CULTURA
crítica

Cierta especie de realización

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El 10 de abril de 2019 el Telescopio del proyecto astronómico Event Horizon (una serie de telescopios ubicados en distintos puntos de la Tierra) presentó la primera imagen obtenida de un agujero negro supermasivo en el centro de la galaxia elíptica Messier 87, situada a unos 53 millones de años luz. El anillo de energía que se curva alrededor de esa región del universo –con una gravedad tan enorme que nada, ni siquiera la luz, puede escapar de su interior–, unos 6.500 millones de veces más grande que el sol, es un signo indirecto del agujero negro, por supuesto, logrado a través de cálculos y modelos, confeccionada a partir de una frecuencia de señal de longitud de onda captada por múltiples antenas de radio. Esta imagen de algo invisible (lo contrario de una fotografía), construida por medio de interferometría (técnica que utiliza la interferencia de las ondas de luz, radio o sonido para realizar mediciones de alta precisión), se hizo posible, entre otras coordinaciones y sincronizaciones, por la interpretación y el moldeado computacional de los datos digitales de las señales y la exactitud de relojes atómicos.

Para el autor de este libro, el teórico finlandés Jussi Parikka (1976), la primera imagen de un agujero negro fabricada por Event Horizon, ejemplifica el concepto de “imagen operativa” de alta tecnología, el cual desarrolla sobre la base de la misma noción, si bien respecto de la guerra, concebida por el crítico y cineasta Harun Farocki. Como surge del ejemplo, el último eslabón de una cadena histórica de cuantificación de los objetos astronómicos, la función principal de las imágenes operativas no es representar. sino operar (rastrear, estandarizar, identificar, predecir, controlar, etc.). En general, son producidas por máquinas (drones, sensores, inteligencia artificial) para otras máquinas, no para el ojo humano. La imagen operativa en una pantalla es la interfaz, “invisual” según Parikka, de una infraestructura de datos y procesos algorítmicos que emplean luz invisible u otras formas de radiación (como la teledetección por emisión de rayo láser LiDAR) que generan imágenes sintéticas, muchas veces pictóricas.

Es decir, en la estética operativa, las imágenes –y las imágenes de imágenes– se convierten en datos y estos en modelos estadísticos (“invisuales”), lo cuales operan en el mundo a través de procesos cognitivos y técnicos, más allá de la capacidad humana de percibirlas o interpretarlas, como instrucciones (solo cliqueando) para diseñar el entorno y situaciones territoriales. En este sentido, por decir así, lo operativo consiste en un vasto poder tecnológico para detectar, registrar y asimilar lo real como imagen digital (en su versión más simple, con redes neuronales convolucionales de 3D) y devolverlo como modelo. En otras palabras, Parikka describe, y no sin incertidumbre, el inicio de la gestión algorítmica del planeta por medio de su modelización multiescalar.

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Imágenes operativas. De la representación visual al cálculo y la automatización

Autor: Jussi Parikka

Género: ensayo

Otras obras del autor: Una geología de los medios; Antropobsceno y otros ensayos;

Editorial: Caja Negra, $ 28.000

Traducción: Maximiliano Gonnet