Martín Redrado estuvo al frente del Banco Central durante la turbulencia por la crisis internacional de 2008. Hoy asegura que subir la tasa es un buen instrumento si es transitorio, porque si no, vuelve la bicicleta.
—¿Cómo ve el aumento de las tasas de interés?
—Mientras sea un instrumento transitorio, el uso de la tasa de interés es aceptable junto a otros, como proveer liquidez presente y futura, y allí veo en el mercado de futuros al BCRA actuando en plazos cortos y debería actuar en plazos más largos. En la medida en que no sea un instrumento permanente para que no genere bicicleta tasa dólar, es aceptable. Se necesita una batería de instrumentos para abrir las ventanillas de liquidez para que el mercado vea que tiene todo para doblegar la corrida.
—¿Preocupa este salto del dólar?
—La Argentina está en un sendero de transición donde se están moviendo todos los precios de la economía, la manteca, la electricidad o el gas. O sea que el dólar no puede quedar anclado. Lo mejor es tener un BCRA activo, comprando o vendiendo según cómo se mueve el mercado. También hay que mirar el resto de las monedas de la región y la inflación.
—¿Hay que esperar impacto en precios?
—Hay un problema importante: la Argentina exporta lo que come. Cada vez que sube el dólar, impacta en alimentos. Porque el trigo y el maíz tienen precios internacionales en dólares.
—¿Eso no pasa en otros países de la región?
—No pasa tanto porque hay más procesos de industrialización y los procesos industriales tienen más integración nacional. Aquí, todo movimiento abrupto genera impacto. Además, la gente siempre tiene la percepción de que el dólar va siempre para arriba y nunca para abajo, y por ahí el kiosco ve que sube el dólar y aumenta las golosinas. Tal vez, cuando se entre en la normalidad, será como en Perú o en Brasil, donde hay movimientos cambiarios y no se mueven los precios. Así será cuando la economía esté normalizada. Tal vez en 2021 podamos dejar que el tipo de cambio flote sin problemas.
—¿Entonces cómo se actualiza en la Argentina el dólar para que no se atrase?
—Lo importante es el ritmo con el que vaya subiendo el tipo de cambio. Lo importante es que haya días que suba y días que pueda bajar, para darle volatilidad, para que nadie sienta que tiene un seguro de cambio. Un mercado tiene que generar factor sorpresa e incertidumbre. Si te leen, perdiste.
—¿Tiene registro de una semana donde se hayan vendido US$ 3.000 millones?
—A mí me tocó lidiar con meses muy complicados, como octubre de 2008. En términos mensuales probablemente habremos tenido intervenciones semejantes. Lo que sí, la diferencia de 2007 y 2008 es que logramos que mucha gente perdiera. Y así logramos más oferta de divisas. Hoy lo que falta es oferta privada de divisas, porque todo el mundo está esperando que aumente.
—¿Ve bien al BCRA?
—El BCRA ha recuperado credibilidad. Lo que hace falta es que haya coherencia en el Gobierno. La política monetaria no se puede ver aislada.