CULTURA
exposicion

Lo anómalo y lo fantasmagórico

Rolf Art presenta la muestra individual del artista argentino Santiago Porter “Condición de las flores”. El enfoque curatorial indaga, en una selección de obras fotográficas inéditas, sus preocupaciones y su investigación formal a través de una aproximación sucinta al universo conceptual y poético del artista. Hasta el 30 de mayo.

Cuarto en ruinas y colores bajos. Para esta serie, Porter opta por el color ocre. Se trata de fotografías más recientes.
| Gentileza Galería Rolf Art

El único enemigo, en estos textos que se postulan como fotos imaginarias, es la realidad. El texto que abre este volumen y el que lo cierra son explícitos en este punto, un tesoro para los cazadores de escenas de lectura/escritura: el que hace quince años, en alguno de los inéditos que el libro recupera, era un escritor, se ha transformado ahora en una fotógrafa que usa la cámara sin presionar jamás el obturador. Lo fotográfico, dice Bellatin, no es del orden del registro, sino del encuadre. Nada más hace falta, y la escritura debería ser capaz de aprender esa lección. El texto no es una ensoñación, sino una fantasmagoría. El texto no es un registro de nada más que un gesto”, escribe Daniel Link en la contratapa del libro Condición de las flores de Mario Bellatin. Link escribió ese texto, más extenso, para comentar la novela que el escritor mexicano publicó en 2008 (Entropía) y dictó un modo de entender a ese registro un poco anómalo o “fantasmagórico”. Porque en el origen de esa escritura está el intercambio o las palabras como monedas: como Bellatin no tenía pagar sus sesiones de análisis a su terapeuta lacaniana, le ofreció lo que es su única forma de vida: pagarle con escritura, con lenguaje. La analista aceptó el trato de ese escritor que todavía no era conocido pero que, según pasaron los años, esa mujer pudo adivinar en su papel de editora forzosa, de “abuela desalmada” que pide su tributo escriturario. En ese comienzo desviado y gozoso de quien se considera “testigo de su escritura pero nunca dueño ni por encima de ella”, no debería llamar la atención, conociendo un poco el método Bellatin, su programa de escritura proliferante, aleatorio y hasta algo evanescente. Porque no sólo la muestra de fotografías de Santiago Porter tiene ese nombre y se llama Condición de las flores, sino que lleva lo que Bellatin, según Daniel Link entiende, es lo fotográfico. En las fotos de Porter, el encuadre es lo que importa. Pero no ahora sino siempre en su carrera, como parece en esta muestra. Son dos series: una en blanco y negro y otra en color. La primera es de mediados de los 90 y son tomas muy cerradas. Un close-up a la naturaleza para restringirla, para domesticarla y volverla otra cosa. Obturar como quien conjura el hechizo de la representación y desplaza el sentido. Lo hace derivar. Lo lanza y lo silencia. Poco importa en estas fotos qué es. No hay una pregunta por la esencia de las cosas. En cambio, hay cientos de interrogantes que se agolpan sobre el modo de abordarlas, sobre lo que sugieren y lo que ocultan. La otra serie es más reciente. Para ella, Porter elige unos colores muy bajos: óxidos para las paredes de un cuarto en ruinas y negros para pastos y ramas. Acá la impresión es inkjet, mientras que quince años atrás usó copias en gelatina de plata que realizó él mismo. Como una cadena, el fotógrafo engarza estas dos series y las adhiere a la serie de la escritura. En las paredes de la galería Rolt, donde cuelgan sus obras, hay apenas su nombre y el título; tampoco el catálogo tiene textos. Porter prescinde de ellos, en un ejercicio impuesto y difícil para los que saben que él es, además de un brillante artista, un grafómano. Pero en este caso, se entiende todo. La alquimia entre sus imágenes y las letras de Bellatin es perfecta. Porque es diferida y no ata ningún sentido con otro. Porter no “saca” esas fotos imaginarias y las vuelve reales. Condición de las flores, en este caso, es otro ramo, con otro perfume y color. Que, como corresponde, se marchitarán y perderán, uno a uno, todos sus pétalos. De eso se trata.

 

Condición de las flores

Hasta el 30 de mayo. Lunes a viernes de 11 a 20. 

Gervasio Posadas 1583 PB “A”. Teléfono 4804-4318.

http://www.rolfart.com.ar