El pasado 11 de abril se cumplieron 140 años del nacimiento del pintor nacido en Francia y radicado en nuestra provincia, donde pintó el grueso de su obra inmortalizando los paisajes del norte cordobés.
En ese marco, la Provincia declaró que este sería el año de Fernando Fader y anunció una serie de actividades conmemorativas que incluyen la puesta en valor de la Casa Museo en Ischilín –para lo que invertirá unos seis millones de pesos–, una gran muestra en el Museo Superior de Bellas Artes Evita - Palacio Ferreyra y la creación de un nuevo circuito de arte: el Camino de los Pintores del Norte Cordobés.
“Fader, al igual que todos los pintores impresionistas, preparaban un espacio en el que poder pintar cuando ya no pudieran seguir viajando, ya fuese por la edad, alguna enfermedad o lo que fuera. De hecho, él a los 26 años fue diagnosticado de tuberculosis, por lo que por el clima se vino a vivir a Córdoba”, empieza relatando Guillermo Alonso, coordinador de Museos y Patrimonio de la Agencia Córdoba Cultura.
En efecto, gran parte de la obra de Fader –se estima que unas 800 obras– fue producida entre 1916 y su muerte, en el norte de nuestra Provincia, zona en la que también construyó su casa.
La Casa Museo. El lugar donde Fader decidió que pasaría el resto de sus días era un terreno desierto que él mismo se encargó de transformar en un frondoso parque con fuentes y estanques. “Hemos empezado por el análisis del entorno y como mucha de su obra refleja muy bien el ambiente, entonces es más fácil la reconstrucción. Vamos a tratar de respetar el espíritu original de la construcción, porque tanto la casa como el parque fueron diseñados y construidos por él”, explica Alonso.
Durante 2020 la casa zona se vio afectada por los incendios, que llegaron muy cerca, “pero el fuego no afectó la casa que está en muy buen estado de conservación a pesar de estar en el medio del campo”.
El Camino de los Pintores. Con la idea de construir un circuito turístico que contemple la visita a la que fue su casa y el lugar donde descansan sus restos (Fernando Fader está enterrado en el cementerio de Ischilín, muy cerca de su hogar), desde la Provincia empezaron a bosquejar un camino que dé cuenta de los paisajes de la zona, tan presentes en la obra del pintor impresionista. “Hemos ejecutado ya un cambio de señalética en la ruta, para facilitar al turismo la llegada a la casa de Fader debido a que no es tan fácil llegar”, enfatiza Alonso.
Así, la idea es que la casa museo de Fader forme parte de un circuito que contempla también la Casa Museo Martín Santiago, las pinturas de la cúpula de la iglesia de Tulumba y los murales de la asociación española de Deán Funes.
La muestra. Uno de los objetivos previos de la exhibición tiene que ver con un relevamiento que se puso en marcha para cuantificar la obra del pintor que ha permanecido en Córdoba. “Hemos iniciado un proceso de investigación, porque si bien nosotros sabemos cuáles son las obras que están en los museos públicos como el Genaro Pérez y el Emilio Caraffa, ahora estamos detectando algunas obras que están en colecciones privadas.
Estimo que en un mes vamos a tener bastante más claro y definido el panorama”, sostiene Alonso.
Sin un eje curatorial aún definido, ya que primero deberán reconstruir –a partir del relevamiento iniciado– qué obras han permanecido en nuestra provincia, tampoco se sabe todavía si la muestra contemplará solamente su obra o será más abarcativa. “Hay pintores, como Martín Santiago y Mario Sanzano, que siguieron una corriente que abreva en las fuentes del impresionismo y lo que se está analizando es si la muestra la haremos con obras de Fader solamente o sobre toda esa corriente que continúa hasta el día de hoy. Sanzano está pintando en la actualidad y nos parece muy interesante trazar una línea de tiempo desde aquel entonces hasta hoy, ya que se sigue pintando con la misma técnica, la misma mirada y el mismo uso de la luz”, dice el coordinador de Museos.
La muestra –que inaugurará el 1 de septiembre y podrá verse hasta fin de año buscará incluir las obras de Fader que están en colecciones privadas y en museos, incluso de otras provincias.
OBRAS. El pintor impresionista Fernando Fader produjo cerca de 800 pinturas en su casa, en Ischilín.
Los mantones de Manila
El marchante alemán Federico Müller conoció a Fernando Fader en 1915 y se convirtió en un vínculo clave del pintor, ya que llegó a vender unas 160 obras suyas. “Hay una anécdota que tiene que ver con una de las grandes obras de Fader, Los mantones de Manila; esa obra ganó el Premio Adquisición en el IV Salón Nacional pero Fader a retiró del premio porque consideraba que la pintura valía más de lo que el premio le daba. Finalmente, a instancias de Müller, la obra fue adquirida por el Museo Nacional de Bellas Artes y hoy es una de sus obras principales y forma parte de su colección”, contó Guillermo Alonso.