El Gobierno y los técnicos del FMI avanzaron esta semana en la negociación de un nuevo acuerdo que, además del adelanto de desembolsos ya previstos, ampliaría el programa original de US$ 50 mil millones con una inyección extra de entre US$ 15 mil millones y US$ 20 mil millones. También se pondrá fin al régimen de metas inflacionarias como mecanismo para contener la suba de precios, y se focalizará en el control de agregados monetarios, es decir en la expansión de dinero, en fijar metas de base monetaria (circulante más depósitos bancarios). Este último punto lo adelantó el presidente del Banco Central, Luis Caputo, en un encuentro el jueves con economistas, y representantes de fondos comunes de inversión y sociedades de Bolsa, según confirmaron a PERFIL fuentes que participaron. Asimismo, trascendió que se habría consensuado con el FMI dejar de lado el régimen de flotación libre para el dólar por un nuevo esquema que contemplaría una banda cambiaria. Consultado por este tema, voceros del BCRA comentaron que “no podemos decir nada hasta que se firme el acuerdo”.
El presidente Mauricio Macri y el ministro de Economía Nicolás Dujovne estarán en Nueva York a inicios de la semana entrante para participar de la Asamblea General de la ONU y la expectativa del mercado es que en los próximos días puedan anunciarse los lineamientos del nuevo convenio.
Banda. Se fijaría un piso de entre $ 32 y $ 36, y un techo de $ 40 a $ 44, en el que se permitirá que el dólar oscile.El BCRA intervendría cuando perforara ese mínimo o superara el tope, para lo cual el FMI daría mayor flexilibilidad para usar reservas para controlar el tipo de cambio.
El FMI es el organismo internacional con peor imagen para los argentinos
Los operadores y economistas consultados por PERFIL coincidieron en que la medida ayudaría a estabilizar el dólar. Federico Furiase, Eco Go, planteó que “ir a este esquema da margen para estabilizar el dólar en el corto plazo de cara al año electoral, pero para que funcione bien es clave que el FMI amplíe el préstamo para reforzar las reservas que no son holgadas, y que le dé más flexibilidad para defender el peso, funciona bien por un tiempo, pero si se hacen los deberes fiscales y se contiene la inflación”.
Pablo Castagna,de Portfolio, tildó de “positiva” la eventual medida porque “va a ayudar a estabilizar el tipo de cambio, este instrumento fue exitoso en otros países”. Gustavo Neffa, de Research for Traders, juzgó que “con la flotación libre este gobierno se quemó”, por lo que fijar una banda cambiaria “es lo mejor, muchos países lo tuvieron”. El financista Christian Buteler opinó que “de ponerse una banda, no deberían darse a conocer las puntas porque pierde efectividad, ya que todos venderían cuando llegue a $ 40, y comprarían cuando llegue a $ 36; creo que se busca dar el mensaje de que no se va a dejar subir desbocadamente el tipo de cambio”.
Dujovne: "Argentina no planea megacanje ni reestructuración de deuda"
Chau metas. Furiase dijo que cambiar metas inflacionarias por una de agregados monetarios “busca evitar una espiral precios-salarios, y secar de pesos la plaza financiera”. Neffa avaló el cambio al alegar que “metas de inflación fue lo que no funcionó, está muy bastardeado”. Guido Lorenzo, ACM opinó que “cuando la inflación alcanza niveles tan altos, el régimen de metas inflacionarias no funciona y quedó en evidencia” aunque advirtió que “una meta de agregados puede ser demasiado restrictiva en términos de actividad; tampoco es seguridad de nada, si bien hay correlación entre crecimiento de agregados y tasa de inflación”.
El establishment, pesimista
Sus tapas y editoriales bendicen o ultiman. La revista británica The Economist, la Biblia del capitalismo que más se consume en los centros de finanzas tiene su foco puesto en Brasil, donde acaba de bautizar de “amenaza” a Jair Bolsonaro. Pero también mira con atención lo que sucede en la Argentina, donde el semanario realizó los últimos dos años seminarios sobre “el cambio” de las reglas después de la salida de Cristina Kirchner del poder. Ahora, sin embargo, acaba de publicar que “la falla del Gobierno en el manejo de la crisis cambiaria complica las chances de reelección” de Mauricio Macri. Lo hizo en un artículo titulado “Un presidente que pelea contra una economía que se hunde”. En su cuenta de Twitter, en tanto, publicó como venta de la nota que la crisis “podría precipitar la salida de Macri del poder y habilitar el regreso de políticas populistas”.
La paradoja es que el mensaje de The Economist llega al final de la mejor semana financiera de septiembre, y se vuelve una luz de alerta.