera encuesta que daba triunfador a De Narváez con 28% contra 24% de Kirchner, 13% de Stolbizer y 20% de indecisos.

Además de Management & Fit, todos los demás dan ganador a Kirchner. Para Opinión Autenticada triunfa Kirchner con 30,1%, 26,5% de De Narváez, 21,5% de Stolbizer y 12,4% de indecisos (entre estos últimos hay 41 por ciento que dice que resolverá en el cuarto oscuro). Para Rouvier, (proyectando indecisos): 38% Kirchner, 30% De Narváez, 20% Stolbizer. Para Consultora Equis: 35% Kirchner, 26% De Narváez, 22% Stolbizer y 8% de indecisos. Para CEOP: 33% Kirchner, 25% De Narváez, 22% Stolbizer y 9% de indecisos. Para Ibarómetro: 33% Kirchner, 27% De Narváez, 11% Stolbizer y 14% de indecisos.

Clave. Un exhaustivo estudio de Ipsos - Mora y Araujo da 36% Kirchner, 28% De Narváez, 13% Stolbizer y 9% de indecisos. Pero vale la pena prestar atención a esta última encuesta, porque se diferencia de la mayoría de las otras en no ser parcial o totalmente telefónica y haberse tomado el trabajo de hacer 1.200 entrevistas hogareñas. Este punto, que quizás explique el porqué de las diferencias, es crucial. Los votantes de Kirchner son en mayor proporción de la clase social más baja, denominada DE, mientras en el sector más alto, el ABC1, tiene teléfono hogareño el 94% de las personas; en la clase media, el C2/C3, tiene teléfono en el hogar el 73% de las personas; en el sector DE, el 53% no tiene teléfono hogareño. Kirchner sube de 32% a 42% entre quienes no tienen teléfono; De Narváez no cambia mucho, de 28% baja a 26%; pero Stolbizer baja de 15% a 8% entre quienes no tienen teléfono en el hogar; y Sabbatella, que a nivel general tendría el 6%, baja al 1% en los sin teléfono.

Otro aspecto al que hay que prestar atención es el margen de error de las encuestas, la de Ipsos tiene 2,5%, la de Management&Fit asume 3,5% y la mayoría oscila entre tres y cuatro por ciento de margen de error, por lo que en todas aquellas, la mayoría, en que Kirchner o De Narváez gana por uno, dos, tres y hasta cuatro por ciento, más que un triunfo de un candidato hay empate técnico. Esto explica también por qué una creciente dosis de exuberante irracionalidad se apodera de los principales candidatos: Néstor Kirchner, con su tradicional traje cruzado y corbata celeste, se arroja al público como cuando los rockeros hacen crowd surf. Elisa Carrió le arroja a Cobos insultos altisonantes aun para un enemigo: “Heredero de Borocotó”, “funcional a la impunidad”, sólo superadas por las declaraciones del correligionario Víctor Fayad: “Cobos es el padre Grassi de la política, aparenta una cosa y es otra”. Ni a Kirchner se le hubiera ocurrido tanto. No va a ser electoralmente gratis para la Coalición Cívica-UCR-Socialismo tanta demostración de incontinencia verbal.

Néstor Kirchner padece alteraciones similares a las de Carrió, y su frustrado intento de contenerse oralmente le suma una expresión reprimida a su rostro. La entrevista que le concedió a Rafael Bielsa para su programa en Canal 26 esta semana fue el mejor ejemplo: parte de las ideas de Kirchner las podrían compartir personas de diferentes ideologías pero, como si no pudiera con su genio, lo reprimido regresa con más fuerza y por momentos algunos adjetivos, algunos gestos, cierta entonación, denotan una personalidad autoritaria, como también lo es la de Carrió y quizá por eso tampoco Binner la soporte.

Muchos años en el poder, ya sea como presidente o como principal opositor, afectan la razón del más sensato, más aún de los que no son naturalmente más cuerdos. La taquicardia de las encuestas agrega componentes descompensadores del humor.

Después del programa de Bielsa, Kirchner dijo: “Estaríamos locos si devaluamos después de las elecciones”. No sólo si devalúan.