Estudiantes volvió a demostrar por qué es uno de los equipos más competitivos del fútbol argentino. En una semifinal electrizante del Torneo Clausura, el Pincha derrotó 1-0 a Gimnasia y avanzó a la final tras imponerse nuevamente en el clásico platense. En un duelo marcado por la entrega tripera y la jerarquía albirroja, terminó prevaleciendo la historia.
El triunfo de Estudiantes, bajo la lupa de Cueste lo que cueste
El conjunto de Eduardo Domínguez, que había entrado a la fase final casi “pidiendo permiso”, encontró en su solidez defensiva y en la contundencia de su delantera la llave para avanzar. La fórmula volvió a repetirse: participación clave de Cetré y definición de Tiago Palacios, socios ofensivos de todos los goles pinchas en esta etapa decisiva.
Gimnasia, por su parte, llegó a la semifinal con una campaña admirable, basada en esfuerzo, compromiso y un notable empuje anímico. Sin embargo, la diferencia de jerarquía se hizo sentir en el cierre del partido. Aun así, el Lobo terminó su participación con reconocimiento del público, que despidió al equipo de Zaniratto con aplausos tras una campaña por encima de cualquier expectativa inicial.
El triunfo de Estudiantes estuvo acompañado además por una fuerte carga emotiva: justo en el día en que se cumplieron cinco años del fallecimiento de Alejandro Sabella. Domínguez recordó al histórico entrenador y destacó el peso de su legado en la identidad del club.
Dónde y cuándo se juega la final del Torneo Clausura entre Racing y Estudiantes
Con Muslera como figura silenciosa —seguro en cada intervención y clave para sostener al equipo— y una estructura sólida en todas sus líneas, Estudiantes se clasificó a otra final, reafirmando su vínculo histórico con los momentos definitorios. Ahora, irá por el título ante Racing, reedición de duelos que remiten a finales legendarias de los años 60.
Gimnasia quedó eliminado, pero con la frente en alto. El Lobo estuvo cerca de una hazaña que hace unos meses parecía imposible: salvarse del descenso, meterse entre los ocho mejores y competir mano a mano con su clásico rival en una semifinal inolvidable. Hoy, la frustración domina, pero el reconocimiento es unánime.
Estudiantes, fiel a su historia, encontró la manera. Y jugará una nueva final.
BP/ff