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SIN ANTECEDENTES

Segundos afuera

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Votaré por el candidato opositor y lo apoyaré votando por  estos compromisos y, principalmente, entregando a la sociedad la tarea de exigir que sean cumplidos”. Las palabras son reales y provienen de un partido que, con el 21% de los votos, se quedó afuera de un ballottage.
Así se pronunciaba la candidata brasileña Marina Silva hace un año, cuando los resultados de las elecciones nacionales habían determinado una segunda vuelta entre la presidenta Dilma Rousseff y el postulante opositor Aécio Neves. El resultado final es conocido: a pesar del respaldo explícito por parte del tercero en discordia, la jefa de Estado brasileña logró la reelección por un escaso margen, tras alcanzar el 51,6% de los votos.

En la Argentina la situación de segunda vuelta es inédita y tampoco puede considerarse como calcada de alguna otra que haya ocurrido en la región. Más aún por el hecho de que, con un resultado sorpresivo para propios y extraños, la coalición opositora Cambiemos arrancó este tercer tramo de la campaña con ventaja y dando el primer golpe. El Frente para la Victoria no logró el objetivo de imponerse en primera vuelta, Scioli tampoco se alzó con una diferencia tranquilizadora sobre Macri y la fuerza del jefe de Gobierno porteño produjo un cimbronazo político que sólo ocurre una vez en décadas, al arrebatarle al peronismo la provincia de Buenos Aires, sacudón que no registraba el sistema político local desde 1983.
Con esa espuma algo más baja, luego de una semana de versiones periodísticas dirigidas a debilitar al oficialismo y con un frente interno peronista que comienza a ponerse un poco más en línea, el regreso de Mauricio Macri de sus vacaciones pondrá en el punto de partida a lo que suelen ser las campañas de segunda vuelta: un panorama despejado donde sólo existen dos candidatos y votantes a ser seducidos.

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No hay antecedente sobre cómo tienden a moverse en la Argentina esos tres elementos ya sin boletas que den impulso o que signifiquen un obstáculo, sin tanto ruido en torno a los dirigentes que se ubican por detrás de uno y otro candidato. ¿Comenzarán a pesar los aspectos “de personalidad” de los postulantes? ¿Sus antecedentes? ¿Su temple? ¿Cuánto incidirá el ahínco con el que las estructuras partidarias caminen los territorios? ¿Pesarán más las imágenes o el sudor y la organización militante? ¿Es una campaña que se define con mensajes “por arriba” o desde un boca a boca “por abajo”?
Por lo pronto, tenemos la voz de los dirigentes que empiezan a dar pistas sobre algunos elementos que dan cuenta de la novedad del panorama. En la fuerza de Sergio Massa, que se presenta como “árbitro” de los comicios, no parece haber más claridad que en otros sectores.

Por ejemplo: José Manuel de la Sota pareció clausurar definitivamente la opción por Scioli. Pero Felipe Solá, cuya candidatura a gobernador pesó cuatro veces más en términos de votos que la de Sergio Massa en Córdoba, dio a entender que como peronista le costaría “mucho” inclinarse por Macri. Reiteró así que su límite es el jefe de Gobierno porteño, como alguna vez habían señalado los ahora massistas Alberto Fernández y Facundo Moyano.
Otra incógnita en este juego donde, como en el boxeo, se grita “segundos afuera” es la cuestión de la territorialidad del voto. Hasta ahora la “mancha amarilla” de Cambiemos se extiende del centro a la periferia. En las PASO imponiéndose en Capital y Mendoza. Y en las generales sumando Córdoba, Santa Fe y Entre Ríos. ¿Cómo se desplegará la dinámica política en provincias que, como Santa Fe ha votado, en mayor medida, un gobernador socialista, tres senadores que se reivindican peronistas y un candidato a presidente del PRO? ¿Continuará extendiéndose el voto de Cambiemos? ¿O encontrará un dique en una suma de peronistas y “antimacristas” que, como lo sabe muy bien Martín Lousteau, existen? ¿Logrará extender el líder del PRO el 51% que obtuvo en las elecciones generales en su casa, la Ciudad de Buenos Aires, a la cancha grande de todo el país?

Que empiece la campaña. Segundos afuera.

 

*Politólogo y editor de Artepolitica.com