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CóRDOBA
ESTADÍSTICA OFICIAL DEL PODER JUDICIAL DE CÓRDOBA

En siete años, 169 policías fueron imputados por vejámenes y torturas

Incluye a penitenciarios. Sólo 16 recibieron condenas, 25 fueron sobreseídos, absueltos o los expedientes archivados. El resto sigue bajo investigación. Los datos abarcan desde 2013 a 2019.

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ABUSOS POLICIALES. Víctimas denunciaron aprietes, golpizas y vejámenes. La mayor condena que impartió la Justicia fue de cuatro años y medio de prisión efectiva. | Cedoc Perfil

En el siglo 21 las fuerzas de seguridad siguen aplicando torturas y sometiendo a vejámenes a los ciudadanos, a pesar de que convenciones internacionales prohíben esas prácticas. ¿Existen fuerzas policiales que no aplican malos tratos? La realidad indica que en todo el mundo las policías incurren en conductas abusivas, en mayor o menor grado. Pero en un estado de derecho, la esencia represiva no los habilita a sobrepasar la ley. Aquí radica la importancia de que el Estado controle a las fuerzas y sancione los excesos.

Entre enero de 2013 y diciembre de 2019, un total de 169 policías y penitenciarios fueron investigados por vejámenes, torturas y malos tratos en la provincia de Córdoba. La cifra excluye los homicidios que se pudieron haber cometido en ese período.

El Centro de Estudios y Proyectos Judiciales que depende del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) elaboró un informe sobre expedientes tramitados por los artículos 144 bis, 144 ter, 144 quater y 144 quinto del Código Penal, que describen las conductas abusivas de policías y guardiacárceles. Los delitos estudiados son: la tortura, malos tratos y la privación ilegal de la libertad.

Características. En el período analizado se abrieron 65 causas, en las que fueron imputadas 169 personas. La mayoría fueron policías (122) y el resto pertenecían al Servicio Penitenciario o a algún centro para menores en conflicto con la ley penal. Víctimas como victimarios, casi en su totalidad, fueron hombres y más de la mitad de los imputados tenía entre 30 y 49 años.

En los 65 expedientes tramitados, hasta diciembre de 2019 se registraron 13 condenas firmes, mientras que 16 se encontraban en etapa de juicio y 34 todavía en instrucción. Dos causas habían sido archivadas.

Víctimas. Se identificaron a 84 personas como víctimas de hechos de tortura y malos tratos, la mitad de ellas fueron jóvenes menores de 29 años. Y dentro de ese grupo, 26 fueron menores de edad. En cuanto a los castigos proferidos, la tortura psicológica estuvo presente prácticamente en todos los casos. En la mayoría hubo violencia física que provocó lesiones en las víctimas a través de la fuerza física (golpe de puño, patadas, etc.), elementos contundentes, armas de fuego, picanas eléctricas y gas pimienta.

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MÁS EN EL INTERIOR. Dos de cada tres hechos se produjeron en lugares alejados de unidades judiciales, donde resulta complejo ejercer un control institucional más próximo.

Conclusiones. El análisis cuantitativo -elaborado por Martín Ricardo Franco y Sebastián Cruz Carbone- incluye una serie de consideraciones para analizar la situación que emerge de los casos que fueron judicializados. Es probable que hayan sucedido hechos que no llegaron al análisis de fiscales y jueces.

Connivencia funcional. El hecho de que en las causas participen, por acción u omisión, más de un funcionario policial o penitenciario (en algunos casos hay hasta nueve imputados en una causa) revela la complicidad.

El interior, más expuesto. Dos de cada tres hechos se produjeron en el interior provincial, en lugares alejados de unidades judiciales, donde resulta complejo ejercer un control institucional más próximo.

Abuso de la fuerza. Además de que el actuar violento lo produjo más de una persona, los elementos usados para la comisión de estos delitos también marcaron la desproporción de fuerzas a favor de los agresores, ya que a la violencia física se sumaron armas, palos, picanas, gas pimienta, etc.

Lugares cerrados. Los ámbitos donde sucedió la mayor cantidad de excesos fueron comisarías, alcaldías, cárceles y centros de tratamiento de menores.

Condenas. A simple vista, las sanciones impuestas fueron más cercanas a los mínimos que a los máximos establecidos. Los montos de las penas para los delitos estudiados van de los dos a los seis años de prisión, mientras que la más alta registrada en período analizado fue de cuatro años y medio de prisión efectiva. El 75% del total de condenas fueron de ejecución condicional.

 

TESTIMONIOS

El trabajo también cita declaraciones de víctimas y consideraciones de jueces al establecer las condenas que evidencian la modalidad de aprietes para declarar, desprecio por la integridad de las personas, golpes y amenazas. Citamos sólo dos ejemplos:

Un familiar de una persona con problemas psiquiátricos pidió auxilio a la policía para contener un ataque convulsivo del enfermo. Lo cargaron en un móvil policial y lo dejaron tirado sobre el tronco de un árbol, en el mismo estado en que fue trasladado, lastimado y casi desnudo. Fue internado y falleció días después sin poder contar lo sucedido. (Relato construido a partir de la declaración testimonial de un familiar de la víctima)

◆ En la comisaría, luego de haber sido detenidos, el funcionario policial a cargo encierra (sin orden judicial) a cinco menores en el calabozo, y los obliga a desvestirse y volver a vestirse de manera reiterada, les tira agua y los priva de ir al baño. (Relato construido a partir del requerimiento fiscal de elevación a juicio).