La firma Agroeducación presentó esta semana un nuevo encuentro de su ciclo “Comité de Crisis”. Allí, la consigna fue abordar desde distintos ángulos la coyuntura global, regional y nacional. Y entre los disertantes una de las destacadas fue la economista del Estudio Eco Go, Marina Dal Poggetto quien realizó un didáctico planteo sobre los planos internacionales y domésticos.
La economista remarcó que el contexto global está mostrando un crecimiento que genera una aceleración en las expectativas de inflación impulsada, en parte, por la dinámica de los precios de las commodities. Y esa aceleración es la que genera un aumento en las tasas de interés libre de riesgo. “Esa suba empieza a plantear una discusión sobre cuál es la capacidad de los paquetes fiscales de sostener la situación y qué puede generar esto en los países emergentes como nosotros, en términos de fortalezas del dólar, dinámica de los commodities y fundamentalmente de la capacidad para refinanciar las deudas”, dijo.
Para Dal Poggetto, Argentina está en otro canal, sin acceso a los mercados internacionales de crédito y con una tasa de interés de la deuda en dólares del 20%, a pesar de haber estructurado en agosto del año pasado la deuda. No obstante, hay señales positivas. “El Fondo tiene un cambio de carácter fenomenal, Georgieva, al lado de lo que era Ann Krugger es Lassie. Hoy estamos hablando de un nuevo Consenso de Washington, el propio Fondo Monetario dice que los países tienen que ser muy prudentes a la hora de retirar los estímulos monetarios y va a emitir Derechos Especiales de Giro. A la Argentina le van a llover del cielo US$ 4.370 millones. El mundo ayuda, pero nosotros tenemos nuestra propia idiosincrasia”.
El corto plazo, un triángulo. Para describir la situación argentina actual Dal Poggetto propuso la imagen de un triángulo: “El vértice de arriba es la carrera entre el Covid y la vacuna. Viendo lo que pasa en Brasil, en Chile que tiene vacunas, la situación se va a complicar. El gobierno intenta poner restricciones, que generan mucho rechazo y los anuncios de una cuarentena mucho más laxa por ahora tienen efectos más virtuales que reales. El año pasado abril cayó interanual un 25% y hoy estás en un nivel de rebote. Enero igual que enero del año pasado, la V corta que hizo todo el mundo, pero hay que mirar cómo impactan las nuevas restricciones en los meses que siguen, donde seguramente vamos a tener una panza y la pregunta va a ser cuál es la magnitud que tiene es panza. Mi sensación es que las vacunas cada vez van a ser un bien menos escaso, pero claramente llegan tarde”.
El segundo vértice tiene que ver con la dinámica fiscal, financiera, monetaria y cambiaria. Allí subrayó que el gobierno está usando el dólar oficial como ancla, derrumbó las expectativas de inflación o la tasa de interés implícita en los mercados de futuro y convenció al mercado de que va a devaluar menos. “Atrás de eso se coordinó una liquidación de exportaciones, en abril tenemos récord de liquidación y ahora tenemos la discusión de cuántos dólares va a tener el gobierno porque de eso depende este equilibrio. En marzo el gobierno compró US$ 1.500 millones, en lo que va de abril US$ 1.100 millones y está usando cada vez menos dólares. Por ahora tenés equilibrio cambiario con un ritmo de devaluación que en enero era 4% y en abril 1,5%. Es un equilibrio coyuntural, anclaste el dólar, anclaste las paritarias que cierran en la zona de 30%, frenaste los aumentos tarifarios, pero la inflación está en 4,8% que dejó marzo. Y ahí empezaron las nuevas medidas para pisar la dinámica de precios de cara a la elección. El equilibrio cambiario se va a sostener en la medida que el Banco Central siga comprando dólares y para eso va a depender la liquidación de exportaciones de los meses que vienen porque eso va a definir la capacidad de fuego del Banco Central para intervenir sobre la brecha”.
Y el tercer vértice lo vemos con las elecciones. “En agosto (NdeR: el comentario fue previo al acuerdo para que las PASO sean en septiembre) se juntan todos los problemas juntos. Vencen $400 mil millones de la deuda del Tesoro, se acaba la estacionalidad de la soja, las cuotas del Impuesto a la Riqueza vencen en septiembre y están las PASO. Si Argentina no cierra un acuerdo de transición con el Fondo que le permita patear los vencimientos para el año que viene e intenta usar los Derechos de Giro para financiar esos pagos llegás muy justo. Entre las PASO y las definitivas tenemos un terreno bastante desconocido porque el gobierno se queda sin munición”.
También sobre las elecciones remarcó que “es muy relevante la lectura del mercado sobre la elección. Un resultado adverso al gobierno sería una buena señal para el mercado y hay que analizar también, cuál es la lectura que hace el peronismo respecto del resultado de la elección. Si al gobierno le va mal la diáspora del peronismo puede arrancar y eso puede complicar en términos de gobernabilidad de corto plazo y sobre eso, de nuevo, hay que ver los efectos sobre la brecha”. Así, concluyó que “el triángulo se va a mover todo el tiempo, tiendo a pensar que, políticamente, ir a la elección sin un acuerdo con el Fondo es prácticamente suicida, pero el gobierno da señales de que el acuerdo no está”.