“Watford me salvó vida”.
¿Quién escribió esta frase en su autobiografía? ¿Un ex entrenador que sigue agradecido por aquella oportunidad que le dieron? ¿Un futbolista que volvió al club cuando ya no toleraba la angustia del retiro? ¿O será acaso un hincha convencido de que el mundo es amarillo y negro a rayas verticales? Nada de eso. El autor de esa frase es músico. Canta, toca el piano y compone. Nació en Inglaterra. Y es una celebridad. Así es: el tipo que le adjudica su salvación a un club de fútbol es Elton John.
Y todo porque algún día de mediados de los 70 se le ocurrió invertir dinero en el Watford. Y aquel niño fanático, aquel adolescente que no se perdía un partido desde las tribunas del Vicarage Road, llegó a ser presidente. Tenía 26 años y ya era una estrella de la música, pero eligió sumarse a una causa noble: el equipo militaba en la última categoría del fútbol inglés y en el club las cuentas estaban en rojo, por eso era inminente una gestión que lo hiciera crecer. La primera iniciativa de Elton John como flamante dirigente fue, por supuesto, organizar un recital. Junto con su amigo Rod Stewart juntaron 30 mil personas y fondos para evitar la quiebra del club. Lo que siguió podría formar parte del guion de una serie motivacional.
En solo cinco años Elton John logró el milagro. El modesto equipo que jugaba en la cuarta categoría empezó a escalar y llegó a Primera. Y en la Premier la rompió: en ese 1982 fue subcampeón. El equipo que lo relegó al segundo lugar fue el Liverpool, que ese año se quedó con el título. Paréntesis: que el fin de semana pasado el Watford le haya cortado al Liverpool un invicto de 44 partidos se podría tomar como una revancha con cierto retraso. Sigamos. Dos años después de la irrupción en Primera, el Watford disputó la final de la FA Cup ante el Everton. Aunque la perdió, ya era el equipo sensación de Inglaterra. El chico que jugaba lindo y competía, motivos suficientes como para generar simpatía en los amantes del fútbol.
Pero la gloria deportiva contrastaba con la vida privada de su presidente. “Fueron años de adicciones y depresión, de relaciones fallidas, de malas decisiones, juicios y tormentos interminables”, detalló Elton John en su autobiografía. Es más, de esos años, admite el músico, el fútbol se ganó un lugar de privilegio dentro de su memoria: “Por razones obvias, hay períodos de los años de la década del 80 que no recuerdo, pero todos los partidos de Watford a los que asistí estarán grabados para siempre en mi memoria”.
La era dorada del Watford terminó a fines de los 80, cuando Elton John vendió el club. Desde entonces volvió a descender y volvió a Primera, pero nunca logró recuperar el brillo de la era dorada. Ahora Sir Elton ostenta el cargo honorario de presidente vitalicio. Un justo reconocimiento. Un homenaje al tipo que se involucró con el Watford y que sin saberlo le iba a salvar la vida.