Un escenario de mediano plazo con tasa de interés superior al 30% (y en el peor de los casos instalada en el 40%) podría significar el certificado de defunción para miles de pequeñas y medianas empresas (Pymes) y con ello el agravamiento del desempleo y de la vulnerabilidad social.
Conscientes de los riesgos de este precipicio al que podría acercarse una parte del sector productivo, funcionarios del ministerio de Hacienda y de la AFIP comenzaron a analizar un plan de amplia moratoria fiscal para el sector. Según pudo conocer PERFIL Córdoba, la política podría darse a conocer, a más tardar, en el mes de junio.
Las pequeñas y medianas empresas destinan, en promedio, el 42% de sus ventas a pagar impuestos, de acuerdo a un relevamiento realizado por la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) entre 250 empresas de diferentes sectores económicos.
En algunos productos la incidencia de los tributos sobre el precio final supera el 50%. Entre los sectores que más porcentaje destinan de su facturación al pago de impuestos figuran minerales no metálicos (54%), madera y muebles (46%) y calzado y marroquinería (44%).
Según CAME, esta situación de agobio fiscal ya produce que “entre 35% y 40% de la economía Pyme hoy se mueve en el incumplimiento”. En el caso de impuestos como Ganancias, la evasión ronda el 50% y en impuestos al trabajo supera el 30%.
Desde este punto de vista, la moratoria en estudio, de cumplirse, no implicaría resignación de recursos por parte del Estado sino, antes bien, la posibilidad de formalizar a empresas que ahora no logran cumplir con sus compromisos fiscales y, por ende, son recursos que no entran al Tesoro.
“Finalmente, el Gobierno parece entender que si antes ya no teníamos crédito, ahora con una tasa del 40%, no sólo no vamos a pagar impuestos sino que vamos a desaparecer”, comentó a este medio un empresario del sector con conocimiento de la moratoria que está en análisis.
Hoy, la Argentina presenta los peores indicadores regionales en materia de natalidad de empresas pequeñas y medianas, y este es un dato que preocupa al propio presidente Mauricio Macri. Mientras en el país se computan 14 Pymes (con 8 a 11 empleados) cada 1.000 habitantes, en Chile son 58.
Adicionalmente, la natalidad empresarial es sumamente baja: según el Banco Mundial, en Argentina se contabilizan 2.326 habitantes (de la población económicamente activa) por cada empresa formal naciente, mientras que el promedio de América Latina arroja 505, y en los países OCDE nace –en promedio – una empresa formal cada 185 habitantes.