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Trabajo infantil y embarazo adolescente: realidades dolorosas

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Maternidad adolescente. Impacta en la posibilidad de seguir estudiando y acceso al trabajo. | shutterstock

Hay hechos que no por ser de larga data dejan de impresionarnos.  Mientras avanza el desarrollo tecnológico y el acceso de los adolescentes a la tecnología, persiste el trabajo infantil, que en la era posCovid no parece que fuera a disminuir, sino por el contrario aumentará, por el aumento de la pobreza, especialmente en la niñez algo muy preocupante porque producirá efectos en términos biológicos: mala nutrición, retraso en el desarrollo intelectual y otros items sicosociales.

Patricia Valli en 50/50, el domingo comenta las presentaciones en la “III Conferencia Anual del Centro de Evaluación de Políticas basadas en la Evidencia” (CEPE) de la Universidad Di Tella. Allí la Directora de Protección Social e Igualdad Laboral del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social de la Nación Cecilia Garrau refiriéndose al trabajo infantil dijo que “si bien el país tiene las herramientas para erradicarlo, las niñas y adolescentes de 16 y 17 años dedican un 66% a tareas de cuidado en el hogar en áreas urbanas y el 75% en áreas rurales.” La maternidad en la adolescencia o sea hasta los 18 años cumplidos, es importante en el país, especialmente en las menores de 15 años, con embarazos producto de violaciones y abusos ya que estas niñas no tienen capacidad de consentir esas relaciones sexuales. Esto generó la creación del Plan de Prevención del Embarazo no intencional en la Adolescencia (ENIA) en el 2018, que se mantuvo con el cambio de gobierno y pasó al Ministerio de Salud de la Nación. Sabemos que las mujeres son el 70% de las personas “nini” no estudian ni trabajan, esto se debe en gran medida a la maternidad en la adolescencia y a la sobrecarga de tareas domésticas que ellas realizan para apoyar a sus madres que trabajan fuera del hogar.

La maternidad, agregó Garrau, “impacta en las posibilidades de completar su educación, en las de entre 20 y 25 años sin hijos, el 50% estudian y trabajan menos que las con hijos. Las posibilidades de acceso al mercado laboral de las sin hijos en la adolescencia son “’monumentales’” y agregó que “tienen el triple de oportunidades laborales”. La funcionaria también se refirió a la brecha salarial de las adolescentes, señalando que “en el área rural es de 58% y en las urbanas del 40%” y recordó que “en las mujeres en general, es del 27%”, otro indicio de cómo las tareas de cuidados no remunerados impactan en los ingresos de las mujeres y en las adolescentes. Esto es más importante.

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Luego Rofman del Banco Mundial, reconoció que “si bien la maternidad en la adolescencia disminuyó en los últimos cinco años es porque se distribuyeron mejor los anticonceptivos”. Personalmente, agrego que esto se debió al reclamo de las organizaciones de adolescentes, jóvenes y de mujeres, y a que se incorporó el implante transdérmico especialmente indicado para las adolescentes. Desde el 2019 se sumó la promoción del dispositivo intrauterino como anticonceptivo para las adolescentes, que resultó muy efectivo en Uruguay. Pero esto solo no alcanza, debe acompañarse de Educación Sexual Integral (ESI) en las escuelas y de ayudar a las madres adolescentes a continuar la escolaridad. Rofman agregó “hay una oportunidad histórica de cerrar la brecha, reconociendo el aporte de la ESI y de otros factores”. Luego Garrau dijo que “el panorama pospandemia no es alentador para las chicas” y adjudicó esto a que “las mujeres trabajan, en general, en sectores muy deprimidos: hotelería, gastronomía, casas particulares, educación y salud”.

Según Rofman: “los sistemas de cuidados y licencias tienen costo e impacto fiscal”. Y agregó: “las políticas de cuidado son caras y hay que hablar con los empleadores para ver cómo se cubren”. Sabemos que el Ministerio de Mujeres, Géneros y Diversidad está trabajando en forma intersectorial sobre un sistema de cuidados ¿Incluirán esto? Esperemos realmente que se avance lo posible y pueda prosperar en épocas de restricciones económicas. El representante de la OIT dijo: “hay que pensar cómo desarmar los programas de transferencias que aumentaron con la pandemia” y reconoció que se necesita una variedad de instrumentos y que las empresas deben asumir su rol. Y esta relatora agrega: “éste es el gran desafío que debemos enfrentar los argentines”.

Para cerrar buenas noticias en fútbol, el sábado en Deportes hay una nota sobre mejoras en Contratos y más torneos para las mujeres, según anuncio de la AFA: los clubes ampliarán a 12 contratos mínimos en cada club de primera división, la obligatoriedad de una reserva Sub 19 y la creación de dos torneos federales: la Copa y la Supercopa. Esto forma parte de una Estrategia Integral con 12 etapas hasta el 2026. En el Día de la Futbolista, se conoció esta noticia; una buena forma de celebrarlo.