El empresario Manuel Ta gle asumió la presidencia de la Bolsa de Comercio en reemplazo de Horacio Parga, quien dirigió esa institución por ocho años. En diálogo con PERFIL CORDOBA Tagle analizó la realidad política y económica del país. Además, adelantó que trabajará para que la Bolsa “sea en el futuro lo que ha sido en el pasado”.
-Hoy las empresas no miran a la Bolsa de Córdoba como el lugar de prioridad para salir al mercado, ¿Qué rol imagina para la entidad?
-La Bolsa cumple un poco el rol financiero de asistencia a las empresas con las Obligaciones Negociables porque Córdoba sigue siendo un mercado atractivo, y todavía hay un rol que cumplir. Además, con la Sociedad de Garantías Recíprocas se ayuda a las pymes otorgando avales. Hay que empujar el Tribunal Arbitral que tenemos para que se ayuden a resolver litigios y al Instituto de Investigaciones Económicas, que aporta diagnósticos e informes económicos.
-¿Qué le preocupa de la coyuntura política y económica?
-Soy bastante optimista. Se están haciendo los cambios que el país necesitaba, corrigiendo déficits estructurales, que son insostenibles. Por ejemplo, con el tema de las tarifas. No se puede renunciar a una reestructuración del sistema tarifario que sea acorde con los niveles del costo que tiene la generación de la energía. Ya no hay margen para seguir subsidiando. Sé que es muy duro y difícil, por eso se instrumentó la tarifa social, para proteger a los sectores vulnerables. A las empresas y a la sociedad en general nos va a costar, pero es saludable, son procesos que hay que pasarlos. Es necesario reducir el déficit del sistema previsional también, son decisiones que van a generar un mal momento político. Por eso hay turbulencias y aprovechamientos políticos, actitudes demagógicas e irresponsables. Es duro, pero es razonable y saludable, porque si no, no tenemos salida.
-¿Falta convencimiento de parte de la clase política?
-Esa es la gran incoherencia. Algunos gobernadores saben cómo son las cuestiones públicas. Schiaretti respaldó el aumento tarifario, o por lo menos no lo obstruyó, pero uno de sus diputados votó a favor del proyecto de la oposición. Esas incoherencias hay que r e s ol verl a s porque si no la sociedad tiene mensajes contradictorios. Todos los gobernadores e intendentes tienen que apoyar este proceso.
-¿Está en peligro el Pacto Fiscal o se puede encaminar?
-No, creo que es un gran logro, un acto de responsabilidad fiscal y debería cumplirse. Va a haber dificultades, pero no lo veo naufragando. Todos debemos contribuir para que el país deje de vivir en la mentira, en la demagogia, en lo insostenible. Tenemos que reducir el Estado lentamente porque no hay forma de aguantar los impuestos para sostener este sector público. Todo lleva tiempo y requiere tacto polí- tico y social.
-¿El Gobierno subestimó el problema de la inflación?
-Es muy difícil reducir la inflación de manera gradual, pero tampoco se puede hacer un shock. Requiere un tiempo y es desgastante. Posiblemente el Gobierno subestimó o pensó que era más fácil combatir la inflación, pero no puede ser pesimista cuando le habla al país, porque retrae del consumo y la inversión. Chile bajó la inflación a un dígito en nueve años. Llega un momento en que hay que acelerar un poco o los resultados no se ven.
-¿Cómo puede impactar la disparada del dólar?
-Creo que no va a ser importante en la medida que el Gobierno reaccione rápidamente restableciendo el equilibrio perdido. La situación económica no está como para que se genere una crisis cambiaria de magnitud. Hay una cierta desconfianza, quizás la lentitud del Gobierno en resolver desequilibrios y dé- ficits estructurales y por eso también se ha disparado el tipo de cambio, pero la actitud de Dujovne y Caputo va en el buen sentido.
-¿Hay falta de credibilidad en el manejo de la política económica?
-Un poco sí, en la medida que el Gobierno no tome el problema del déficit con la suficiente preocupación y velocidad con que se tiene que tomar. Es posible que esto sea una advertencia del mercado y de la sociedad para que aceleren el proceso de ajuste y resolución de los problemas estructurales. Creo que se va a tranquilizar el mercado.
-¿Cómo ve el rearmado del peronismo?
-Creo que va a depender mucho de cómo le vaya al Gobierno en la situación econó- mica. Si la economía funciona bien y no se descarrila, a la oposición le va a costar. Si el Gobierno comete errores, el peronismo tiene chances de aglutinarse y ser una opción.
-¿La llamada grieta está vigente o está superada?
-Existe una grieta, una división en la sociedad. Algunos siguen convalidando las políticas demagógicas y populistas, aunque sean un sector más minoritario, y otros quieren un cambio. Hay una división fuerte que se nota todavía, esperemos que se suavice con el tiempo.
-Duran Barba dice que toda sociedad tiene su círculo rojo, ¿hay un círculo rojo en Córdoba?
-Si vos llamas círculo rojo a algunos empresarios o círculos de poder que tienen influencia para interactuar con el poder político, siempre existe. Porque tenemos la responsabilidad, como empresarios, de opinar, influir y tratar de asesorar a la clase política. Ahora, que el Gobierno se deje llevar por consejos malintencionados de empresarios o de sectores de poder para beneficiar a ese círculo rojo y no al conjunto de la sociedad es un problema que los políticos tienen que tener claro y no caer en ese juego. Los gobiernos con convicciones claras no lo hacen, y los que nos las tienen dejan que el círculo rojo o un grupo de poder les maneje las cuestiones de política pública, y eso no es saludable para el país.