El Gobierno intenta recuperar la agenda económica y para salir de las malas noticias, anunció medidas para la vivienda enfocadas en la clase media. Anunció un límite a la suba de precios de alquileres y topes que permiten refinanciar el aumento de los créditos hipotecarios. Habrá una nueva licitación del Procrear, con fondeo de Anses, y créditos para refacción.
Por la devaluación y la inflación, la demanda de créditos hipotecarios UVA cayó en los últimos meses y las cuotas se encarecieron hasta 35%. Para que “no se disparen”, según explicó el presidente Mauricio Macri en Olivos, se fijó un tope a las cuotas mensuales, de no más de diez puntos entre el índice de salarios y la inflación. “Es una protección” para los 130 mil que tomaron esos préstamos, dijo el ministro del Interior, Rogelio Frigerio.
Para los alquileres, ya existe un proyecto de ley que tiene media sanción en el Senado. El Gobierno aspira a trabajar con Diputados para implementar cambios, como que los valores se actualicen cada seis meses en base a salarios e inflación. Las organizaciones de inquilinos, en cambio, reclaman que los ajustes sean anuales.
La comisión de la inmobiliaria quedará a cargo del propietario, mientras que los contratos pasarían a ser por tres años en lugar de los dos habituales. Y deberán aceptar garantías bancarias.
Para el Plan Procrear, el Gobierno anunció que habrá $ 10 mil millones del Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS) de Anses para subsidiar tasa y la compra del terreno.
Los créditos para arreglos en el hogar para jubilados y beneficiarios de AUH serán por un máximo de $ 80 mil y esperan dar medio millón de créditos, que tendrán descuentos del 5 al 20% en corralones para los materiales. Serían $ 40 mil millones si se cumple al máximo la previsión de créditos a otorgar.
Vivienda social. El plan incluye exención de IVA a desarrolladores y del impuesto al cheque, además de ganancias e ingresos brutos –en las provincias que adhieran– para la construcción de vivienda social, de hasta US$ 100 mil, con lo que aspiran a promover la construcción de 60 mil viviendas en cuatro años.
Según el Centro de Estudios Legales y Sociales, hay siete millones de personas en el país que alquilan en un mercado desregulado. “Se necesitan medidas para garantizar el acceso a la vivienda a grupos vulnerados –entre ellos, mujeres víctimas de violencia de género–, la implementación del alquiler social y regular un modelo de contrato de alquiler justo”, reclamó el organismo.
Construcción. Para comprar desde el pozo, los créditos UVA se podrán presentar contra el boleto de compraventa, algo que reclamaban los desarrolladores. El Gobierno volcará más tierras del Estado para construcción y recursos del Fondo Nacional de Vivienda. Para 2019 se prevé que esa cifra ascienda a $ 24 mil millones.
“Todas las medidas que ayuden a que cierren los números ayudan a que haya más desarrollos. Habrá que ver en cuánto tiempo y qué magnitud”, señaló el titular de la Cámara de la Construcción, Gustavo Weiss, quien reconoció que hoy “el negocio no es muy atractivo para los desarrolladores” por el costo financiero.
Macri también mencionó la compensación en la caída de la actividad al presentar las medidas. “Para compensar obra pública tendría que haber un boom de viviendas y de otras construcciones”, indicó Weiss.
La diferencia de UVA será “financiada”
Los créditos UVA pasaron de ser la vedette al patito feo con la aceleración de la inflación, mientras que la devaluación alejó el sueño de la casa propia, en un mercado dolarizado.
El tope de 10 puntos de diferencia entre el índice UVA –que ajusta por inflación– y el Coeficiente de Variación Salarial (CVS), lo que suben los sueldos, no quiere decir que se dejará de pagar, sino que se financiará.
En el caso de un crédito sacado en octubre del año pasado por $ 1,5 millones al 5,5% anual, la cuota ajustable por UVA podría ser en octubre más de 10% mayor que los salarios.
La diferencia es lo que se financia. Por el excedente de la suba, se dejarían de pagar 90 pesos en el caso del ejemplo. Si fueran 8 meses con cuota UVA 10% mayor que los salarios, el total acumularía $ 3.200.
Con el anuncio, esos $ 3.200 no se pagarían en el momento de mayor caída del salario sino que se financian hasta que termine el crédito. “Si el crédito era a 20 años, este excedente se financia con a 18 años aproximadamente, con una tasa del 5,5%, como el resto”, explicaron.
“Los bancos públicos van a ofrecer la opción de que la cuota no aumente más del 10% o extender los plazos”, explicó el secretario de Vivienda, Ivan Kerr. “Eso es el 80% de los tomadores de créditos. Para los que se tomen de aquí en más, ya tienen ese límite”.
Las medidas que se presentaron son para todos los créditos UVA, que también existen para autos o personales.