ECONOMIA
un intocable en la city

Pesce, el vice que los últimos cuatro jefes del BCRA no lograron desplazar

Como segundo de Vanoli ya supera los diez años en el cargo donde acompañó a Redrado, Marcó del Pont y Fábrega. Con cintura política y solvencia, es el puente con los bancos.

Tecnico. Tiene 52 años y diez en el cargo.
| Cedoc Perfil

Con su andar pausado y su personalidad silenciosa, Miguel Angel Pesce, vicepresidente del Banco Central, se convirtió en un intocable del Banco Central. “Sobrevivió a todo”, es el primer comentario que surge en el sector financiero cuando alguien menciona su nombre.

Oriundo de Haedo y de 52 años llegó al ente clave de la política monetaria en junio de 2003 como representante del Ministerio de Economía en la entidad, para luego ocupar el cargo de vicepresidente durante las gestiones de Martín Redrado (2004- 2010), Mercedes Marcó del Pont (2010-2013), Juan Carlos Fábrega (2013-2014), que debieron dejar su cargo en medio de fuertes turbulencias que surcó el kirchnerismo.

Pesce, que fue también Síndico de la Nación e interventor en Santiago del Estero, pasa los diez años en la institución ahora como número dos de Alejandro Vanoli. Llega después de las 9 y se va pasadas las 20. Es la persona con más experiencia y conocimiento sobre el funcionamiento de la autoridad monetaria. Se ocupa de los temas de fondo del sistema financiero como liquidez, solvencia y la forma en que la Argentina adoptará las normas financieras internacionales, es presidente de la Comisión de Normas Internacionales y representó a la entidad ante el G-20.

“Su rol resulta clave porque actúa como nexo entre un directorio recientemente conformado y los gerentes”, apuntó un ejecutivo a PERFIL con referencia al renovado directorio que integran Germán Feldman, Waldo Farías, Santiago Carnero, Pedro Biscay y Sebastián Aguilera. Si bien no tiene bajo su órbita los operativos de control cambiario en cuevas, en su entorno señalan que los respalda al igual que el conjunto del directorio, mientras que en la City se preparan para un verano con continuos allanamientos.

A este hombre casado y padre de dos hijas le restan dos años para completar el segundo mandato por seis años como vicepresidente y es reconocido entre sus pares por un tono cordial inalterable. “Por su forma de caminar, parece que no mata ni una mosca”, ironizó un allegado que inmediatamente remarcó que durante mucho tiempo tuvo línea directa con la presidenta Cristina Kirchner y sigue siendo la figura de mayor peso en las reuniones semanales del directorio.

Como el ministro Axel Kicillof, es egresado del Colegio Nacional de Buenos Aires y fue un estudiante destacado de la carrera de Economía de la UBA. Con un pasado militante en la UCR, fue un activo participante del partido en la línea de Federico Storani. Llegó al primer plano de la política como secretario de Hacienda de la Ciudad de Buenos Aires durante la gestión de Aníbal Ibarra.

En el Central debió ocupar la presidencia en enero de 2010 luego del pico de conflictividad entre el Banco Central y el Poder Ejecutivo que significó la salida de Redrado por negarse a pagar deuda con reservas internacionales. En ese difícil momento institucional ya era conocida la diferencia de miradas entre Pesce y Redrado sobre temas económicos al igual que su posición política.

Durante la gestión de Marcó del Pont, su rol fue confrontado por Matías Kulfas, brazo derecho de la ex presidenta y estiman que parte de eso se debió también a una cuestión de personalidad. “En reuniones multitudinarias, él permanece callado la mayor parte del tiempo, escuchando”, recordó un funcionario que compartió encuentros con Pesce. En el sector privado consideran que es la persona más seria y en la que pueden canalizar sus demandas desde la partida de Fábrega.